El exiliado del grupo !SE ARREPIENTE DE TODO¡

{3} Aventureros...

Desde la infancia me había ganado el respeto de todos los que me rodeaban, me gane el cariño de las amas de casa ayudándolas en sus labores domésticas, cargar bolsas o limpiar los lugares inaccesibles de los hogares no era mucho para mí, también me gane mi reputación entre los demás adultos transportando grandes carretas llenas de madera y por supuesto el respeto de los demás niños de mi edad fue más que duradero, con ese mismo respeto años después empezó mi grupo de exterminio, con el que mi reputación no paro de crecer.

No fueron pocas las veces en las que me llamaron "niño prodigio", todos mis conocidos en mi pueblo natal estaban convencidos de que si salía de ese pequeño pueblo, mi éxito y grandeza estaban aseguraros , es por eso que 2 años después de comenzar mi labor como exterminador me dirigí a la gran ciudad de ese territorio.

No fue nada fácil que fuéramos reconocidos en un entorno totalmente diferente al que estábamos acostumbrados, más aún cuando los lugareños nos veían como poco más que niños de un pueblo pobre, pero lo logramos, después de años de servicio, obtuvimos el estatus de los exterminadores número 1 del territorio... quien diría que eso se esfumo como el viento hace un día.

Ahora estaba abandonado, exiliado por los que solía considerar compañeros inseparables, por un momento pensé que si lograba estabilizar mi vida algún día podría verlos otra vez a la cara, con orgullo y no con miedo.

Pero todo eso ya no importa nada, desde el momento en el que me atreví a entrar al gremio de aventureros por culpa de un estúpido malentendido, mi nuevo título de "chico sin pelotas" fue escrito en piedra, no importaría la excusa que diera todos me tratarían como un chico al que le arrancaron las bolas y está tratando de ocultarlo de manera desesperada.

Perdón madre... perdón padre... me he convertido en una vergüenza para todo nuestro pueblo... todo está acabado.

"señor.. señor está bien?"

"eh?"

Enfrente mío estaba la misma trabajadora del gremio que me dio la bienvenida, parecía verme con cierto miedo.

"señor, ¡al fin reacciona!, estaba asustada de que no saliera de su estado de trance como la última vez"

Estado de trance... sí... creo que quedarme con una mirada vacía mirando hacia la nada recordando mi pasado glorioso se puede considerar como un estado de trance.

"sí, creo que estoy bien... espera, a que te refieres con ¿cómo la última vez?"

"señor... usted es la tercera persona que regresa de la excursión en ese estado"

"¿excursión?"

Había escuchado esto antes, el gremio suele realizar una o dos excursiones a gran escala orientadas a despejar el territorio de monstruos con gran capacidad de reproducción, es un evento benéfico donde no solo se salvan miles de vidas al matar a todos esos monstruos, sino que los aventureros también pueden generar buenas ganancias de él.

Aunque en este pequeño territorio muchos de esos monstruos ya habían sido exterminados hace mucho tiempo, en ese punto una excursión era una excusa donde los aventureros iban a beber y poco más.

"parece que aún está un poco fuera de sí señor, si lo recuerda la excursión de este año... ha sido particularmente difícil, los pequeños grupos de monstruos están organizándose en grandes comunidades, también su inteligencia ha crecido, han hecho estrategias complejas antes imposibles, escuchamos de un superviviente que han puesto trampas a través de los árboles, se esconden entre la maleza y atacan la espalda"

"QUE?!! Eso es verdad?"

Ese territorio no se caracterizaba por tener poderosos monstruos, de hecho la mayoría eran goblin, pequeños monstruos verdes con una figura ligeramente parecida a los humanos tribales, era suficiente un pequeño grupo de adultos armados para derrotarlos, eran fáciles de tratar, no eran rápidos y mucho menos fuertes, su inteligencia también dejaba que desear, iban en pequeños grupos que eran sencillos de separar y asesinar, claro que hay otras amenazas pero el problema de los goblins es su gran numero, si se dejan solos por mucho tiempo no se sabe cuáles serían sus números pero en unas semanas en la época reproductiva en su máximo esplendor se volverían algo peligroso como las ratas, no habría soldados suficientes para detener la catástrofe.