Solo mía

Capítulo 3: Ay Dios.

Capítulo 3: Ay Dios.

Marcy toda su vida había sido una persona de ciencia. Creer que hay un ser divino que controla nuestras vidas para ella siempre fue algo sin lógica.

Aunque lo que le estaba pasando en estos momentos en donde tenía a su disposición a la chica de sus sueños en frente suyo y a la que conoció apenas hoy pero la cuál reunía todos los requisitos para ser su esposa, pues dejaba en duda sus creencias sobre la creación del ser humano.

—"¿A-acaso Dios existe...? Si es así, necesito una señal" —Pensó mientras temblaba.

—¿Qué tan buena eres teniendo sexo? —Preguntó Anne con una sonrisa coqueta.

Marcy abrió su boca en exceso al tiempo en que su rostro adoptaba un tono rojizo bien incandescente. Parecía que su cabeza iba a explotar.

No podía creer que Anne quisiera estar con ella en la cama.

—"¡Oh por la madre de toda la ciencia, Dios es real!" —Pensó alarmada.

Uno de sus sueños se estaba cumpliendo. Estaba a punto de tener relaciones con una bella chica.

Pero aunque le fascinará la idea, no aunque le encantará la idea y era su mayor deseo, pues debía detener las cosas.

—L-lo siento Anne, pero no puedo permitir que engañes a Sasha... No sería correcto —dijo Marcy con una sonrisa triste. —"¡Estúpida! ¿¡Pero que haz hecho!?". —Se reprendió asi misma mentalmente.

—Descuida, lo que Sasha no sepa no le hará daño —dijo Anne con una sonrisa tranquila.

Marcy lo pensó mejor y tenía razón.

Aunque aún así estaba mal.

Debía cambiar de tema rápido y sacar a Anne de su habitación. No quería hacer eso, pero era lo correcto.

Pero no se le ocurría nada.

—¿D-donde encontraste ese vestido? —Preguntó lo primero que se le vino a la mente.

Aunque fue muy mala idea.

—¿Te gusta? —Preguntó Anne mientras empezaba a modelar. Marcy abrió su boca en exceso cuando la morena le dio la espalda para enseñarle su trasero y empezar a moverlo. —Lo encontré entre tus cajones de ropa, ¿No te molesta que lo use? —Preguntó Anne triste.

Marcy rápidamente aclaro las cosas.

—No, no, no, no... Se te ve muy bien... Jeje —su cara si que le ardía.

Anne simplemente cerró sus ojos. Se veía triste. Marcy se reprendió mentalmente por haberla hecho sentir mal.

—Lo sabía, no te gusta que use tus cosas... —Anne le dio la espalda mientras se abrazaba así misma.

Marcy levantó su mano. Pero la bajo luego de que Anne volteara y la mirara con una enorme y bella sonrisa.

—Así que ni modo, tendré que quitármelo cuanto antes —dijo para luego empezar a desvestirse.

Anne tomó el cinturón que mantenía el vestido atado a su cintura para empezar a quitárselo.

—¡No, espera! —Marcy la detuvo sujetando sus manos para evitar que se desnudara.

—"¡Estúpida!" —Se grito mentalmente.

—¿Qué veo? ¿Acaso quieres quitármelo tu misma? —Preguntó Anne con una sonrisa coqueta.

Marcy tembló.

—Hazlo entonces —la morena le dio luz verde para que luego alzará sus manos a los lados y cerrará sus ojos para que Marcy le ayudará a quitarse el vestido transparente.