RECUÉRDAME

12. EL BAR

- Será mejor que abras los ojos niña- su cercanía me daba mas miedo que los dos tipos que estaban siguiéndome

En cuanto abrí los ojos intente pararme, pero al estar en esa posición no sentía mis piernas, por lo que me tome de la pared

- Tu, ¿Qué haces aquí?- le dije al ver a Leo frente a mi, el mismo estaba vestido de negro, a unos pasos se encontraban los dos tipos, golpeados

-  ¿Ya me preguntaba donde quedo la chica de aquella noche?

- No se a que te refieres le dije

- Ese día no te dio miedo enfrentarte a varios hombres armados, y ahora casi te mueres con estos inútiles- por un momento pensé escuchar como se reía, pero su rostro parecía que no tenia emociones.

- Eso fue distinto

- Mejor dime, ¿Qué haces fuera de mi bar?

- Estoy perdida

- Y tu príncipe azul sabe en donde estas- me dijo, mientras me tomo del brazo, empezó a jalarme 

- ¿A donde piensas que me llevas?, suéltame idiota- cuando salieron esas palabras de mi boca por un momento sentí miedo de su reacción, pero aun así me solté de su agarre

- Cálmate, si quisiera hacerte daño créeme ya lo hubiera hecho, vamos solo sígueme, y deja de hacer tantas preguntas

- Quiero irme

- Lo harás, pero ahora sígueme, no te gustaría verme enojado

- No te tengo miedo- le respondí, pero en mi interior me moría de miedo, pero por una extraña razón sabía que no me lastimaría, otra vez volví a ver una sonrisa, sin embargo para este momento no sabia si era solo una idea mía.

- Mira niña deja de jugar con mi paciencia, responde algo, te gustaría ver lo que esta haciendo tu príncipe azul por ti

- ¿A qué te refieres?- le dije sin entender nada de sus palabras

- Es simple, ¿Quieres o no saber cual fue su castigo?

- Te prometo que si le haces algo

- No estas en condiciones de amenazarme, pero por algo llegaste a este lugar sería bueno que apoyes esta noche al príncipe de brillante armadura

- ¿El esta aquí?- le pregunte

- En este momento no, pero en unas horas llegara, después de todo tiene una pelea que ganar, no me digas que no te dijo nada.

Me encontraba sin palabras, y con un enredo en mi cabeza, como podía decirle que acababa de conocerlo, el seguía mirándome, como si intentara descubrir que estaba pensando, mientras yo también descifraba en mi mente si lo que me decía es real.

- Ya decidiste, te quedas a ver, o te vas a ir

- Me quedo- le dije,  lo seguí, como el me dijo en aquel callejón había una puerta de color negro, la cual mientras corría no me fije de su presencia, al entrar el ambiente cambiaba, aun era temprano pero se escuchaba música en todo el lugar, era muy hermoso, todo se encontraba en tonalidades de plomo a negro, con luces azules, blancas y moradas, las lamparas le daban realmente el toque al lugar, en el centro se encontraba una pista de baile, la cual al momento se encontraba vacía, solo varios chicos se encontraban en la barra

- ¿Quieres algo de tomar?- me dijo mientras, me guiaba a la barra

- Agua Por favor

- Lo dices en serio

- Si gracias, tengo sed

En cuanto se acerco a la barra, un chico pelirrojo se acerco inmediatamente

- Jefe, le sirvo algo