Seré callada, juro que lo seré.
Mi boca estará sellada cada vez que decidas hablar, dejaré de existir si vuelves a sostener mi mano.
Mataré mis labios si tan solo vuelves a susurrarme que amas.
¿Podría quedarte?
Este lugar me mantiene fría, mis brazos se congelan y no tengo intenciones de huir.
Quédate aquí, justo como yo lo hice.
Abrazame, y luego podemos olvidar todo lo ocurrido.
Juro que no llorare, sigo soñando cuando estoy contigo.
Estoy cansada.
Preguntaré si puedo dormir, preguntaré si puedo quedarme más.
Estoy agotada.
Me iré una vez que descubra cómo pagar el valor de mi cuerpo.
Estoy rota.
Dejaré lo que estoy siguiendo, dejaré este lugar, a esta gente.
Y volveré a dejar a los que tanto persiguen mis pesadillas.
Tocaré el fondo, y sabré que era lo que mi madre deseaba.
Mi mente es sensible a el ojo humano.
Nada.
No hay nada.
Mis palabras no son nada, mis sentimientos no son nada.
Este palacio, este vestido, este cuerpo.
Soy yo, todo esto soy yo.
Porque solo soy un objeto, un momento y un título.
Esta boda, este beso.
No soy yo, no puedo ser capaz de amar a alguien cuando mi corazón está dañado.
No puedo estar intentando llenarme, pero no escucho las palabras, no escucho mis pensamientos.
El diablo se mete a tus pensamientos y te repite lo que eres y haces, cuando más lo pienso es una salvación para los que nacen.
Se que el tiene razón, pero solo trato de culpar, al igual que todos.
Porque nadie es diferente, solo somos copias de otras copias, sobras de comida, cuerpos vacíos y sucios.
No soy nadie, al igual que todos, al igual que tú.
