Eso pasa a segundo plano cuando estas así

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-¿Qué te traes con nuestro capitán, alanita?

-Que-pues nada, ¿Qué más vamos a tener? Una amistad normal entre capitán y manager, jejeje

Atsumu la vio de arriba abajo, entre cerro sus ojos y se acercó, haciendo que la espalda de la pelinegra chocase con la pared, decir que no estaba nerviosa era poco, no quería que nadie, pero absolutamente nadie se enterara de su pequeño enamoramiento por kita, sería una completa vergüenza, ya se imaginaba la cara de incomodidad del peli-gris cuando se enterara.

-¿segura?

-segura segurísima.

-¿lo juras por tu gato?

La pelinegra paso saliva en seco, maldijo el día en que le dijo a los gemelos sobre su gato, que era técnicamente su vida, su hijito.

-Tengo...tengo que-¡Tengo que ir a pagar el recibo del gas! Si eso... ¡chaitooo!—salió corriendo súper rápido, y aunque le daba pena que la vieran correr con el bolso, no quería responder eso, sabía que iba a pasar, se pondría roja, comenzaría a sudar de las manos, tartamudearía y soltaría todo en un gran vomito verbal.

Cuando llego a casa se dio cuenta de que estaba sola, subió rápido las escaleras y se quitó los zapatos, para montarse en su cama, agarro a pompis y se dedicó a acariciarlo.

-¿crees que kita se fijaría en mí? Tiene muchas más pretendientes, más lindas, más deportivas, más inteligentes. Yo solo soy una niña de 1,55, súper sensible, que llora por todo y su comido favorita son los sándwiches con espinaca. Un muy mal partido, la verdad.

El sueño le gano y se durmió con pompis en sus brazos.

°°°

-buenos días sol—bromeo Suna cuando vio a la de baja estatura entrar al gimnasio con un nido de pájaros en su cabeza, tenía los ojitos rojos y el uniforme mal acomodado. Parecía que un terremoto le había pasado por encima.

-Buenos días equipo—saludo con voz adormilada y técnicamente tirándose en la banca, junto con las toallas.

Todos la vieron con extrañeza, ella siempre venia arreglada y el ánimo por los cielos.

-¿Estas bien? –le pregunto kita acercándose por la espalda que ella, poniendo una mano en su hombro.

-sí, simplemente no dormí bien—contesto con la voz algo agrietada, la miro no muy convencido y miro a sus compañeros, les hizo una señal para que se fueran a hacer los entrenamientos.

Agarro a alana de la mano y la saco del gimnasio, caminaron un rato por los pasillos en silencio, llegaron a un lindo salón con una balcón, la vista era hermosa, las flores danzando dulcemente por el aire, el cielo tan azul, como los ojos de ella, que estaban siendo admirados por el chico a su lado.

-Me gustaría saber que tienes.

-es una estupidez, disculpa la palabra—dijo sonrojándose ante su grosera.

-tranquila, te vez linda diciendo groserías—dijo mirando al frente, permitiendo que ella viese su perfil—y no creo que sea una estupidez lo que tienes. Así que dime, o nos quedaremos aquí todo el dia.

-P-pero ¡hay clases!

-Eso pasa a segundo plano cuando estas así. 

plantas mojadas. (inarizaki) - kitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora