plantas mojadas. (inarizaki) - kita

sabían que algo estaba pasando con aquellos dos.

Alana acomodaba las botellas de agua y las toallas, preparando todo para el partido amistoso, quería que todo saliera perfecto.

Traía dos colitas bajas, y algunos mechones de pelo rebeldes, traía un short deportivo y una camisa blanca manga corta, la chica traía unas ojeras notorias, le toco ponerse sus lentes hoy, ya que en la mañana no encontró sus lentes de contacto.

Anoche se quedó viendo videos de tácticas de vóley, quería ayudar más al equipo, y también sentirse útil.

Las chicos estaban practicando cuando sintieron la puerta del gimnasio abrirse, voltearon junto con alana.

El karasuno estaba entrando, al frente de todos un chico de baja estatura con el cabello naranja, irradiaba alegría, un chico de mirada seria y ojos azul oscuro.

Los capitanes se dieron un saludo y no tardaron empezar con el partido. Inarizaki gano le primer set, la chica se acercó con botellas de agua y toallas. Al último al que le entrego el agua fue a Kita, quien estaba algo agitado y con sudor recorriendo su frente, su mano temblaba ante tan sexy imagen, sus mejillas se sonrojaran por sus pensamientos indebidos, kita agarro le agua y la bebió con desespero, algunas gotas recorrieron sus mejillas, cayendo por su cuello, hasta adentrase en la camisa de él, dejando con curiosidad a Alana, queriendo saber más del recorrido de aquella gota.

-Gracias—soltó en un jadeo, sacudiendo el cabello de la pequeña, ya se había vuelto una costumbre, le gustaba ver los cachetes de ella volviéndose rojos ante su acción.

Alana se llenó de valentía y soltó unas palabras en susurro, que de seguro solo el escucho—lo estás haciendo bien, sigan así—y aunque solo fueran unas palabras sencillas, enternecieron el corazón de kita, vio las intenciones de la pequeña, motivarlo para que ganar el próximo set también, le dio una sonrisa de medio lado.

El peli-gris asintió, dándole un guiñito a la chica, que trago saliva en seco cuando lo vio regresar a la chancha trotando.

Los gemelos se vieron entre sí, sabían que algo estaba pasando con aquellos dos, la tención que había ahí, eso era algo, por sus sonrisas cómplices sabían que estaban pensado lo mismo.