El amor no es para tontos (Después de todo) (Rigleen)

Capitulo 1: conociendo la cafetería

La vida de Mordecai y Rigby sin duda no estaba saliendo como lo esperaban, luego de no poder asistir a la universidad y de estar hartos de vivir con sus padres, consiguieron trabajo en el parque, un lugar donde no solo trabajarían sino donde también vivirían.
Tras un primer día lleno de locuras y de aguantar levantadas por las mañanas y con el fin de poder soportar sus jornadas laborales, conocieron aquella cafetería cercana.
Ambos decidirían ir ahí con la expectativa de conseguir buen café para sus mañanas...

-Bueno, parece que en este lugar sirven café, desayunos y almuerzos, creo que deberíamos entrar. - Le decía Mordecai a Rigby.

-AAAGH, eso espero amigo, con trabajo puedo estar despierto en estos momentos, necesito algo de cafeína urgentemente. - Decía Rigby casi arrastrando sus manos en el suelo.

-Si... supongo que este lugar podría ser bueno mientras conseguimos dinero para comprar una cafetera. - Abrió la puerta de la cafetería

Ambos amigos entraron y se dirigieron a las sillas desocupadas.

-Mira, aquí está la carta. - Decía Mordecai.

Mordecai observaba la carta sin darse cuenta de que la mesera venía a tomar su orden.

-Buen día, ¿puedo tomar su orden? - Dijo una voz femenina animosa.

-Si, quiero un café grande con tres de azúcar y un sándwich estilo americano. - Decía Rigby.

-Yo pediré un café grande sin azúcar y un... - Miró a la mesera y este se quedó sin palabras. - Un... ah...

Rigby solamente lo miraba sabiendo lo que pasaba.

-Creo que mi amigo pedirá un par de donas.

-Claro, en seguida se los traigo chicos. - Dijo aquella mesera.

-Si, eh, jeje, gracias. - Decía Mordecai tratando de no ahogarse con su propia lengua al hablar.

-Ohh amigo, veo lo que pasa, te gusta. - decía Rigby en un tono burlón.

-¿Que? Jaja, no, para nada, solo que no podía decidir que ordenar, es todo.

-Si, claro, te conozco Mordo, te cambia la voz y te pones sudoroso y comienzas a hablar en un tono más tonto que de costumbre. - Decía con los brazos cruzados.

-Ay callese, como si supieras lo que es enamorarse a primera vista, digo, no es que esto lo sea, ¿sabes?

-Si si, me doy cuenta.

-Aqui está su pedido chicos, dos cafés, sándwich americano para ti y para el chico alto las donas. - Decía la mesera mientras colocaba las cosas sobre la mesa. - ¿les ayudo en algo más?

-Si, eh, yo quisiera preguntar, si, om... bueno quisiera saber tu, ya sabes...

-Creo que quiere saber a quién darle las gracias - Dijo Rigby contestando por Mordecai una vez mas.

-Oh claro, mi nombre es Margarita, si vuelven otro día trataré de atenderlos, parecen ser agradables. - Dijo la mesera sonriendo. - Oh, debo dejarlos, debo tomar más pedidos, no duden en pedir cualquier cosa que se les ofrezca, que lo disfruten.

-Si... jeje, gracias... Margarita~
¿Viste eso mapache? Sin duda también está interesada en mi, la forma en la que nos dijo sobre atendernos... es magia, viejo.

-Si, seguramente, es una mesera, se supone que sea amable con todos sin importar como la traten.

-No no, estoy seguro de que habrá algo más.

Ambos comenzaron a desayunar y a beber el café que habían ordenado.

-Vaya, este debe ser el mejor café que he tomado en mi vida. - Decía Mordecai mientras seguía bebiendo el café.