45. Propuesta

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Tres años habían pasado desde aquella vez que había recibido el correo de Park Jimin. Tres años en los que había aprendido a acercarse a él y a quererlo de una manera que no había imaginado jamás.

Una voz en su cabeza le susurraba "es muy pronto", pero Jungkook no podía y no quería esperar más tiempo. Llegar a tener una relación con el rubio le había costado ya suficiente tiempo como para seguir desperdiciando su vida.

Su carrera de cantante lo había tenido bastante ocupado como para pensar en el amor, hasta que la peculiar manera de Jimin fue envolviéndolo de a poco haciéndolo caer profundamente por ese chico de ojos brillantes que se consideraba su super fan.

- ¿Listo? - Preguntó Taehyung sacándolo de su ensoñación, la realidad es que pensar en su historia con Jimin siempre lo hacía salirse de la realidad.

- Estoy nervioso, pero sí. Ya no quiero esperar más Tae...

- Tranquilo tigre, todo saldrá bien. - Lo tranquilizó con apretón en el hombro.

Su mejor amigo y representante lo había ayudado a tener todo listo. El lugar favorito de Jimin para cenar había sido cerrado para un evento privado esa noche y Jin había recomendado una floristería al castaño para la decoración.

El restaurante lucía sobrio y elegante con manteles blancos y un centro de mesa lleno de las flores favoritas del rubio. A la espera se encontraba un cuarteto de cuerdas listo para tocar y amenizar el ambiente a la señal del idol.

Poco tiempo pasó para que a la hora pactada comenzaran a llegar los invitados de la pareja y los nervios del castaño aumentaran.

- Vamos Jeon, has estado parado frente a multitudes enormes y nunca te había visto tan nervioso. - Bromeó su amigo provocando que el grupo estallara en risas.

- Es que ahora no se trata de multitudes, se trata del mismísimo Park Jimin. ¿Verdad? - Inquirió Namjoon con una sonrisa.

- Ya, déjenlo en paz. - Los detuvo Jin. - Jungkook, es normal estar nervioso. Pero recuerda que todos en esta mesa te apoyamos. ¡Fighting! - Le animó.

- Gracias, espero que él también apruebe esto...

- ¡Claro que lo hará! Y si no lo hace, yo me caso contigo. - Bromeó.

Gracias a ese último comentario el ambiente se aligeró un poco y Yoongi se apresuró a distraer al castaño con un proyecto que tenía en mente para ambos. Sin embargo, los ojos del cantante seguían regresando al reloj de pared que tenía frente a él. Jimin estaba retrasado y comenzaba a preocuparse.

15 minutos...

20 minutos...

25 minutos...

30 minutos...

Jungkook no pudo más con la espera y sacó su celular para marcarle a su pareja, pero justo cuando el teléfono dio línea, el sonido de llamada entrante hizo que la atención de todos se dirigiera hacia la entrada.

-¡PERDÓN! ¡PERDÓN! Ya llegué... - Entró gritando el rubio. -Disculpen, no me digan que me están esperando... - Agregó al ver a su alrededor.

- Si te digo... - Respondió Yoongi divertido.

- No, ¿por qué? No se hubieran molestado, ya hubieran ordenado...

- Tranquilo cariño, ven y toma asiento. - Dijo Jungkook tomando su mano para guiarlo a su lugar.

Hasta ese momento Jimin cayó en la cuenta de lo bien que se veía su novio. - Vaya, qué elegante... - Pensó en voz alta y su mirada recorrió al resto del grupo. - Qué elegantes todos, ¿por qué nadie me dijo que había que venir de etiqueta?

- Jimin, tú siempre usas traje... - Respondió Taehyung.

- Sí, pero pude haberme puesto algo mejor. - Insistió.

- Estás perfecto. - Le hizo saber el idol seguido de un beso y eso bastó para tranquilizarlo.

A la señal del castaño el mesero llevó a su mesa la carta y les dio un momento para ordenar. La velada comenzó de lo más natural, los amigos hablaron un poco de sus trabajos y su vida mientras la comida estaba lista. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, la cabeza del rubio se llenaba de preguntas.

- ¿Y a qué se debe todo esto cariño? ¿Me olvidé de algo? - Preguntó sin poder aguantar más.

- Mmm... No en realidad...

- Hay un 'pero', ¿verdad? - Insistió, pero uno de los meseros salió al rescate del idol dejando un platillo sobre la mesa.

- ¿Ya probaron la ensalada del chef? Es una excelente recomendación para esta noche. - Aseguró con un guiño al castaño.

- Sí, prueba un poco Minie.

Al tener la ensalada frente a su boca no pudo hacer otra cosa que comerla y los chicos trataron de distraerlo con cuanta ocurrencia pasó por su mente ya que sabían que Jungkook tenía algo reservado para la hora del postre.

Llegado el momento, todos llenaron sus copas y esperaron la señal del castaño para desaparecer por un momento ante la mirada expectante de Jimin.

- ¿A dónde van todos? Deberíamos... - Dijo levantándose.

- Espera. - Su novio lo detuvo.

- Jungkook...

- No es que hayas olvidado una fecha importante para ambos, pero es una fecha importante para mí.

- ¿Qué día es hoy? - Se preguntó en voz alta cayendo en la cuenta de algo. -Oh...

- ¿Lo recuerdas?

- El día que te envié mi primer correo. - Concluyó con una sonrisa nerviosa, su corazón presentía algo.

- Sí... - Le confirmó el idol tomando una de sus manos entre las suyas. - Jimin, ese día no sabía cuán importante te volverías en mi vida. Pero tres años después puedo asegurarte que intentar hacerte esa broma fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. Si no lo hubiera hecho no habría encontrado en ti a la persona ideal con la que quiero pasar el resto de mi vida. - Soltó con ojos brillantes. - Sé que nos llevó un tiempo ser pareja, pero no quiero que nunca dejemos de serlo y quiero ser libre de gritarlo a los cuatro vientos de manera formal. - Continuó emocionado. - Jimin déjame ser tu super fan por el resto de nuestras vidas, por favor.

El corazón del rubio comenzó a bombear más y más rápido. - ¿A-A qué te refieres? - Preguntó con un hilo de voz.

- Jimin... - Dijo el idol en respuesta señalando al fondo del lugar donde sus amigos sostenían un letrero con la gran pregunta: "¿Me harías el honor se casarte conmigo?"

Los ojos del rubio se nublaron ante el cúmulo de lágrimas que intentaban salir. - Jungkook... - Fue lo único que pudo articular mientras apretaba sus manos.

- Sólo di que sí. - Le gritó Taehyung a la distancia.

- ¡Claro que es un SÍ! - Afirmó el periodista y su novio lo jaló hacia él de inmediato.

Un beso cerró la escena perfecta y los amigos se reunieron para tomar sus copas antes de unirlas al centro. - ¡Por el amor! - Dijo Hoseok emocionado. - ¡Por los futuros esposos! - Agregó Taehyung igual de emocionado y el lugar se llenó de risas, felicitaciones y mucho amor.

Sin haberlo buscado, Jimin y Jungkook habían encontrado el amor a pesar de encontrarse en dos mundos totalmente diferentes.

Y pensar que todo había comenzado por un destinatario equivocado.

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¡Hasta aquí esta historia! No es la mejor, pero me gustó mucho imaginarla y plasmarla en este espacio.

Who knows? Quizá siga haciendo esto un tiempo, amo escribir


Destinatario equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora