El eco de nuestros pasos es lo unicó que llena el vacío camino a la reunión con el consejo. Los soldados Heer de guardia hacen sus respectivas reverencias y abren paso al gran salón donde se definirá qué pasará con nuestras vidas.
—Altezas, sabemos que este es un momento difícil para ustedes, lo ocurrido con el rey nos pone a todos en aprietos. Es una situación muy compleja, pero es hora de que alguien ascienda al trono y, pese a sus claros deseos, lo ideal es que sea su primo, el príncipe Eduard.
—Lo sé, Lord Kasír, pero eso no va a suceder —dije con voz firme, ocultando el temblor de mis manos bajo la mesa.
—Alteza, las normas son claras, usted no puede reclamar su derecho al trono antes de cumplir la mayoría de edad, necesitará de un regente que asuma el mando temporalmente —respondió este.
—Exacto —dijo Eduard con tono arrogante—. ¿Dónde piensas encontrar a esa persona?
—De eso me encargaré yo —Axel, quien hasta ahora había sido ignorado se llevó la atención—. Asumiré el rol de regente hasta que el príncipe Ethan pueda ser coronado .
Un incómodo silencio invadió la sala. Permitir que el soberano de otro reino sea regente es insólito, jamás se ha visto algo como eso por lo peligroso que puede llegar a ser gracias a la inminente posibilidad de que este actúe en beneficio de su propio reino e intente apoderarse del otro y particularmente con Axel, que había participado en la rebelión, tenían mayor desconfianza. Por ello, lo más común es que otro miembro de la dinastía tome ese lugar, en busca de preservar el legado y la dinastia en el trono, pero esa no era una opción. Si Eduard llegase al trono, todo habría sido en vano. Se repetiría la misma historia, Eduard finge tener ideales pulcros y rectos, pero su ambición es más grande de lo que parece y solo le interesa el poder. Siempre intentó manchar mi imagen frente a mi padre y el consejo. Era claro que solo quería sacarme del camino para convertirse en el próximo de la línea de sucesión. Lo supe aquella noche que intentaron deshacerse de mí, pero como era de esperar, pese a la confesión del mercenario y las pruebas palpables, todos fingieron que nada había pasado y, por el contrario, lamentaron que el trabajo no se haya terminado. Mi padre lo crió como un hijo, como ese hijo que siempre quiso: fuerte, rudo, imponente... cruel. Perfecto a los ojos de todos.
—Esto es absurdo, ¡no voy a permitir que mi dinastía termine en manos de un rey oportunista que se unió a ti en esta traición!
—Le recomiendo que cuide su lenguaje, príncipe. No creo que deba recordarle que se está refiriendo a alguien superior a usted, así que mejor guarde la compostura y muestre aunque sea un mínimo de respeto. Debería estar agradecido con el príncipe Ethan por haber derrocado a ese tirano. En realidad, todos deberían estarlo.
La voz de Axel pareció enfurecer aún más a Eduard
—¿Por qué no hablamos en privado un momento mientras todos se calman? —me susurró Liam, acercándose a mí por detrás.
—Bien —respondí mientras hacía una señal hacia Luke.
Salimos en silencio mientras ellos discutían y nos dirigimos al jardín de la parte trasera, un lugar que se había deteriorado con el paso de los años, aunque pese a eso conservaba su encanto. Nos sentamos bajo un gran árbol sin decir nada durante unos segundos.
—¿Por qué? —preguntó Luke.
—Él nos ayudó en la rebelión, confiamos en él en ese momento. ¿Por qué no hacerlo ahora?
—Una cosa es una guerra y otra muy distinta es entregar el trono y el futuro de la dinastía a un sujeto que escasamente conocemos —replicó.
—Además, esto va demasiado rápido, Ethan —intervino Liam—. No tienes idea de la cantidad de preguntas que tenemos y-
—Lo sé, lo sé —le interrumpí poniendo una mano en su hombro— y prometo explicarles todo, pero ahora no tenemos otra opción. Esta es nuestra única salida o de lo contrario, estaremos en manos del consejo y de Eduard.
Otro silencio.
—¿Creen que debimos pensar mejor las cosas antes de...?
—¿Te arrepientes? —preguntó Luke.
—No, no es eso, es solo que, ¿y si...? ya saben, estamos en la nada ahora, todo puede pasar, y ¿si las cosas no se dan a nuestro favor?
—Todo estará bien —dije, tomando sus manos, tratando de mostrarme lo más seguro posible—. Tenemos a los Heer, al pueblo y a varios líderes de las grandes ciudades de nuestro lado. Ya nadie tiene que ocultarse, ni vivir con miedo, todo va a mejorar a partir de ahora, estoy seguro —mentía, claro que lo hacía, pero ¿qué era mejor?, ¿tranquilizarlos con mentiras o demostrarles que incluso yo tenía dudas sobre lo que hicimos? No quería preocuparlos más—. Tenemos que confiar en Axel. Será poco más de un año. Estaremos bien.
—¿Y tú realmente confías en él? —preguntó Luke—. Realmente, Ethan, ¿confías en Axel?
—Sí.
Entramos nuevamente a la sala donde reinó un silencio más que extrañamente y parecía normal, mientras las miradas de todos caían sobre nosotros.
—El rey Axel será el nuevo regente hasta que yo cumpla la mayoría de edad. Una vez eso ocurra, la corona se me será entregada y yo seré el gobernante como corresponde. Es todo, está decid...
—Por favor —Eduard me interrumpió— eso es simplemente absurdo, Ethan.
—El príncipe Ethan es el primogénito y heredero. Que no cumpla con un requisito como ese no le quita su derecho al trono —intervino Axel.
Eduard iba a protestar, pero Lord Kasír lo detuvo susurrándole algo.
Ellos lo sabían. No serviría de nada pelear o intentar atacarnos cuando todo el palacio estaba custodiado por los Heer y los guardias de Axel que facilmente podrían encerrarlos a todos y estarían fírmando su sentencia de muerte, pero que no actúen ahora no significa que se quedarán de brazos cruzados.
—La ceremonia oficial será lo antes posible y si no hay nada más que añadir, pueden retirarse.
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Trono sangriento
FantasyEl rey está muerto y una nueva era había comenzado, debíamos prepararnos para arriesgar todo y proteger a quienes queremos. Ethan, Liam y Luke se ven envueltos en un oscuro camino tras derrocar y asesinar a su padre, la mayor traición que podrían co...