mon amour. . . ❪ charles leclerc ❫

O1. eres única en un millón.

O1. ❛eres única en un millón.❜

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real life
🗣malena's pov
📍buenos aires, argentina
⌚15 de junio de 2O21

1 AÑO ANTES

sentir el aire fresco del campo entrar por mis poros se sentía liberador, como si después de mucho tiempo por fin pudiera respirar. Raven galopaba rápidamente hasta el establo donde se encontraban los demás caballos.

—buenos días, señora. — saludó uno de los gauchos que cepillaba a firefly, una yegua de pelaje completamente blanco, mientras iba entrando con raven a mi lado.

—buen día juan. ya te lo dije, puedes llamarme malena o male. no soy tan vieja. — bromeé.

—claro que no seño... malena. — el moreno se retractó en cuando lo miré "seria".

—bien, te dejo a cargo de este chico. yo iré a ver como le va a maría en la casa. —me despedí con un leve asentimiento, él correspondió y siguió con su trabajo.

desde que había decidido vivir en el campo, supe que yo sola no iba a poder con un lugar así de grande y con tantos animales que cuidar. no contraté a tantas persona porque no quería que tanta gente supiera que habitaba ahí, solo eran Juan, Martín y Grecia, los que cuidaban a los caballos y demás animales. 

luego estaba María, la había visto unas cuantas veces con sus dos hijos en situación de calle, siempre que pasaba les brindaba comida y un poco de dinero. pero no me bastó, así que un día le ofrecí trabajo en la hacienda. el trato era que si ella trabajaba para mi, ella y sus hijos vivirían conmigo y les brindaría una educación a los pequeños, Sofía y Santiago. ya había pasado un año de eso y los sentía como mi familia.

—¡hola mari! ¿y los peques? —dije entrando a la cocina, dejé mi sombrero y mi bufanda en la mesa y besé sonoramente la mejilla de la señora que cocinaba exquisiteces con sus manos.

—buen día señorita, están en la escuela. Javier las irá a busca en unas horas. —ella dijo mientras revolvía la salsa en una hoya. 

Javier Carabajal, él era la persona que había estado en mi familia desde que mi hermano era un feto, literalmente. era la persona que nos había visto crecer y se encargaba de cuidarnos, convirtiéndose en el tío Javi para nosotros.

—bueno, avisame cuando lleguen les tengo unas cositas. —sonreí inocentemente mientras ella me miraba seria. ella me había repetido constantemente que no los consintiera, pero esos niños eran tan dulces, cariñosos y agradecidos que te daban ganas de estrujarlos en un abrazo.

el sonido del teléfono que sonaba desde la sala logró captar mi atención, pero estaba tan cansada y sucia que solo me daban ganas de darme una ducha caliente y ponerme mis pantuflas y comer una buena polenta cocinada por maría.

—¿puedes atender por mi, por favor? iré rápido a bañarme. —subí corriendo a mi habitación cuando escuché una afirmación de su parte y dejé que el agua caliente relajara todo mi cuerpo.

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—¡tía lena! — gritaron ambos pequeños en mi dirección cuando entraron a la casa.

era gracioso, porque debido a la baja temperatura que hacía ese invierno su madre los abrigaba de más y solo se podían ver sus ojitos, boca y su pequeña nariz roja del frio de afuera.