¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- está atascado - maldijo Ruffus mientras movía el tubo que conectaba el agua de la casa con el río, intentó varias veces desenroscar la creación de Vincent pero era inútil - necesitamos fierros para esto.
- traje unos - mencionó Jongin dejando en el suelo los pedazos de metal que Alejandra le dio - son delgados, así que creo que podremos meterlos.
- hombres - hablaron detrás de ellos, la delicada Jennie empujó a su ex novio y vio la tubería que goteaba un líquido negruzco, remangando su brazo lo metió por completo, facilidades de ser delgada como ella.
- ugh - susurró asqueada mientras seguía revolviendo su mano dentro de la tubería - parece que son gusanos, se mueven encima.
Jennie agarró un puñado de esos "gusanos", como dijo, y lo sacó para que lo vean los demás, pero apenas lo hizo soltó un grito a los cuatro vientos ya que no eran gusanos.
Los dedos humanos se retorcía los unos a los otros mientras caían al suelo ensangrentados, la nieve se manchó, la sangre negra y viscosa se escurrió entre los dedos de la pobre chica, Jongin garro la manga de su ropa y de inmediato cubrió la mano de la chica para limpiarlo.
- son dedos humanos, maldición - Ruffus arrugó su frente. Jamás se le cruzó por su mente que iba a ser eso, que habían dedos de mujer regados por el suelo, no eran gusanos, dedos humanos zombificados, a tal punto de que incluso después de la muerte seguían retorciéndose
