No queda nada,
solo ceniza
de la luz de un hada
de muerte rojiza.
Fue larga y sombría,
lenta y dolorosa.
Nadie ya recordaría
una ida tan penosa.
Perdida una vida
callada y oscura.
Ya no hay salida
para esta tortura.
Dime tu hermosa
¿Valió la pena morir
por culpa de esa rosa,
que te calmó sin sentir?
Solos nos has dejado
a mí y a mi corazón.
Vacío y destrozado.
Al fin, perdí la razón.
Te fuiste sin querer,
sin poder mirarme,
sin saber cómo volver,
¿Olvidaste el amarme?
Vivo menos cada tramo,
el camino es dolor,
como espinas de un ramo.
Ya estoy yendo amor.
Y ahora, al no sentir nada,
consumido por el dolor.
Y con mi vida ya acabada.
Hola por fin, mi amor.