Mark ama entrar a su oficina y ver los pequeños postres con su fruta favorita, que alguien deja ahí antes de que el llegué. Donghyuck es solo su asistente que entra siempre con su café a tiempo para admirar los brillantes ojos de su jefe por los pos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Donghyuck llegó a la casa de su mejor amigo y se dirigió a la puerta, antes de siquiera poder tocarla, Taeil abrió y se lanzó sobre el para fundirse en un abrazo, llevaban al menos tres semanas sin verse y era obvio que se extrañaban.
─ Hola, Taeyomi.
─ Hasta que te dignas por venir a verme, mal amigo ─ Soltó dramático a su amigo.
─ He estado un poco ocupado, y la verdad, vengo a buscar a papa John.
─ Ese soy yo, hola cachorro ─ Johnny apareció detrás de Taeil, y corriendo sin cuidado a su hijo, se acercó a darle un abrazo a Donghyuck.
─ Entonces, ¿ahora buscas a mi padre y no a mi? La traición.
─ También tengo algo que contarte, pero esto es importante.
─ ¿Por qué no vamos atrás? Estoy seguro de que le puedes contar mientras trabajamos.
Los tres se dirigieron al taller que tenía el Omega en la parte de atrás de la casa, porque sí, Johnny era un amoroso Omega, su Alfa lo había abandonado hace mucho tiempo, y se había mantenido firme por su pequeño cachorro.
Su pequeño cachorro que se había convertido en un gran Alfa que lo sobreprotegía. No dejaba a nadie acercarse más de la cuenta, gruñía a cualquier Alfa que lo veía con lujuria, y se encargaba de mantenerlo hidratado y alimentado en sus celos. No seria nada en ese momento sin su bebé.
─ Entonces, suelta la sopa.
─ Mark me está cortejando ─ Sacó el pequeño broche que se había quitado antes de bajarse del auto, para sorprender a su amigo.
─ ¡No lo puedo creer! ─ Soltó un chillido que sonó muy agudo para un Alfa.
─ Me llevó a una linda cena por una catarata y me hizo un lindo nido para que mi Omega no sienta su falta.
─ Que adorable, por fin se animó.
─ Siempre que Renjun y Jeno venian, nos contaban que Mark no creía que te gustara, por eso no se animaba a hacer algún movimiento ─ Habló el mayor, buscando un cuaderno para hacer el diseño del brazalete.
─ Estoy feliz de que lo hiciera por fin.
─ ¿Y ya le dijiste lo de tus desayunos?
─ No, aún no, y mañana tampoco porque tengo el día libre, quiero terminar esto lo antes posible para hacer oficial el cortejo.
─ Entonces debemos comenzar, ¿tienes alguna idea?
─ Tengo algo en mente desde hace algún tiempo.
Donghyuck le explicó cómo deseaba que fuera el brazalete, le dió la medida de la muñeca del Alfa, y le dijo que pensaba agregarle. Taeil les ayudo un rato hasta que les dió hambre y decidió ir a hacer algo de comer para todos.
