11. NO QUIERO

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Mientras transcurre el tiempo, siento que no voy a encajar en este lugar, mi sola presencia ocasionó un gran caos en la escuela, nunca imagine que el estar cerca de Tristan trajera consigo tantos inconvenientes, tal vez debería rendirme y no volver.

- Quita esa cara, después de todo tu decidiste venir a la escuela- dijo Alan mientras salíamos de la aula

- No me molestes- le respondí, no dejaba de pensar en todas las miradas de odio que recibí este día después de que entré a la cafetería del brazo de Tristan.

- Te dije que era mala idea

- Siempre son todos así - le dije, mientras lo seguía

- ¿A que te refieres?

- No te hagas el tonto, todas las chicas me odian, pero no entiendo la razón

- Fácil mi amigo es de todas- comienza a reírse mientras pasa su brazo por mis hombros

- Suéltame - le digo mientras intento alejarme de el, para conseguirlo aplique mas fuerza de la necesaria y terminé golpeando con alguien

- Estás bien- me dice, pensaba que nada podría salir peor, pero lástima que estoy tan equivocada yo aún puedo ser imán de los desastres, en cuanto alzó la mirada, me quedo sin palabras al mirarlo me da la sensación de conocerlo.

- Disculpa bro es nueva dijo Alan, mientras me tomaba del brazo y me alejaba de el, no entendía de donde conocía a este chico rubio

- Después no entiendes porque no les agradas a las personas, eres un imán para los desastres

- Oye, espera un momento- le dije mientras mi cuerpo solo empezó a caminar hacia aquel muchacho

- Alanis, ¿A dónde crees que vas?

- Tengo que comprobar algo

- Sabes que no le gustará a Tristan

- Creo que conozco a ese chico, iré a hablar con él

- No tienes nada más que hacer que venir conmigo, sabes que dijo que te trajera sana y salva al coche, mientras mi amigo arreglaba un problema

- Si no le dices estoy segura que no se enterará

- De que no debo enterarme- escuche la voz del castaño, no puedo creer que siempre este un paso antes que yo, no lo escuche venir

- Quería ir a ver a un chico- le dijo el idiota, mientras me ponía una sonrisa burlona, no entendía esta relación de odio - odio de Alan hacia mi persona.

Solo gire a ver a Tristan, y estaba mirándome con ojos asesinos, solo me paralice

- Es que creo conocerlo- respondí

- ¿A quien te refieres? - me dijo mientras miraba el estacionamiento

- Creo que desapareció, pero era realmente un chico apuesto, para mi que ella solo quería su número, amigo te dije no me agrada esta chica

- ¿Por que me odias tanto? - le dije

- No te odio- replicó

- Si lo haces

- Silencio los dos, dejen de pelear, no veo a nadie por aquí, así que suban al coche si escucho una sola palabra, me voy solo- realmente estaba enojado, sin decir nada subí rápidamente al coche

Todo el camino nadie dijo nada, muchas veces intente conectar con su mirada, pero Tristan solo me ignoro, al llegar por unos segundos pensé en decir algo.

- Bájate, ten las llaves entra a la casa y no causes ningún problema - me dijo el castaño, aún sin mirarme.

Por unos segundos me quede sin poder reaccionar, hasta que desde el asiento de atrás sentí unos golpecitos en mi hombro.

- Despierta, no escuchaste que salgas, debo cambiarme de asiento, y no nos esperes que es posible que no volvamos

- Alan, te dije que no quería escucharlos, y tu sal pronto del coche

Esas fueron las últimas palabras que escuché, rápidamente salí del coche, sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas, hace unas horas me dijo que me iba a enamorar, y ahora solo se comporta como una bestia celosa, no me giro en ningún momento, solo escucho el sonido del motor cuando el coche se aleja.

No tenía ganas de quedarme en la casa, si el iba a salir yo también lo haría, así que comencé a caminar  sin rumbo fijo, necesitaba pensar todo lo que había pasado, no se porque se dio el cambio de actitud del castaño, nunca imagine que se pondría así solo por hablar con otro muchacho, bueno no logre ni hablar con el gracias al idiota de Alan, el es el peor de todos me odia por el simple hecho de estar  al lado de Tristan, en mi mente comencé a unir los puntos, pensando en el rostro de aquel chico del estacionamiento, de un momento al otro todo encajo con el había soñado, claro el me había dicho que me ayudaría a recordar, tal vez el debe saber quien soy, sin embargo al no saber ni su nombre todo se complica aún más.

Después de caminar por algunas horas, empecé a sentir que alguien me seguía, intente caminar más rápido, pero era imposible perderlo, mientras caminaba más cercano a mi lo sentía, mi corazón latía a mil por hora, en mi interior solo quería que Tristan me encontrara, al final llegue a un callejón sin salida, al girar mire que eran dos tipos los que estaban detrás de mi, no podía escapar a ningún lado.

- ¿Qué haces tan solita?- me dijo un tipo delgado

- Por favor solo quiero regresar a casa

- Pero mejor acompáñanos no vale que sigas andando sola, podría ser peligroso- me dijo el otro tipo mientras se reían entre ellos, sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos, mientras seguían acercándose a mi, comencé a gritar

- TRISTAN ayuda, por favor no se acerquen- esperaba que alguien escuchara mis gritos y viniera a ayudarme, cerré mis ojos, me coloque en cuclillas y me abrace con mis brazos, cuando sentí que colocaron una mano sobre mi empecé a mover mis manos intentando alejarlos.

- ¿Qué hacen aquí?, si se preocupan por sus vida más les vale salir de mi vista en 3 segundos.- escuche una voz gruesa, sentía como mi piel se erizaba

- No nos molestes- escuche decir a uno de los tipos, de pronto solo escuche como si estuvieran peleando, tenía tanto miedo que no podía abrir mis ojos, no se cuanto tiempo paso hasta que alguien susurro en mi oído

- Será mejor que abras los ojos niña

¿QUIÉN SALVO A ALANIS?

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