-Y por todo ese cariño que te tenemos Keisuke - dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue hecho especialmente para la ocasión-Queremos que formes oficialmente parte de esta familia, Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, La mano de n...
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" La decisión "
-___________(Tn), despierta - abrí los ojos con lentitud, como si la poca luz que había en mi habitación me hiciera daño. Mellisa estaba a mi lado apartando algunos mechones de cabello de mi rostro, se veía preocupada. Recordé la emoción con la que me despertó ayer y de inmediato sentí una punzada en mi pecho.
Ahora estaba comprometida.
Aún no me colocaba el anillo de compromiso, pero podía sentir un peso de más en el dedo en el que estaría. Me senté y le dediqué una mirada tranquilizadora a Mellisa, ella no debía saber sobre esto, tenía que creer que me casaría con Baji por amor.
-¿ Qué pasa, enana ? - Le pregunté sonriendo. Esto le estaba destrozando.
- Son las dos de la tarde - me dijo, mordiéndose el labio.
Había olvidado que hoy saldría con los demás al parque de diversiones. Me puse de pie y me di cuenta que Mellisa ya estaba vestida. Dejó a solas para que pudiera cambiarme, aunque su presencia no me molestaba, ni le avergonzaba.
Cuando acabé de abrocharme el último botón de mi abrigo, miré con odio la cajita donde dormía el anillo. Estaba sobre mi escritorio y parecía estar iluminado por el cielo. La abrí y sin pensarlo dos veces para no arrepentirme me coloqué el anillo. Lo contemple unos minutos hasta que Mellisa tocó la puerta para avisarme que mis amigos me esperaban abajo listos para irse.
Mis amigos. ¿ Cómo reaccionarán ante la noticia ? ¿ Qué pensarían de Baji si conocieran la verdad ?
Comencé a sentir lástima de mi misma, me había rendido ante el matrimonio incluso antes de luchar ¿ Tan débil me consideraba Baji ?
Una nueva oleada se irá le arrancó un gruñido de la garganta
No. No le haría las cosas tan fáciles. Si quería casarse conmigo no opondría resistencia, pero no por eso me convertiría en la esposa perfecta.
- Ya voy - le grité a Mellisa
Yo no acostumbraba a llevar maquillaje, aunque tenía algunas cosas que me regalaban. Me arregle lo más que pude y peine mi cabello hasta que quedó completamente liso. Era desagradable ver mi reflejo en el espejo y no reconocerme, pero si Baji deseaba guerra, eso obtendría.
- Ya estoy aquí- Exclamé con falsa alegría cuando bajé las escaleras. Emma y Hina me abrazaron al mismo tiempo para saludarme y me regañaron por quedarme dormida.
- Eres una holgazana - me dijo Emma
- No veo fallas a su lógica - le responde Yuzuha. Las tres reímos y entonces, los vi.
Salían de la cocina, cada uno con un trozo de Pastel de cumpleaños de anoche en las manos. Chifuyu tenía la mitad del rostro cubierto de chocolate e intentaba manchar a Takemicchi quien se alejaba lo más que podía de las sucias manos de Chifuyu.
