Jearmin one shots

Here's your damn lemon cake, you asshole

Aquí está tu maldito pastel de limón, idiota

Resumen: Armin es mesero/panadero en el café de su abuelo junto a sus mejores amigos Mikasa y Eren.  Le encanta trabajar allí y le encanta hacer el artículo más popular del café: pastel de limón. Sin embargo, Jean es la única persona que no elogia el pastel de limón. De hecho, a pesar de ir y pedirlo todos los días, nunca lo come.

Armin ha tenido suficiente y va a confrontar a Jean sobre su forma de no comer pastel. Pero, ¿y si se enfada?

Y no Eren, Armin no le va a dar una patada en los huevos.

"Titan Cakes" es la cafetería en la que trabaja Armin Arlert. Debía de admitirlo, no era un lugar de 5 estrellas con docenas de personas haciendo fila afuera de las puertas, pero era un lugar agradable. Su abuelo lo abrió hace cinco años y desde entonces Armin trabaja allí todos los días junto a su abuelo y sus dos mejores amigos, Eren y Mikasa.

Reciben clientes esperados en una cafetería como la suya. Hombres con traje que aparecen para tomar un café rápido durante el almuerzo antes de salir corriendo de nuevo a su trabajo, ancianas en la esquina de la habitación con las que Armin habla de libros cuando no esta ocupado, abuelos con sus nietos de cara dulce. Era un lugar tranquilo para trabajar.

Bueno, lo sería... si no fuera por él.

Va al café todos los días alrededor de las cinco de la tarde. Tan pronto como Armin vislumbra su corto cabello castaño claro, siente que una pizca de ira comienza a gestarse en su cuerpo. No es grosero, al menos no con él, ya que en una de las muchas discusiones entre el chico y Eren, este último le echó café caliente al chico. Nunca se ha ido sin pagar tampoco, ni se ha quejado. Nunca hace nada que haga que un empleado odie a cierto cliente; es algo que no hace, lo que hace crecer la ira de Armin.

Armin prepara los pasteles de limón. Hace otras cosas, como las tartas de fresa y los croissants de chocolate, pero sus pasteles de limón eran el artículo más popular en la cafetería. Todos los que lo ordenaban lo amaban y le daban una alabanza; una realmente merecida, se levantaba cada mañana a las seis en punto para preparar los pasteles, de esa manera su abuelo podía venderlos durante el día mientras él y sus amigos se encontraban en la escuela. Además, escribió la receta él mismo, después de haber leído todas las recetas posibles de pastel de limón que pudo encontrar y haber decidido que haría su propia versión; obteniendo el éxito. Los pasteles estaban deliciosos, todo el mundo se lo decía.

Pero ese chico. El chico que pide un café negro sin espuma, sin crema, sin azúcar ni nada. Tiene su taza de café y su maldita estúpida rebanada de pastel de limón. Seguro bebe su café, lo consume todo, bebe su café pero nunca come su pastel de limón. De vez en cuando, mordisquea la guinda del pastel, pero luego deja el resto. Ni siquiera lo intenta. Después de eso, simplemente deja el dinero requerido sobre la mesa y se va antes de que el reloj marque las 5:30.

Y eso es lo que enoja a Armin. ¿Por qué el tipo pide el pastel si sólo lo va a desperdiciar?

La campana que indica la entrada de un cliente sonó en todo el café. Son las cinco en punto.

"La cara de caballo está aquí". Eren le anunció a Armin, señalando al chico que ahora estaba tomando asiento junto a la ventana como lo hacía todos los días.

"Sé que está aquí". Respondió Armin mientras limpiaba la encimera.

"Ve a servirle entonces, sabes que tu viejo no me dejará después del incidente del café". Recordó Eren.

Armín suspiró. "Estoy en eso..." Se deslizó a través de las mesas sin molestarse en traer su libreta y bolígrafo con él, ya sabía lo que este tipo iba a ordenar. Se ajustó el delantal antes de presentarse junto a la mesa del chico.