Hijo Vs Padre

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¡¿Cómo que se fue?!

El soldado sudo frio ante la explosividad de su princesa, y no ayudaba que Maia lo observase con un aura de muerte.

Soldado: L-Lo lamente majestades, p-pero el s-señor James ya se ha marchado.- Repitió.

Algo que sin duda puso peor a los monarcas, pues rápidamente la Half-Link arrojo su hacha contra la pared, clavándola por completo y orillando al soldado a huir por su vida.

Ruu-ruu: ¡¿Quién se ha creído ese tipo?! ¡Solo por ser apuesto ¿Cree que puede largarse cuando le plazca?!

Maia: (Aunque no me sorprende que se fuera, siempre ha sido así después de todo)

Aun con la molestia contra el castaño, la antigua mercenaria comprendía un poco mejor su forma de actuar. Su naturaleza solitaria era bien conocida, le parecía algo extraño ver como no se había marchado mucho antes.

Mas considerando lo cerca que estaban de terminar con toda esta locura.

Observo a quienes estaban con ella, Alicia masajeándose las cienes (asumía que por la fiesta de anoche), y Kaguya meditando en silencio. De todas las presentes, ella fue la única que no probo alcohol, y que ahora mismo era la única en sus cinco sentidos.

Kaguya: Su objetivo es claro Ruu-ruu-dono.- Hablo abriendo los ojos.- El no perdería tiempo en trivialidades cuando podría avanzar en su misión.

Ruu-ruu: ¡Aun así!- Replico la mujer.- ¡¿Por qué demonios no nos esperó?!

Su respuesta fue la mirada de la Miko, quien se levantó de su asiento y camino frente suyo.

Kaguya: Porque él tiene en claro lo que es necesario hacer, así como las cosas que debe de hacer, y las que debe de dejar atrás si no lo ayudan a terminar el trabajo.

Mordió sus labios mientras observaba la salida de la sacerdotisa, mal que le pesara sabía que la Miko escupía pura verdad en sus palabras. Y eso era algo que las demás también sabían.

Alicia: Ha todo esto, ¿Dónde están elfas? No las he visto desde ayer.

Maia: Vaya, jamás pensé que te preocuparías por ellas Alicia.- Dijo burlonamente.

Alicia: ¡Claro que no!- Refuto molesta.- ¡Simplemente no quiero que anden por su cuenta! Quien sabe lo que podrían hacer esas dos.

Maia suspiro ante la explosividad de la rubia; sabían que esta conversación no las llevaría a ningún punto relevante, además...

El estómago de las tres rugió en coordinación perfecta, algo que hizo sonrojar a Alicia de vergüenza. Se levantaron muy temprano para cumplir sus labores y no habían tenido tiempo de desayunar debidamente.

Ruu-ruu: Bien, bien olvidémonos un poco del guapo que se largó. Me muero de hambre.

La pequeña mujer salió del salón seguida después de Maia y Alicia, durante unos minutos caminaron hasta las puertas de un salón. Los soldados saludaron mientras habría paso, el gran comedor se presentó ante ella. Con varias sirvientas esperándolas.

Por favor altezas, tomen asiento mientras les traemos los platillos.

Con una reverencia, las sirvientas salieron y cada mujer tomo su lugar. A los pocos instantes, las mujeres regresaron, trayendo en manos platos con platillos exquisitos.

Ruu-ruu: Gracias.- Agradeció.- Me muero de hambre.

Sin demora la pequeña comenzó a comer, mismo que hicieron las otras. No habían tenido el placer de disfrutar tan buenos platillos, no con las prisas con las que se habían estado moviendo.

De la oscuridad... también nace la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora