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¿Sabes dónde están las chicas?.— Preguntó Everly que se encontraba envuelta en una toalla sobre la cama de Luisa esperando a que ésta buscara algo para vestirla.—

Salieron, no tengo muy claro cuándo van a
regresar.— Luisa le mostró algo de ropa cómoda y la menor asintió.— Tengo hambre.

¿Quieres que prepare algo de merendar?, mamá no está en casa.—

Solo si me dejas ayudarte.— Luisa la miró mal.

Eve, no, no puedes ni levantarte por ti sola.—

¡Me sentarás ahí a tu lado!.—

No.—

Everly gruñó y se lanzó hacia atrás sobre la cama quedando acostada, su toalla cayendo a cada lado, Luisa suspiró y empezó a vestirla, tratando de ver lo menos posible.

Te detesto, ya no tengo hambre.—

Everly...—

No.—

Mier... Bien, te llevaré conmigo, pero solo harás lo que yo te diga, ¿Okay?.— La menor asintió con una sonrisa y se levantó para que Luisa pudiera colocar mejor el vestido sencillo, de un hermoso verde pastel y con diseños de margaritas por todas partes.

Luisa cargó a su pequeña amiga mientras esta se abrazaba como un koala a ella.

Bien, ¿qué quieres comer?.— Preguntó la más alta.

¿Podemos preparar cumbre?.— Luisa la miró con una sonrisa.— así podré probar uno que hayas hecho tu solita, ¡Y también pudín!, me encanta el pudín...

¿Te gusta el pudín?.— Luisa agachó su mirada para fijarla en su amiga, que tenía sus manos al rededor de su cuello y daba caricias suavemente en su nuca, le dió una sonrisa a la menor y soltó una pequeña carcajada al notar como las mejillas de esta se tornaban de un tono rojizo.—

Es que sabe delicioso.—

Bueno, podemos hacer todo lo que quieras, porque estás malita.—

Ya vas a ver cuando aprenda a usar estos estos jodidos poderes, te quemaré el trasero.—

No, no quiero que te lastimes.— Luisa la dejó sentada sobre la isla de la cocina y empezó a buscar todo lo necesario.

¿Puedo preparar la mezcla del pudín Lulú?.— Luisa la miró con ternura y asintió.

Everly empezó a preparar el pudín, podía estar parada, pero no podía moverse tanto o agotarse demasiado.

Recuerda Eve, no te estreses, ya sabes, no queremos incendiar la cocina, o inundarla, o hacer volar todo...—

O volverla un bosque.— Dijo Everly riendo, luisa asintió.—

Déjame terminar de hacer eso, tú puedes ir mezclando los frutos rojos con el azúcar y demás.— Luisa volvió a sentarla y le dio el tazón

Everly empezó a mezclar, aunque de vez en cuando robaba alguna que otra fruta y la comía.

Al terminar, Luisa terminó él cumbre y lo llevó a prepararse.

Luisa, mira, tengo una idea.— Luisa la miró con una ceja arqueada, Everly tomó el molde donde se encontraba la mezcla del pudín.

¿Qué harás linda?.—

Lo voy a hornear.—

Sí, es obvio, hay que meterlo al horno.— Luisa intentó quitárselo de las manos pero está lo alejó de ella.—

No, no así. —

No entiendo.— La mayor la miró confundida.—

Con mis poderes.—

Bread and cake. {Luisa Madrigal x Female reader}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora