Solo mía

Capítulo 2: Recompensa.

Capítulo 2: Recompensa.

Marcy se hallaba poniendo la mesa y sirviendo comida en esta para sus invitadas, las cuáles llevaban cómo una hora en el baño duchándose.

—Seguramente deben estar muy sucias —dijo con una sonrisa tranquila. Se apresuró entonces a poner todo en orden. —Veamos, un par de hamburguesas para cada una en cada plato, junto con papas y un refresco con azúcar. —Dijo mientras terminaba de servir todo.

No era cómo si hubiera cocinado. Sólo sacó la comida chatarra que tenía en el refrigerador y la calentó en el microondas para luego servirla.

Sabía mucho de ciencia y muchas cosas sobre tecnología pero nada de nada de cocina.

Se asomó por las escaleras para ver si las chicas aparecían pero estas se oían aún en el baño.

—Espero no se queden sin agua caliente, no me gustaría que Anne se resfrie —dijo preocupada.

Y como si sus preocupaciones fueran escuchadas vio que la puerta del baño se abrió y ella se aparto de las escaleras para volver a la cocina.

No quería que la vieran espiando.

Escucho que se acercaban pasos bajando la escalera. Ella simplemente cerró sus ojos y con una enorme sonrisa exclamó...

—¡Espero que tengan hambre por que la comida esta lista! —Extendió sus manos mostrando lo que había preparado o mejor dicho calentado con total orgullo.

Las chicas bajaron las escaleras y vieron con una sonrisa lo que la dueña de la casa les mostraba.

—Uy comida, que bueno me muero de hambre —exclamó Sasha quién usaba una bata de baño de color verde con una letra M en el pecho. Obvio era de Marcy.

Mientras la rubia se ponía a comer Anne la miraba con enojo.

—Disculpa a Sasha y sus modales —dijo Anne apenada.

—No te preocupes, mi casa es su cas-AAAAAAAAAA... —Marcy había abierto sus ojos y abrió su boca en exceso al ver el estado en el que se encontraba Anne.

La morena únicamente tenía una toalla verde cubriendo su cuerpo. Pero esta era tan pequeña que dejaba gran parte de sus muslos y pechos al descubierto. No tanto pero lo suficiente como para que la pelinegra empezará a babear.

—Disculpe que me muestre ante usted en este estado señora Marcy pero no quería agarrar una de sus batas sin su permiso jeje —dijo Anne apenada. —No como otra que conozco.

Vio a Sasha con enojo.

Está simplemente rodó sus ojos y siguió comiendo de las deliciosas hamburguesas sin muchos modales que digamos.

—Oye no iba a salir desnuda del baño —se defendió Sasha con la boca bien llena. Luego sonrió de forma pícara. —No como otra que anda enseñando mucho jeje.

Anne puso una expresión muy molesta. Volteo a ver a Marcy y le dijo.

—¿Verdad que a usted no le molesta que ande así verdad? —Preguntó con una tierna voz. —¿Verdad?

Se extraño al ver que Marcy estaba paralizada en su sitio. La pelinegra tenía la mirada fija en los enormes pechos de la morena. Eran tan grandes como su cabeza o mucho más.

Luego se sonrojo aún más al ver que Anne la estaba observando fijamente con una enorme sonrisa a traviesa.

—Ah... Ah... Ah... —Marcy miraba a todas partes como buscando algo con que excusarse. La morena si que la ponía nerviosa. —¿¡Y como han estado!? —Preguntó en un sonoro grito mientras ponía sus manos sobre los hombros de Sasha y la miraba con una enorme sonrisa extraña.