POV Sebastián: ¿Miedo? ¿A que?, A un simple sentimiento, obviamente no pude ser eso, soy un demonio incapaz de sentir emociones o sentimos, ¿Como podría tenerle miedo a uno? -no te hagas el desentendido, Sebastián, solo te engañas a ti mismo,- me dijo Alea, mientras caminaba hacia mi, -te conozco, el tener la idea de proteger a Ciel durante el tiempo que estuviste con el te hizo fuerte, pero también es tu debilidad, -¿Tu cómo sabes lo que pasó o lo que hice durante el tiempo que estuve con el joven amo?- le pregunte en un tono más relajado, -jaja...sabes que se esparcen los rumores, después de un tiempo de tu ausencia, no pude evitar echar un vistazo- si que eres entrometida- le dije de manera burlona, -si me lo dices tú, no sé oye tan mal- me respondió sonriéndome, -pero no puedes dejar ese tema, y seguir escondiendo ese sentimiento- nuevamente eso, ella parece más terca que yo, -no voy a cambiar mi decisión, no tengo nada más que explicar- volví a insisterle, no tenía más que pensar respecto a eso, no voy a aceptar nada, -...bien,solo espero que no te arrepientas de nada- me dijo sería para después dirigirse a la puerta y parar ahí -aun tienes siete días, Sebastián- término para por fin salir.
Estaba vagando por los pasillos de la mansión, mientras pensaba y recordaba mis noches en la mansión Phantomhive, cuando solo me paseaba por los corredores, cuando una molesta presencia interrumpió mi serenidad -¿Otra vez, Aluca?- No puedes excluirme así de fácil, escuché todo, ¿No tienes nada que esconder verdad?- me preguntó mientras me aprisionaba con sus manos en una pared, -no, y aún que así fuese, no tengo porque decirte nada- le dije de manera fría, llegaba a ser muy insistente en algunas ocasiones, no quería lidiar con ella ahora, -nosotros no podemos sentir, lo sabes, solo procuramos lo carnal, ese deseo que nos tenías antes de que ese mocoso te invocará- deja de llamarlo así- no usaré su nombre, tu nos ordenaste llamarte por el que el te puso, el de un perro...- ella sí que sabía hacerme enojar, no soporte su actitud, aparte sus manos y la tomé del cuello, ahora ella, contra la pared, -no tienes autoridad para decir nada, Aluca, no te creas especial, no hubo ningún deseo, únicamente fue por necesidad- una necesidad que volverá al no haber comido el alma de ese niño, haha...solo esperaré para poder volver a sentirte, ¡Cuando ya no puedas del hambre y regreses a nuestro cuerpo que fue por lo que nos encomendaron a ti!..- con eso último termine por lanzarla sin que cayera al piso; después de mi contrato con el joven amo, ella y todo había cambiado mucho, -se que se los entregaras, así podrás librarte de esa maldición, de el...- me le quede viendo sumamente molesto; maldición, maldición, ¿Eso es? El que tenga que estar eternamente con el joven amo, ¿Es una maldición?...nunca, ¿Hubo algo más?. ¿Yo...que siento por el joven amo? No, no hay nada, no existe ningún sentimiento..."tienes miedo a eso, a ese sentimiento..." Al recordar las palabras de Alea, no pude evitar enojarme más, tanto que termine golpeando la pared dejando una marca, y con los ojos de demonio, lo que soy, un demonio incapaz de sentir...-entonces, se los entregaras, ¿Verdad?- me preguntó, pero fue con mucha seguridad de que mi respuesta fuese un "si", -yo...- no soy ningún perro para que estén decidiendo que hacer conmigo, Sebastián- no me percate en qué momento llegó el joven amo con Alea. Lo que no quería era que se enterase, al menos no aún, pero ya era tarde para eso, -Alea ya me dijo todo- ¡Ha! Así que nuevamente vuelves a abrir la boca- tu también ya has dicho mucho Aluca- dijeron ambas; no tenía idea de que decirle al joven amo; por primera vez como mayordomo de los Phantomhive, no sé qué hacer...
-No será decisión tuya o de alguien más, Sebastián; aunque te pese, sigues siendo mi mayordomo, así que me tienes que obedecer, yo soy quien decidirá que es lo que quiero- dijo el joven amo, no es así como quería que lo viera, no es así como quiero que esté. Mi fortaleza es mi debilidad también, ya no quiero seguir así...-joven amo, yo...- no hay nada más que decir, me iré con ellos y punto, esperaremos hasta que los siete días terminen...- no me dejó terminar; y así, decidido a irse sin saber a qué, solo siguió su camino, como siempre. Paso a mi lado, seguido de Alea; no quería dejarlo ir, sentía que se me hiba la vida, quería agarrarlo, quería que se quedará, quería hablar con el, aún así, por mi orgullo y mi miedo, no hice nada más que seguir mi rol como el mayordomo que no desobedece a su amo y hacer un pequeña reverencia con unas secas palabras que odie aver dicho en ese momento -...yes, my lord-.Holaaaa, perdón la ausencia, tenia planeado subir cap el domingo, pero tuve problemas con la app y estuve algo ocupada por la escuela, pero aquí el capítulo V (◠‿◕), hasta el fin de semana!
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✧Mi hermosa maldición✧
FanfictionDecir que no crees en el amor, es fácil, pero tú no eliges que llegue a ti. Después de un tiempo, nuestro querido conde, Ciel Phantomhive y su fiel mayordomo, Sebastián Michaelis, tratarán de seguir con sus vidas, enfrentando nuevos retos y personas...