Hasta Que Te Conocí

Recuerdos

22 de agosto, 1984, Nueva York, Preparatoria Corvell, 9:12 am.

-Dos horas...-

-¡Lo sé! ¡Perdóóóóón!- Juntó las manos en señal de ruego hacia su amigo -De verdad no era mi intención llegar tan tarde-

-¡Dos malditas horas aquí parado, Taehyung, esperándote, tratando de entretener a los chicos nuevos mientras que TÚ estabas quien sabe dónde, haciendo quién sabe qué, pero seguramente te estabas divirtiendo mucho!-

-Solo...me desvié un poco...-

-Ah, no me digas, te desviaste y por casualidad llegaste al trabajo de tu hermano y ya que estabas ahí decidiste hacerle SUS deberes-

-Bueno si...¡pero no disfruto hacerle favores!-

-¡Pues parece que sí!-

-Oigan...lamento interrumpir pero...¿podrían darnos ya nuestro recorrido? Tengo clase en menos de una hora- Decidió interferir uno de los chicos de intercambio.

-Oh, claro que sí amigo, solo permíteme un momento- Le sonrió amable al chico y después miró a su amigo borrando esa sonrisa tan encantadora que lo caracterizaba -Por tu culpa perdí mi primera clase y mi desayuno, así que por castigo darás el recorrido tú solo y yo iré a desayunar con Yoongi-

-¡¿Qué?! ¡Oye, no puedes hacerme eso!- Hizo un puchero tratando de hacer que su amigo cambiara de opinión.

-Claro que puedo y lo haré, adiosito- Salió de aquel pasillo con una sonrisa.

-¡Ey! ¡Vuelve acá!...¡JIMIN!-

-¿De verdad se fue?- Preguntó otro -Yo quería que el chico lindo nos diera nuestro recorrido-

Taehyung suspiró y no le quedó más que hacerlo él mismo, sabía que él tenía la culpa y lo tenía bien merecido.

-Bien...por favor, acompañenme para mostrarles la escuela- Dijo no tan animado y los chicos caminaron tras de él.

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2 horas antes

-Llegamos- le anunció Jackson a su hijo de ahora 17 años -...Estás...seguro? Sabes que no es necesario que asistas a la escuela Jungkook, además aún no estás listo, las personas aquí afuera pueden llegar a ser crueles, se burlarán de ti por no poder comunicarte como ellos lo hacen. Regresemos, ¿si? puedo seguir enseñandote en casa- Dejó de hablar al sentir un toque en su brazo, volteó a ver al chico quién lo recibió con una sonrisa tranquila seguida de un movimiento de manos. Entendiendo bien ése "estaré bien" en lenguaje de señas, suspiró -Bien...pero prométeme que si algo pasa vas a llamarme, la escuela está llena de teléfonos o hazle saber al director sobre cualquier problema que tengas, ¿Okey?-

Jungkook entendía bien la preocupación que tenía Jackson pero tampoco quería seguir siendo una carga para él, mucho menos después de que lo hayan saturado de trabajo debido a que faltara a la fábrica donde trabaja por estar dándole lecciones de aprendizaje a él. Además, desde hace algunos años, Jungkook había querido asistir a la escuela, no necesariamente para aprender sino para probar un poco del aire libre e intentar por milésima vez socializar con el mundo exterior.

Soltó un suspiro apenas audible y asintió a la petición de su padre. Bajó del auto y se dirigió a pasos lentos hacia la entrada de la escuela. Se moría del miedo, no iba a negarlo, las pocas veces que había salido de su casa no se comparaban con esto, ya que iba en compañía de Jackson y no caminaban más de tres cuadras de su casa.