Capítulo 6.-El Patriarca de Yiling

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Lan XiChen estaba maravillado, Gusu Lan era todo lo que nunca imaginó, pero siempre anheló. La calidez de su gente, los hermosos paisajes y su precioso acento que volvía todo más alegre pero ceremonioso al mismo tiempo. No tenía nada en contra de Lanling, era el lugar en donde creció y le tenía mucho cariño, pero Gusu le enamoró al instante, olvidando repentinamente el hecho de que probablemente sería el futuro rey de todas estas personas.

No, no había necesidad de pensar en eso por el momento.

Ahora mismo estaban en la plazuela principal, donde todo estaba lleno de vida con el intercambio de los comerciantes y la algarabía de un día ajetreado. El Patriarca de Yiling, quien se presentó a ellos con el nombre de Wei WuXian, los dirigía llevando a su lado a Xue Yang. Siguiéndole los pasos con exagerada precaución, iba Nie MingJue, quien a su vez estaba acompañado de Meng Yao. Por alguna razón su hermano y MingJue se habían vuelto cercanos de la noche a la mañana, pero tampoco era como si le incomodara, al contrario, le hacía muy feliz ver a A-Yao tan entusiasmado.

Por su parte, Nie Huaisang miraba los abanicos en los puestos de artesanías, comparándolos con el propio y comprando sin parar. Era toda una bendición que llevaran dinero a pesar de no estar preparados, al final de cuentas ya habían llegado a su destino y si los cultivadores seguían ahí en Gusu era únicamente para cumplir las peticiones de Wei WuXian.

Sus peticiones, aquellas que le devolverían su núcleo a Jiang Cheng.

Desvió su mirada entendiendo por fin la contradicción de A-Cheng al no saber qué pensar con respecto al Patriarca de Yiling. Los hermanos Nie se habían encargado de pintarles al Ladrón de núcleos como un ser despiadado y egoísta, pero el joven que ahora mismo los guiaba era jovial, bromista y algo desvergonzado.

¿Dónde estaba la maldad?

Sintió el apretón en su mano, recordando que no estaba solo en esto, como siempre. Desde su beso en la noche anterior, ambos habían acordado no mencionar el asunto a los otros, no había necesidad de someterse al juicio o sus burlas, pero tampoco fue como si se esforzaran mucho en mantenerlo en secreto. Casi como un acto reflejo, se tomaban de las manos todo el tiempo y que el amanecer los recibiera juntos, en los brazos del otro, fue suficiente para que sus acompañantes entendieran el mensaje sin necesidad de palabras.

—Puedo escuchar tus pensamientos XiChen, te consumirás—regañó Jiang Cheng tratando de ser sarcástico y cariñoso al mismo tiempo. No le estaba resultando.

XiChen sonrió devolviendo el apretón en sus manos antes de levantarla para besar sus dedos en un modo de expresar su agradecimiento. Quería besarlo, como la noche anterior, pero estaban en público y tampoco tentaría a su suerte. Sería toda una burla que no muriese a manos de unos mercenarios y sí por causa de su imprudencia.

—Está bien, sólo me da curiosidad el joven maestro Wei. Es todo.

Jiang Cheng lo miró asintiendo, por supuesto que entendía a lo que se refería XiChen, había compartido tales inquietudes con él en lo que llevaba el día, pero no estaba seguro de querer romper una barrera, preguntarle directamente sería rudo.

Aunque claro, ¿cuándo había temido él hacer algo? Al final de cuentas no tenía nada que perder, su cerebro estaba vacío de recuerdos, su interior no tenía un núcleo y su cuerpo parecía ser indestructible. Los nervios y el miedo eran ridículos.

—Acabemos con esto entonces—le sonrió antes de soltar su mano y guiñarle un ojo mientras se alejaba—. Hablaré con él.

Contrario a lo que creyó que haría, XiChen volvió a sonreírle, pero de manera más pronunciada en esta ocasión mientras le deseaba suerte con un beso al aire. Jiang Cheng entrecerró los ojos con una mueca parecida a la vergüenza y el enfado en partes iguales caminando hacia el Patriarca de Yiling.

Ladrón de núcleos-MDZS-WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora