La reunión fue lo de menos. Los del municipio solo querían saber qué proyectos tenían planificados para los próximos cuatro años dentro del PME (Plan de Mejoramiento Escolar) y que ellos, como municipalidad y Corporación, pudieran controlar algunas cosas. Aurora no dijo nada notable, solo reafirmó las ideas de Héctor, para demostrar que no iba de adorno, pero fue él quien lideró todo. Ella disfrutaba verlo trabajar a modo de autoridad y el encuentro fue un momento de fantasear un poco con este hombre tan seguro de sí mismo.
Lo difícil fue el camino a la reunión. Aurora no había tenido oportunidad de estar a solas con Héctor hasta ese día, e ir en el auto era la ocasión perfecta para confirmar algunas de las cosas que suponía de él. Pero siéndose honesta, esto le generaba un poco de nerviosismo, y no de ese agradable, sino uno que la tenía con dolor de cabeza. Él le había dicho que el trayecto sería de máximo 40 minutos y que si quería podía poner música para el viaje.
— ¿Quieres escuchar algo en específico? – Aurora no se quería arriesgar a colocar música que a él no le gustara, y pensó que así podría conocer si compartían algún gusto musical.
— Sorpréndeme – le dijo casual mientras giraba el manubrio del auto para doblar en una esquina. – Muéstrame lo que estés escuchando ahora. Si quieres puedes conectar tu celular y mostrarme lo que estás oyendo en Spotify.
— Te vas a reír, pero llevo un par de días sin escuchar música – era verdad y no una excusa para no mostrarle lo que estaba oyendo – estoy escuchando podcast para ir y venir del trabajo, así me actualizo un poco de temas que sean actuales y me rio también.
— Mira tú. – le dijo con una sonrisa – te hacía escuchando algo bien romántico.
El comentario sacó una carcajada fuerte de Aurora, pero que esta controló. No quería pasar vergüenzas.
— Tampoco sabía que te podías reír tan fuerte – le dijo mirándola, girando su cabeza por un segundo para seguir mirando al frente – Me gusta – remató.
— Perdón, es que me causó gracia – Aurora se hundió en el asiento.
— ¿qué fue lo que en concreto te dio risa? – le preguntó con una sonrisa grande, pero con ojos curiosos.
— El hecho de que creas que escucho música romántica. – Aurora abrió los ojos bien grandes y lo miro antes de volver a mirar por la ventana. – Es lo que menos oigo, o diría que casi nunca. Me gusta el pop, lo bailable, las bandas sonoras de las películas que me gustan. Eso es lo que me gusta – le dijo sintiéndose un poco molesta de que pensara que era una sentimental.
— Wow wow – le dijo frenando en una luz roja - ¿Por qué crees que ser romántico es algo malo? Además – no dejó que Aurora contestara – la música pop es romántica, habla de amor y desamor, pero claro no es una Rocío Dúrcal o un Armando Manzanero que te van a tener llorando mientras cantas.
— Primero, que de señora tus conocimientos de musica romantica y segundo, no es que crea que ser romántico es malo, pero prefiero disfrutar del ritmo de una canción que replantearme mi vida amorosa con cada estrofa que escuche. El baile ayuda a desestresarse, además. Digamos que la letra no es algo a lo que le ponga mi full atención, sino a lo que me causa. Cuando me gusta mucho el ritmo y lo que siento, es ahí que busco lo que dice.
— Bien esquiva tu respuesta te diré. Estaba esperando por qué crees que el romance es malo y obtuve una refutación de lo bueno que es bailar. De ti no voy a obtener indicaciones muy personales por lo que veo – chasqueo la lengua – y yo que tenía tantas ganas de conocerte.
La mirada que tenía Héctor en ese momento le llenó el cuerpo a Aurora de puros pensamientos pecaminosos. Si ella hubiera tenido otra personalidad, tal vez más confiada de si misma en estos aspectos, se le habría acercado para besarlo o le habría contestado con algo sugerente, porque se notaba que el comentario iba con intenciones coquetas, pero prefirió fingir que no entendía la situación que se generó entre los dos, o eso creía, puesto que en realidad estaba muy concentrada mirando los ojos de él. Así que cuando tocaron la bocina para que avanzaran, que había dado luz verde, dio un salto, causando la risa de su conductor.
ESTÁS LEYENDO
Educando con pasión
No FicciónAurora es una profesora de primero básico que cree que tiene la vida estable y rutinaria que siempre quiso. Sin embargo, no cuenta con la excitante presencia de Héctor y Max, dos hombres que el destino le ha colocado delante y que la vuelven loca. ¿...