Descubriendo traidores, y una declaración sorpresa

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James Buchanan "Bucky" Barnes había pasado por cientos de experiencia en su vida, y eso que apenas iba por los cuarenta.

Había crecido en un ambiente sumamente hostil, donde el cariño era algo que casi desconocía. Su padre fue un mercenario, él se encargó de hacerle crecer en un ambiente donde el que paga manda.

Su madre logro educarlo por cinco años, antes de que su padre lo pusiese al servicio de los mercenarios, según el para que aprendiera el oficio familiar. Siendo un niño, poco pudo hacer para negarse.

Pasó años entrenando con ellos, aprendiendo sus técnicas, sus estilos, la forma de vestir, la forma de hablar, como seducir para ganar información.

Y también...

Ha como matar.

No se equivocaba al pensar, que antes de cumplir los veinte años ya se había adjudicado más de cinco mil muertos.

El único faro de luz en su vida, que evito que se volviera un ser despiadado. Fue su madre.

Una mujer que siempre se encargó de recordarle lo bueno y lo malo, a jamás poner el deber por encima de la familia o los amigos, su madre era un ángel en tierra. Siempre la protegió de todos.

¿Y su padre? Ha, ese infeliz bastardo solo le tomo cinco años antes de morir estúpidamente en un encargo. Tenía que robar un diamante a un conde, solo que el imbécil no espero que el conde en cuestión estuviese protegido por magos de alto rango.

Cuando el murió, tuvo que encargarse de su madre y de él. Con toda la reputación que había obtenido en ese tiempo, no fue algo tan difícil en verdad. Muchos reinos anónimamente, solicitaron sus servicios.

Él iba con quien le pagara mejor, hizo múltiples labores al servicio de varios reinos. Poco le importaba los conflictos que pudieran tener. Solo le importaba la paga, si entre ellos se mataban ¿Por qué iría a afectarle?

Pero se dio cuenta, que el método convencional de asesinato ya no le convenía. Aunque trabajaba de noche, aquellos que mandaban a matarlo se volvían cada vez más listos, por eso en cada trabajo, tenía que estar tres pasos por delante de ellos. Cosa que antes le pareció un reto, ahora le generaba fastidio.

Un día, se encontró con un extraño hombre (el del primer capítulo) que le ofreció un trato.

El conocimiento que quería... a cambio de un favor futuro.

Tenía que probar lo que le ofrecía, aún recuerda las visiones en su mente, los datos exactos y precisos que le mostro, así como los materiales e instrumentos de creación.

Fue la primera vez que lo vio, con ese trato, recolecto todos los elementos que necesitaba para su creación. Fue fácil conseguir pólvora y municiones, lo difícil radico en configurar los revolver actuales a los que él requería.

Pero cuando cobro un favor a un viejo alquimista, resolvió el problema.

La segunda vez que lo vio, le dijo más o menos en lo que consistiría el favor que quería.

"Tienes armamento de guerra, pero sin conocimiento de nada te servirá. Escucha bien amigo, esto es lo que debes hacer"

Le dijo para que habría de usar las herramientas, en que momento y lugar venir con él para recogerlas. El acepto.

Parecía que ese hombre, tenía una visión parcial sobre el futuro. Le mostro cosas, lo que pasaría dentro de doce años.

La caída de los siete reinos

De la oscuridad... también nace la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora