POV Ciel: Estaban los tres parados en frente mío, se formó un silencio incómodo que terminó rompiendo mi mayordomo -bien joven amo, ellas son...mis súcubos -¡¿Qué?!- pregunté al instante de que terminara, obviamente una sola respuesta sin una explicación no es suficiente para entender -me fueron encomendadas junto con este lugar en el infierno- luego de esa corta respuesta, miró a la chica que se encontraba a su derecha, como si le indicara algo, fue la que se quedó conmigo hace un rato -bueno, fue desconsideración de nuestra parte el no presentarnos contigo; yo me llamo Alea, soy una demonio nocturno y reina de los súcubos, un gusto- termino de hablar la chica, de alguna manera me imaginaba que fuesen demonios, al estar en el infierno...
Esa chica tenía el pelo negro con las puntas blancas y los ojos rojos como los de Sebastián, era más baja que el y llevaba puesto un vestido blanco con cuello de olanes y mangas abiertas, con un corset negro con colas como las del chaleco de Sebastián. -si- Le dije mientras me ponía de pie frente a ella, para luego voltear a ver a la otra chica, -¿Y tu?- le pregunté, ella parecía estar molesta, tenía los brazos cruzados y me miraba con recelo; vestía una falda de rosas rojas con detalles negros igual que su blusa y un corset a juego con la falta, tenía igual el pelo negro pero con las puntas rojas igual que los ojos; parecía no agradarle mucho, pero poco me importa eso, -yo soy Aluca, también soy un súcubo; yo agotó a los hombres extrayendo su sangre y los llevo al suicidio...- me dijo acercándose a mi con las manos en la cintura y agachándose para quedar a mi altura; igual que la otra, sin respetar un centímetro de mi espacio personal -asi que cuidado con no hacerme enfadar- y por cierto, ambas somos hermanas - ¡Tks! ¿Tenías que mencionar eso?- dijeron ambas en una conversación corta; yo solo las mire serio -Eso es algo que realmente no me interesaba- voltearon a verme los tres -sin embargo, por lo último que dijiste ni te preocupes, que no tengo intenciones ni ganas de mantener una plática contigo- la chica se molestó aún más y estaba a punto de agarrarme cuando su hermana la sujetó tratando de contenerla -¡Bien, bien! Creo que es todo de nuestra parte así que...los dejamos para que...hee, hablen de lo que sea que quieran hablar- dijo saliendo con dificultad por su hermana que no dejaba de forcejear y decir cosas vulgares. Sebastián y yo nos quedamos los dos solos, durante todo el rato solo se mantuvo como poste; nos quedamos viéndonos por un rato, pero me empecé a sentir incómodo, "¿Desde cuándo me incomoda su presencia?" Pensé, pero no podía apartar los ojos de esa mirada profunda -¿Y?, ¿No tienes nada más que decir?- le pregunté, el estaba extrañamente serio, -No realmente, ¿Usted desea algo más?-...-no, estoy bien- solo le informaré que pude ir a donde desee; viviremos un tiempo aquí- bien- me dijo cuando yo estaba caminando hacia la ventana de esa casa, había un paisaje seco y nublado, como si fuéramos los únicos en ese lugar, y pensar que nos quedaremos aquí... -y una última cosa joven amo, más tarde me ausentaré un rato, debo ir a atender unos asuntos- ¿Qué asuntos?- le pregunté sin verlo, pero tardo en responder -¿Quiere que se lo diga? - Te pregunto porque quiero saberlo, pero si no me quieres decir, no lo hagas- dije frío y desinteresado, el no volvió a responder, -entonces, con permiso- dijo para finalmente salir de la habitación hacia el lugar que solo él sabe -...¿Qué le pasará?- dije en voz alta para mí.POV Sebastián:
-"¿Qué le pasará?"- le escuché decir a mi amo fuera de la habitación, ¿Qué me pasa?, Solo es el enojo, no puedo evitar sentirme enojado por esta nueva vida, sentirme enojado, con el...No, no me importa eso. Antes de seguir debatiéndome, me encamine hacia el "asunto" que debía atender, cuando una mano me jalo hacia la biblioteca, -¿Qué quieres, Aluca?- ¿De verdad se quedará?- No puedo hacer nada para cambiar eso, y tampoco puedo seguir perdiendo tiempo explicándote algo que ya está claro- dije con intención de salir de ahí, pero ella nuevamente me jalo, que molestia -tu sabes que nosotras no somos niñeras, te obedezco solo ti, te deseo solo a ti~, así que...¿No sería mejor deshacernos de ese niño que solo se convertirá en una molestia y estorbo para nuestros jueg...- me dijo dirigiendo su mano hacia un lugar que no debería y de manera provocativa, pero ni siquiera deje que continuará, no tenía ni las ganas ni el tiempo de pensar en eso, así que le sujete la muñeca con fuerza -En estos momentos, la única molestia eres tú, ya te dije que no tengo tiempo y la situación ya está aclarada, así que con permiso- le dije soltando su mano y dirigiéndome a la salida, -¿Crees que puedes engañarme?, Te fuiste por una "buena alma", y regresaste con una maldición... Estas débil porque no has comido, no necesito tentarte, el hambre hará que regreses para alimentarte de mi cuerpo, yo solo esperaré...- sin contestarle, salí de ahí; después de un rato de estar caminando por la mansión, regresaron a mi esas palabras, -asi que...¿Una maldición?- dije para mí mismo, "¿Qué le pasará?" ,-Joven amo...- me quedé a mitad del pasillo pensando para mí, hasta que una voz me interrumpió -¿Piensas en el?- me preguntó Alea, -No puedes decirme que no, obviamente es eso, ya que debes explicarle a él y a "ellos", -...no creo que sea bueno decirle todo en un segundo, es probable que en estos momentos ya tenga varias dudas- ¿Hablaste con el?- No le dije nada más, no me siento de humor para tenerlo en frente todo el tiempo- dije con cierto tono de molestia -solo recuerda que no es tu culpa, pero tampoco de el, no creo que le hayan preguntado si quería ser un demonio o no-...- ya no le dije nada respecto a eso, no tenía ganas de hablar; al voltear a verla, noto que lleva una bandeja de te consigo -¿Es para el?- le pregunté acercándome a ella -si- me quedé viendo la taza de té un rato, de alguna manera recordaba los primeros días en los que viví con el joven amo después de hacer el contrato, tenía...¿Nostalgia?, No, eso no era posible, los demonios no podemos tener sentimientos -ven, lo cambiaré- le dije volviendo a dar una imagen seria, ella solo me siguió a la cocina.
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✧Mi hermosa maldición✧
FanficDecir que no crees en el amor, es fácil, pero tú no eliges que llegue a ti. Después de un tiempo, nuestro querido conde, Ciel Phantomhive y su fiel mayordomo, Sebastián Michaelis, tratarán de seguir con sus vidas, enfrentando nuevos retos y personas...