RULES | Minlix AU

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Hoy se había levantado con ganas de hacer donas, los ingredientes ya estaban listos. Saco unas cuantas cosas mas que necesitaba y ordeno todo.

Al final de la mesada estaba la chaqueta del castaño, la tomo en sus manos y luego olio el perfume de esta. Tan embriagador y exquisito como lo era Minho. Llevaban dos días en esa casa juntos, el plan de Felix seguía en pie y ahora que estaban juntos en un mismo lugar las cosas parecían mas incómodas.

El castaño ni siquiera hablaba, llegaba de la Universidad e iba directo a dormir. Felix no hacia nada al respecto y fue ahí donde comenzó a preguntarse si todo esto del plan estaba bien, ya estaba cansándose y le parecía absurdo todo eso. Así que decidió hablar con su amigo, Changbin, y terminar con ese absurdo plan que habían ideado.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando el castaño iba bajando las escaleras. Lo vio y su cuerpo tembló. El cabello de Minho estaba revuelto, y estaba completamente vestido todo de negro. Sus miradas se conectaron pero no se dijeron nada.

El mayor fue hacia la nevera sacando una botella con agua. En ningún momento dijo nada. Cuando estaba por subir las escaleras el rubio hablo.

__ Hasta cuando vas a seguir ignorándome? — Felix quien ya estaba en proceso de hacer las donas dejo todo a un lado y solo miro la espalda del otro.

Minho suspiro y se dio vuelta hacia el menor.

__ No te estoy ignorando, simplemente no me apetece hablar, punto — solto sin mas.

__No me hablas, llegas y solamente te vas a dormir — el rubio rompió el contacto visual con el castaño y miro hacia otro lado.

Minho paso sus manos por su cabello en forma de frustración y luego se dio media vuelta para volver a su habitación.

__ i¿Ya no me quieres?! i¿Te molesto!? i¿Es eso verdad?! — levanto un poco la voz ya que si hablaba normal era obvio que no iba a escucharlo, sus ojos picaban por las lágrimas que querían salir.

El castaño quien aun seguía dado vuelta, dejo la botella en el suelo y comenzó a caminar hacia donde estaba el pecoso. Miro las pequeñas lágrimas que se deslizaban por las mejillas del contrario y las limpio. El rubio observaba cada movimiento del chico. Minho puso su mano en la nuca del otro y lo acerco mas a el quedando cara a cara.

Ambos necesitaban eso y lo sabían, sus labios pedían a gritos que se juntasen y así fue. El primer beso, ese con el que ambos habían soñado por mucho tiempo. Sus labios por fin se encontraron, era un beso lento y tierno. Se separaron por la falta de aire. Felix tenia las mejillas ruborizadas y eso hizo que Minho lo volviera a besar.

__ Te quiero con cada parte de mi, te quiero tanto que duele — El mayor pego su frente a la del otros. Sus respiraciones eran irregulares, sus pechos subían y bajaban al mismo tiempo.

Volvieron a besarse y ambos descubrieron que habían desarrollado una nueva adicción. Los besos. Besaron a muchas personas a lo largo de sus vidas pero el beso entre ellos dos era de otro planeta. Los dos sentían que estaban flotando en una nube.

Minho tomo las piernas del pecoso y las hizo enrollar en su cintura. Felix rodeo el cuello del mayor haciendo que el beso se profundizará mas.

Lee comenzó a dar pasos hacia la segunda planta de la casa, en el camino solo se dedicaron a besarse.

Una vez que llegaron a su habitación, Minho deposito suavemente el cuerpo del contrario en la cama, se quedo viéndolo un rato y no podía creer lo hermoso que se veía con el cabello desordenado, los labios hinchados y las mejillas rojas.

__ Te vez tan hermoso — se acerco a besarlo de nuevo.

Siguieron con su ronda de besos y luego fueron las caricias, Minho paso sus manos por todo el cuerpo del contrario como si quisiera aprendérselo de memoria. Felix estaba en las nubes cuando sintió como el otro succiono su cuello.

Le pareció raro pero le gusto, sabia que dejaría una marca eso pero poco le importo.