CAPÍTULO 21

67 4 0
                                    

TW: mención de mutilación y chantaje emocional.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La garganta de Sirius se secó en cuanto miro a una de las personas que habían salido de aquel bosque pues no era más ni nadie menos que la princesa despojada de su título y reino la única descendiente viva de la familia real de Kamaria o el reino de la luna como era mejor conocido, aquella chica rubia a la cual Snape llamo Tuney, Petunia Astraea la que pudo ser reina de Kamaria si su reino no hubiera caído en la guerra. Sirius simplemente observo como miraba de manera desafiante la mesa donde se encontraban tanto la princesa, como el príncipe de Umbridge, el príncipe solo veía con diversión a la antigua princesa y su hermana la miraba con algo de frustración, Petunia no era como Lily la cual al parecer tenía esa parte de su ser bloqueada, Astraea solía demostrar con orgullo que era un hada de la luna incluso ahora que, aunque no estuviera en un lugar amistoso para ella, portaba el escudo de su familia, el escudo de la bandera de Kamaria en su ropa, no la frecuento mucho cuando estaba en el bosque, pero al ser una persona con un apellido influyente aprendió todo lo que podía sobre ella sabía que la familia con la que fue criada fue con la de la prima de su difunto padre, familia la cual cumplían un rol fundamental dentro del bosque si bien la familia de Petunia no era de generales se encargaban de administrar las guarderías tanto de proteger, como criar y educar a todos los niños al menos en sus primeros años de vida dentro de las guarderías, de la educación en los años posteriores fuera de ellas, esa familia era importante salvaguardaban el futuro del bosque y les enseñaban todo lo que tenían que saber.
Sirius suponía que las otras personas que la acompañaban también eran de su misma raza no era muy complicado saber que no existían demasiadas intenciones puras en cuanto la salida de Petunia, la cual parecía mantener una relación muy cordial con Severus.
- ¿La conoces? - preguntó Remus con curiosidad.
- Es Petunia Astraea - los ojos de Remus y sus hermanos se abrieron con sorpresa.
- ¿A-Astraea, ellos siguen con vida? - preguntó con desconcierto Lily.
- Solo cinco miembros, ella vendría siendo la única heredera al trono de Kamaria, claro si Kamaria aun existiera.
James por fin se acercó a ellos junto a sus Padres los cuales parecían sumamente desconcertados pues ellos también pensaban que la ex princesa estaba muerta, pero ahí estaba mirándolos con una sonrisa, su cabello era corto y tenía un aura un tanto dominante, pero tranquila a la vez, Petunia fue seleccionada en Slytherin, sus acompañantes de nombres Aida Luther, Esteban Luther y Amelia Navis terminaron en Ravenclaw.
El rey pudo detectar una ligera cojera de parte de Petunia en su pierna derecha parecía que la pierna le dolía al menos un poco la reina miraba con curiosidad aquella mesa donde todos se encontraban, pudo observar que Regulus portaba lo que parecía ser una bufanda cubriendo gran parte de su rostro solo dejando ver sus ojos los cuales parecían poco amables mientras miraba en su dirección, Petunia por su parte conversaba con Lovegood, meses atrás cuando su relación se hizo notar algunos nobles le dijeron al marqués que controlara al pequeño bastardo, como solían llamar a Xenophilius, aunque el marqués dijo que él no se metería en eso así que no insistieron más sobra decir que desde que se dieron cuenta de que Xenophilius es cercano, lo vigilan con algo de insistencia desde entonces.
Una de las sombras apareció junto a Severus le dijo algo al oído al terminar aquella sombra desapareció y Severus volteo a ver con algo de molestia a Daiki, el cual se encogió en su silla mientras sus ojos mostraban enojo.
- ¿Ha habido problemas recientemente, cariño? - preguntó la reina a Sirius.
- Algunos, madre, sobre todo por la inoportuna carta de padre en el cumpleaños de mi hermano, pero bueno espero que no empeore.
Antes de que su padre pudiera contestar Sirius salió del comedor seguido por sus hermanos, a este punto no se habían dado cuenta que minutos antes Severus había salido junto a Daiki del comedor así que cuando se toparon con la voz de Severus en lo que parecía un regaño se escondieron
- ¿Y siquiera tenías pensado decirme? - preguntó Severus con molestia.
- No creí que fuera importante, cuando sucedió deje muy claro que no seguiría con este juego, además no quiero ocasionar problemas
- De acuerdo, pero ellos no entendieron, por las buenas y si dejas que uno de estos malditos idiotas te arrastre a sus estupideces todos te culparan a ti, no te creerán y lo sabes, es por eso que necesito que me digas cosas como estas para evitar que esos imbéciles hagan cosas que te afecten y que si no me enteraba, estos idiotas iban a creer que eres un ladrón de poca monta
- Lo sé, lo lamento, no volverá a suceder
- Lo sé y no te disculpes más bien hazles entender que ellos no ganaron, no estoy enojado contigo jamás podría, mi enojo es hacia esos no quiero que crean que eres débil y por tanto pueden hacer lo que quieran contigo no te dejes pisotear no de nuevo levántate y aplástalos, como lo que son simples hierbas, ¿Entendido?
- Claro - Daiki sonrió hacia Severus con alegría- te hace sentir orgulloso Sev
- Lo sé, ahora ve en un rato voy - dijo Severus haciendo un gesto con su mano, una vez Daiki se perdió entre la oscuridad de aquel castillo- no les dijeron que espiar es malo altezas
- y no te dijeron que era malo incitar a niños a vengarse- dijo Lily con molestia.
- No honestamente no, digo mis padres me dejaban drogarme desde los ocho así que incitar a "niños a vengarse" es lo menos ilícito que he hecho, ¿Por qué les interesa?
- Porque no creo que un niño que dijo no ser rencoroso se vea obligado a hacer algo que él no quiere - dijo James de manera molesta.
- Aww que bonito este es tu famoso complejo de héroe, es cierto Daiki no es rencoroso, pero si algo lo hace enojar más que otra cosa en este mundo es que lo llamen ladrón y lo único que esperaba era conseguir no mi permiso más bien quería saber que no tendría problemas
- ¿Qué te hace creer que no diremos nada? - preguntó Remus a manera de amenaza.
- Puedes creer en que eres alguien bondadoso y quizá sí, pero he aprendido que incluso ustedes parecen curiosos del caos que podemos crear casi como si añoraran poder crear ese caos, de Sirius lo entiendo de ustedes no tanto solo sé que les atrae esa maldad de alguna manera- dijo acercándose a Remus.
- Claro que no - contestaron a la defensiva.
- Haré como que les creo ahora si me dejan tengo que terminar de cenar sería descortés no terminar, por cierto, su alteza Lily, creo que le ayudaría a despejar algunas dudas si hablara con Tuney claro si, es que quiere saber más de su asunto familiar, como clara descendiente de la familia a la que pertenece se enorgullece de saber de cualquier miembro de las familias de su raza. - Severus dio una ligera reverencia mientras partía hacia el comedor.
Mientras tanto la reina y el rey se encontraban en una sala privada de aquella escuela discutiendo sobre la carta que Sirius mencionó..
- ¿Qué más podría hacer querida? -preguntó el rey con claro cansancio.
- No sé, tal vez evitar que nuestro hijo piense que queremos alejarlo de su hermano porque nos guste o no Regulus Black es su hermano y si tratamos de alejarlo será como cuando llegó se pondrá a la defensiva y no pienso perder a mi hijo por lo que unos cuantos nobles piensen - declaró con voz firme la reina.
- Entonces, ¿qué propones, mi amor?
- Hablemos con Regulus, es obvio que quiere estar con Sirius, así que hablemos con él. - propuso, la reina sentándose a lado de su marido.
Regulus fue llamado por la reina cosa claro que lo disgusto ya que interrumpieron su cena así que muy a su pesar se levantó y siguió su camino entre pasillos, siendo escoltado por algunos de los guardias del palacio hasta llegar a una habitación entro sin siquiera mirar a los monarcas de aquella nación sentándose en un sillón.
- ¿Cómo te atreves a no saludar a sus majestades? - dijo uno de los guardias con un enojo.
- Como se atreven ustedes a perturbar mi cena eso es descortés, ahora bien, tú ni siquiera eres un maestro de este lugar como para decirme que hacer así que cierra la boca y vete -aquel guardia cerró la boca y de manera automática dio la vuelta.
-Así que puedes hacer eso- dijo el rey con aversión a tal acto.
- No sé de lo que habla majestad - mintió Regulus con claro descaro el rey sonrío momentáneamente mientras hacía salir a los guardias de aquel lugar.
- Si sabes que estamos al tanto de tu linaje, ¿no?
- Por supuesto han vivido con mi hermano los últimos años sería divertido que no supieran su linaje, pero si se refiere a lo de controlar mentes no lo hice fue el miedo lo que lo hizo actuar de esa manera
- Pareces orgulloso de eso - habló con claro disgusto el rey.
- Lo estoy- declaró Regulus sin duda-, pero díganme, ¿Qué es tan urgente como para interrumpir mi cena?
- Estamos enterados de que sabes sobre la carta que le enviamos ayer a nuestro hijo - dijo el Rey tratando de sonar amable.
- Habla de lo de "por el bien de la reputación de tu hermano y de tu familia", lindo detalle- dijo con sarcasmo- ¿pero eso qué tiene que ver?
- Esperamos sinceramente que no te lo tomaras a mal creo que puedes entender mi preocupación, Sirius no ha tenido las cosas fáciles así que la carta era para demostrar mi preocupación temo que, si los ven muy apegados, comiencen rumores desagradables lo cual afectaría a Sirius - dijo el Rey de manera contundente.
- No lo dice porque creamos que seas malo o algo así, sino que la gente puede ser maliciosa y lo que menos deseamos es afectarte, estamos conscientes de que Sirius te aprecia y que tú no eres malo o peligroso - dice la reina en un tono dulce- así que queremos proponerte un trato.
- ¿Qué clase de trato? -pregunta Regulus la expresión en su rostro está perfectamente cubierta con aquella "bufanda".
Que ahora que la reina lo veía más de cerca parecía un velo lo cual era molesto considerando que los velos eran la marca personal de su madre cuando mataba.
- No te gustaría quedarte después de graduarte, podrías quedarte a lado de tu hermano, tus amigos también podrían quedarse claro que con algunas limitaciones
- Podrías ser el quinto príncipe de Godric- dice el rey con trabajo.
- Tentador sumamente tentador aceptaría si tuviera nueve años y siguiera añorando el amor maternal y paternal, pero porque añorar algo tan efímero-dice Regulus mientras se retira aquel velo, aquella acción hizo enojar al rey pues aún recuerda lo que su madre hacía cuando se levantaba aquel velo que siempre llevaba en la guerra, Regulus solamente sonrío en dirección a los reyes- no deseo tal cosa como permanecer en este lugar si Sirius parecía extasiado y feliz aquí, qué bien yo no le veo el encanto. Son tal como ellos dijeron que serían, tratando de convencerme de que lo que ustedes quieren es lo que yo deseo, ¿así convencieron a Sirius?
- No estamos tratando de convencerte de que hagas lo que queremos- dice el rey de manera acusatoria.
- Pero lo parece, no pueden convencerme o tentarme con la promesa de una familia. No soy Sirius él siempre anhelo eso, quizá si hubiera mostrado más amor se hubiera quedado y no hubiera mendigando migajas
- ¿Cómo te atreves a insinuar que le doy a mi hijo migajas?
- Pues lo parece - Regulus solo se paró de aquel lugar - con su permiso majestades y no se preocupen no diré nada.
Regulus camino hacia la salida sintiendo como la ira subía, era como su piel quemara y su garganta se secará la sed lo inundó al igual del deseo insaciable por terminar su cena pues en verdad lo habían interrumpido así que ni siquiera se molestó en mirar a aquellos guardias ya que si los veía su sed sería el menor de sus problemas lo que lo inundaría, serían sus ganas de liberar su estrés de manera poco amable, quería despedazarlos, drenar cada gota de sangre de sus sistemas, mirar como la vida abandonaba sus ojos lentamente mientras trataban de huir, el miedo en sus ojos era algo que deseaba ver y que en verdad quería observar, quería escuchar las súplicas, quería sentir aquella sensación de éxtasis que le causaba terminar con una vida, pero sabía que no podía no debía hacerlo, así que reuniendo todo su autocontrol se alejó de ese lugar camino entre los pasillos tratando de despejar su mente.
Varios minutos después de vagar por los largos y oscuros pasillos, escucho como alguien lo llamó por detrás, rápidamente reconoció la voz como la de Xenophilius.
- Regulus aquí estás te estaba buscando.
- Oh Xeno, claro dime, ¿Qué necesitas? - pregunto de manera amable pues no había necesidad de ser grosero.
- Realmente no quisiera molestarte, sé que vienes de hablar con sus majestades y supongo que no estás de buen humor.
- No te preocupes por tonterías Xeno estoy molestos con ellos, ellos son la molestia no tú, jamás serás una molestia- Xeno sonrió débilmente - así que adelante dime.
- Oh bueno es que tengo curiosidad y bueno yo ya les comenté a los chicos, pero claro que sé que es algo demasiado íntimo si no solo es para alimentarte ellos dijeron que no había problema, pero claro si a ti te incomoda, yo me preguntaba si tú quisieras morderme - dijo lo último en un susurro muy bajo- claro que lo puedes ver solo como alimento no espero más, sabes que creo que esto fue mala idea, disculpa - Xeno dio la vuelta listo para marcharse cuando Regulus sonrió tomó el brazo de Xeno con delicadeza para detenerlo haciendo que este volteara.
Lo atrajo hacia él tomando su cintura con delicadeza con su otra mano acaricio suavemente su mejilla bajándola hacia su cuello, se acercó con cuidado al cuello ajeno lo mordió con delicadeza. Xeno al principio sintió dolor, sin embargo pronto se sintió bien era sensación extraña que hacía que su piel se calentará así que se aferró a la espalda de Regulus cuando esté empezó a succionar la sangre, era una sensación de éxtasis que Xeno nunca había experimentado por el simple hecho de que se sentía tan bien, sintió sus piernas tambalear así que tanto él cómo Regulus se deslizaron hasta el suelo así que se aferró aún más fuerte mientras una sensación extraña inundaba su mente pues sentía como se nublaba era algo extraño de describir. Sin embargo, no era para nada incómodo, era todo lo contrario, se sentía tan jodidamente bien.
Después de algunos minutos Regulus se separó, ahora ambos respiraban con dificultad. Regulus tenía sangre chorreando de su labio, Xeno sentía como aún la sangre escurría de su cuello seguramente manchando su camisa, Regulus sonrió aún con sus colmillos a la vista.
- oh y cariño que quede claro no te veo como una mera comida si fuera así, no tendría reparo algo en hacer que no lo disfrutes. - dijo Regulus mientras Xenophilius se desmayaba por la falta de sangre.
Regulus sonrío con satisfacción mientras levantaba a Xenophilius del suelo, lo cargo con facilidad y caminó hasta una habitación de la que provenía un suave sonido, el cual pudo identificar como un violín mando a una sombra a verificar la identidad de la persona que estuviera tocando aquel instrumento le sorprendió saber que el responsable de aquel ruido eran dos personas que él conocía, el príncipe Peter y Abel. Regulus pensó en visitarlos un rato pues aun no podía regresar sabía que los guardias están tratando de encontrar un supuesto collar así que ahora que estaba tan de buen humor no lo iba a arruinar por un montón de alimañas escurridizas así que cuando puso un paso dentro de aquel salón el ruido paró en seco.
Regulus sabía que eso podría pasar, pero su reacción le encanto más de lo que esperaba, pues suponía que por su mente pasaba la idea de que había matado al pobre de Xenophilius, al ver la expresión de horror en sus rostros Regulus no pudo evitar reírse así que colocó con delicadeza a Xenophilius en uno de los sofás.
- Tranquilos no está muerto, se ve que nunca les enseñaron como se ve una persona que es drenada, para calmarlos les diré que si lo hubiera matado Xeno en este momento se vería como una flor marchita.
Peter realmente no estaba muy feliz con su presencia lo cual solo hizo que Regulus sonriera más, claramente estaba divirtiéndose.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Peter sin sonar muy feliz.
- Ow su alteza no sea cruel, acaso está molesto por el pequeño desperfecto de ayer- dijo con un tono lastimero.
- ¿Te atreves a preguntar? - Peter preguntó de manera ofendida.
- Ow si ni siquiera respeto a sus padres, cree que lo haré con usted, no sea iluso así que por que no quita esa cara y sigan con lo suyo no puedo volver a la torre -declaró Regulus con un suspiro.
- ¿Por qué no?, pelea de amantes- dijo Peter de manera burlona.
- Ojalá esas sean fáciles de manejar, solo es una revisión de rutina, aunque creo que están buscando algo- dijo de manera descarada.
- Acaso robaron algo- dijo Peter con un tono acusador.
- No, no hay nada en este castillo que quiera tomar, todo es tan poco interesante, sin embargo, un guardia entró hoy a la torre y colocó algo interesante - dijo con desdén.
- ¿Ellos pueden entrar a su torre? - preguntó Peter, con clara curiosidad.
- Claro, órdenes de la directora tienen la contraseña y pueden entrar cuando se les plazca así evitan que hagamos algo ilícito poco les funciona, pero dejemos que su fe se expanda. Aunque le debo agradecer a Sirius que nos crean criaturas tan dóciles- dijo con una sonrisa, mientras acariciaba el cabello de Xeno, el cual seguía profundamente dormido.
- Su alteza Sirius, siempre ha sido amable a comparación de ustedes - dijo Abel de manera orgullosa
- Ow claro eso les hizo creer, pero Peter no estaría tan de acuerdo o sí su al-te-za, digo por lo que recuerdo el duro días persiguiéndolos antes de unírseles, incluso cuando los encontré aún había vestigios de ese miedo en sus ojos- dijo de manera alegre.
- ¿T-tú nos viste? - preguntó Peter con miedo.
- Por supuesto los seguí por varios días curioso por lo que Sirius haría, sin embargo, el sentimentalismo barato nublo mi juicio. Esta vez sí el día llega su alteza - Regulus se acercó hacia Peter y le susurró al oído- no pienso dejar que eso nuble mi juicio cumpliré mi deber y si Sirius se vuelve una molestia esta vez me asegurare de arrastrarlo a donde corresponde
- Tú no puedes hacer eso tu madre le otorgó el perdón así que no puedes tocarlo- contestó Peter a la defensiva tratando de tomar su varita.
- Es correcto- contestó Regulus tomando la mano de Peter antes de que tomara su varita-sin embargo, como único heredero de la familia Black tengo el poder suficiente para expulsar a quien sea que considere una amenaza y si Sirius es considerado así es gracias a que está involucrado con ustedes
- Sirius no merece eso- dijo Peter zafándose del agarre de Regulus.
- Lo sé, pero tu pueblo si, así que por favor dile a tus guardias que sean unos perros obedientes o el que pagará la culpa de su pueblo será Sirius, aunque me pregunto si lo seguirán amando si supieran como era Sirius en verdad y no ese cachorro dócil y tierno, en un mundo que lo trataba como basura, que les hizo creer - dijo Regulus, apretando su agarre con clara diversión.
- No te atrevas- dijo Peter de manera exaltada.
- No podría, aunque quisiera, pero ya que interrumpieron mi oportunidad de finalmente lograr preservar mi poder de manera perpetua quizá alguien que aún no está del todo convencido sobre la mentira de Sirius hable. Te propongo algo ratoncito ustedes se callan sobre todo lo que hagamos, no cuestionan nada, me ayudan en lo que yo quiera y mantienen a raya a su bendito pueblo y yo prometo proteger a Sirius - dijo Regulus acercándose aún más a Peter.
- Me pides que traicione a mi pueblo- dijo con aversión ante aquella idea, mirando fijamente a Regulus.
- Solo quiero saber que es más fuerte el amor y deber con tu pueblo- dijo Regulus mientras su mirada se desviaba hacia a Abel, el cual solo lo miraba con molestia - o el amor que les tienes a ellos, así que ratoncito dígame aceptaría - dijo extendiendo su mano libre, con una sonrisa llena de diversión y prevención.
Regulus se soltó a reír cuando miro la expresión aterrada de ambos jóvenes río con suma diversión hasta casi perder el aliento.
- Es broma tesoros no soy tan cruel- dijo soltando la mano de Peter la cual tenía una marca de sus dedos y uñas, en la muñeca derecha- a mi pesar aun quiero a Sirius y eso es suficiente, pero por favor alteza mantenga a raya a los soldaditos no queremos que se dañen sin querer si siguen insistiendo en joderme yo los arruinare sin pensarlo mucho
- ¿Qué crees que puedo hacer yo? - preguntó Peter con frustración, mientras sobaba su mano.
- Eres el tercer príncipe de Godric dile a tus hermanos que me muestren su poder, alejando lo más posible a esos idiotas de mi camino si no es un asunto oficial, si es que tienen poder real no será difícil - dijo con una gran sonrisa trato de tocar la mejilla de Peter, pero una voz lo interrumpió.
- Mi señor- dijo una voz conocida que solo hizo molestar a Regulus.
- Alguien creería que después de tanto tiempo, aprenderías a no molestarme cuando estoy divirtiéndome, Ari si no fueras tan importante para Sirius, te destruiría, siempre eres tan poco obediente parece que te haces más valiente con el tiempo
- Le ruego me disculpe mi señor, pero el joven Greco y el guardia insisten en que usted tiene el collar - dijo arrodillándose evitando mirar a Regulus a los ojos.
- Interesante, Ari quédate aquí con Xeno, cuando se levante llévalo a la cocina que le den lo que quiera, evita a los guardias de ser posible- dijo mirando con molestia a Ari.
Ari simplemente asintió mientras Regulus salía de la sala sin despedirse de los presentes dejando el salón con un aura de intimidad total, Peter pronunció de manera insegura.
- ¿Estás bien? - preguntó refiriéndose a la grieta en su rostro que parecía haberse vuelto más grande.
- Si, no te preocupes no duele solo es su mal humor su magia suele afectar los defectos si no fuera de los que pasaron la transformación ya estaría desecho, estaré bien en un par de días en lo que encuentren una solución.
- ¿Solución a qué? - preguntó Abel.
- A las barreras - pronunció Sirius saliendo de uno de los pasadizos, haciendo que tanto Abel como Peter salten en su lugar de miedo momentáneo - no creí que fuera un problema, pero mi magia se siente extraña pensé que era el estrés, pero son las barreras. Algunas fueron creadas durante la guerra, las más fuertes fueron creadas para debilitar la magia de las criaturas oscuras interfieren con la magia, la hacen inestable- explicó Sirius con un tono cansado.
- ¿Eso es malo por qué? - preguntó Peter con curiosidad.
- Porque la torre que habitan esta en píe gracias a su magia, si su magia es inestable la torre es inestable, al igual que cualquier otra cosa que esté bajo el dominio de su magia - explicó Sirius masajeándose la nuca con cansancio,
- Eso puede salir mal, ¿Su magia se ve afectada? -preguntó Peter.
- Solo limitada señor - respondió Ari desviando la vista.
- ¿Señor?, ¿por qué me dices así? - pregunto desconcertado Peter,
- No debería mostrar que éramos cercanos señor, eso afectaría la imagen de la familia real - dijo con algo de molestia fugándose en su voz. - Tenemos que irnos Xeno se levantará pronto y normalmente en su primera vez se mueren de hambre.
Ari ignoró las protestas de ambos príncipes y de Abel desapareciendo a través de las sombras junto con Xeno.
A los pocos minutos llegaron algunos guardias acompañados por sus hermanos les dijeron que los acompañaran así que se despidieron de Abel el cual continúo tocando dejando un aire incómodo en aquella habitación. Los príncipes y princesa llegaron hasta la torre donde un montón de guardias, además de algunos alumnos curiosos que trataban de mirar al interior aunque sólo pudieran mirar algunas escaleras, los miembros de la familia real subieron las escaleras hasta que entraron sus padres parecían hablar de manera molesta con todos los del bosque y la torre parecía en decadencia estaba hecha un desastre los guardias no tenían cuidado había ropa tirada al azar, jarrones rotos incluso la chimenea estaba algo destrozada.
Había un grupo de chicos consolando al hijo del Marqués Greco, además de innumerables guardias y maestros que miraban a los chicos de manera desagradable.
Pese a lo que imaginaban los chicos estaban aterradoramente tranquilos y sonrientes parecían estar bromeando con el capitán Mario y sus padres, los cuales parecían cada vez más molestos.
James consideró acercarse para escuchar de qué hablaban, pero miró a sus padres tan molestos que no pudo dar un paso más simplemente se limitó a observar, pero pronto la voz de Daiki se escuchó claramente.
-Ya les dije no tome esa baratija si quisiera un collar se lo pido a Severus, ¿Por qué tomar algo tan corriente y común? - pregunto Daiki con desdén.
- ¿Corriente?, ¿Común?, Como te atreves el collar que seguramente tu robaste es una reliquia de mi familia es importante - dijo un chico bajito con tristeza y enojo creciente en su voz.
- Cree lo que quieras, pero no tengo algo de tan poco valor como tu collar digo tu familia rica, rica, lo que dice rica, no lo es, por lo que se el Marquesado Greco no es exactamente el más rico -dijo Daiki de manera descarada.
- Como te atreves, ese collar vale más que tu patética vida - dijo el mismo chico tratando de acercarse a Daiki.
- Lo dudo, pero ya revisaron la torre de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba más de una vez ya registraron a cada persona aquí y tu collar claramente no está aquí así que admite que te equivocaste.
- Claro que no, tu pequeño y asqueroso ladrón - gritó el chico tratando de tomar a Daiki por el cabello, Severus solo lo miro y aquel chico retrocedió.
- Como quieras, pero aquí no hay ningún collar pueden seguir buscando -dijo hacia los adultos con desdén- destrocen este agujero no es mi propiedad y me da igual háganlo, pero no van a encontrar nada.
Antes de que la discusión pudiera continuar, Demian pasó a lado de los hijos de la familia real de Godric con una sonrisa y un extraño brillo en sus ojos.
- ¿Esto es suyo joven Greco? - preguntó Demian con un tono calmado sacando de su bolsillo un collar con un dije de esmeralda, los ojos de aquel chico y de sus acompañantes se abrieron con sorpresa. La torre pareció sumergirse en un silencio incómodo a excepción de las miradas divertidas de los del bosque- Creo que no me escuchaste te pregunte si es tuyo- dijo con un tono duro, uno que no habían escuchado salir de aquel noble nunca.
- L-Lo es su alteza, ¿Dónde lo encontró? - pregunto Greco con algo de molestia asomándose en su voz mientras observaba a uno de los guardias el cual simplemente desvió la mirada con vergüenza. Un guardia el cual reconocieron los chicos.
- En la sala común donde más - respondió con simpleza y amabilidad- pero honestamente creí que el dueño era alguien más un plebeyo por ejemplo después de todo- los ojos de Greco se inundaron de pánico mirando a Demian casi con súplica de que parara sus palabras- es falso, algo que alguien con pocos recursos podría permitirse apenas, una muy buena réplica por eso no creí que tu fueras el dueño, pero el símbolo de tu familia está ahí al igual que tu magia.
- Cierto su alteza - dijo Greco con cierta molestia.
- Le debes una disculpa, ¿no lo crees? - pregunto de manera gélida y más de uno sintió un escalofrío subiendo por su piel.
- Con todo respeto alteza no lo creo - respondió casi altanería al príncipe, el cual solo alzo la ceja y sonrió
- Como quieras y dile al Marqués que tenga más cuidado con su dinero si lo sigue derrochando se acabará muy pronto, ni siquiera tendrán para comprar piedras falsas- dijo con una amable sonrisa mientras salía de la torre.
Cuando Demian por fin se fue dejó el salón con un aire incómodo. Los chicos del bosque únicamente se levantaron y caminaron hacia las escaleras sin siquiera mirar a los guardias o los monarcas de aquella nación.
Los Reyes también se fueron algo molestos, primero la conversación con Regulus y ahora esto, sin contar que Sirius los miraba con enojo, caminaron escaleras abajo con un Greco con la cabeza gacha de vergüenza, no solo porque lo que debería haber pasado no pasó, sino que ahora todos sabrían que su collar era falso, de pronto sintió un extraño escalofrío en su nuca y un pinchazo en su brazo, al parecer se había cortado con un alambre suelto por ahí.

¿villanos? y ¿héroes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora