Capítulo 2.-Templo vacío.

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El calor de una fogata y el olor de comida en el aire fueron las cosas que lo despertaron. Inmediatamente sintió un fuerte dolor de estómago, en señal de que moría de hambre. Abrió los ojos sin saber qué esperarse, pues la última vez todo fue muy confuso. Si lo analizaban, seguía siéndolo, pero no tenía muchas respuestas y lo que inundaba su cabeza eran millones de preguntas.

La voz narrando hechos a su alrededor era serena, un poco juguetona, pero sin perder un toque casi fantasioso, eso sin mencionar lo que estaba narrando. No quiso incomodar a nadie con su presencia, ni mucho menos arruinar el ambiente creado, por lo que se dedicó a escuchar la historia, tratando de encontrarle un sentido que le fuese de utilidad.

—¿Entonces ustedes salieron de su pueblo mágico para darle caza a este misterioso personaje que les lanzó una maldición?—cuestionó Meng Yao olfateando la olla en donde cocinaba el congee.

Ambos cultivadores asintieron, bastante aliviados de que no sonara tan disparatado como creyeron. No estaban seguros de que sus nuevos amigos lo fuesen a tomar de buena manera, pero en realidad debieron pensarlo, llevaban días viajando con el par de hermanos adoptivos e, independientemente de que estuviesen de acuerdo con sus manías o no, debían decir con todas sus letras que ellos eran muy inteligentes y amables. No fue difícil encariñarse en realidad.

—Perdón que lo diga de esa forma Da-ge, pero creo que es un poco peligroso buscar al responsable del gran mal que padecen—opinó Lan XiChen, usando el mote cariñoso que Huaisang le daba a su hermano mayor.

Era consciente de que probablemente no lo consideraba tan cercano, pero ya lo había hecho con anterioridad y nada malo sucedió, por lo que con ello dedujo que lo tenía permitido.

Huaisang asintió a espaldas de MingJue y la risita de Meng Yao le dio mala espina al hermano mayor. Sólo Xue Yang lucía indiferente, como si estuviese esperando su turno para dar una estocada final a la historia de los hermanos Nie. Ya había explicado que era un cultivador demoniaco, discípulo del Gran Patriarca de Yiling, pero nada más y tampoco tenía mucha prisa.

—Lo comprendemos—aceptó MingJue y con una pose serena continuó—. Pero no podemos permitir que esto siga. Nuestro Rey es la persona más pura que jamás ha existido y no merece pagar un castigo que no le corresponde. Y eso por decir un ejemplo.

XiChen no pudo negar ante ello. ¿Qué clase de oscuro ser era el Ladrón de núcleos al grado de castigar inocentes de esa forma? Meng Yao, adorando el suelo debajo de los pies de su hermano adoptivo, estuvo a punto de asentir de acuerdo cuando Xue Yang decidió comenzar su intervención.

—Es verdaderamente lamentable lo que les ocurre. Pero yo tengo curiosidad. ¿Exactamente qué saben sobre el Ladrón de núcleos? ¿Sólo salieron a cazarlo sin ninguna pista? ¿O de verdad creen que está en nuestro mundo?

Una vez pasado el desagrado inicial, Nie MingJue pudo comprender que Xue Yang era inofensivo. Era un cultivador demoniaco, sí, pero seguía siendo un simple humano que cultivó su núcleo dorado de la forma prohibida. Por esa razón el cultivo demoniaco era atrayente tanto para cultivadores puros como humanos, pues estaba considerado como algo más sencillo. Para los humanos era imposible convertirse en cultivadores por la vía correcta, ver hilos y obtener energía espiritual. Pero sí podían tener el poder suficiente con el cultivo demoniaco.

Xue Yang era un ejemplo de ello. A pesar de su cultivo demoniaco, MingJue podía ver su núcleo y sus hilos. Todos perfectamente en su lugar.

Razón de más para explicarle la importancia de su misión y lo valioso que era el verdadero cultivo.

Ladrón de núcleos-MDZS-WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora