#03 Últimos designios

597 81 1
                                    

Toda la sala enmudeció con la respuesta del anciano.

- No hay problema. - Dijo la diosa. - Siempre ha sido decisión de cada uno continuar o no.

Ishtar extiende su mano y crea una puerta detrás de todos los presentes. - Si alguien más desea continuar con su merecido descanso, puede continuar en dirección a esa puerta.

El anciano asentó con la cabeza y se dirigió al lugar indicado. En su camino otros participantes comenzaron a gritarles diferentes cosas.

"¡¿Qué haces viejo idiota?! ¡¿Te vas a perder esta oportunidad?!"
"¡Pero que tonto eres! ¿Acaso no quieres volver a verla?"

Muchos estaban en contra de la decisión del anciano, pero probablemente no entendían lo que vivir una vida diferente podía llegar a implicar.

Con lujos y riquezas, ese amor tan puro que se tenían comenzaría a fragmentarse y volverse muy distinto a lo que fue. Sin mencionar que esta competencia nos cambiara mentalmente y esperar que su esposa llegue a amar a esta nueva versión de él seria, sino imposible, bastante improbable.

Admiré que, en tan poco tiempo, aquel anciano haya llegado a esa conclusión y optado por compartir el descanso eterno antes de arriesgarse a perder lo más sagrado que tuvo en vida.

Luego que el anciano partió, cinco personas más le siguieron. La gente en el salón comenzaba a reconsiderar la propuesta de la diosa más detenidamente.

- Bien, si ya no hay más personas que quieran irse creo que puedo continuar. - Dijo Ishtar, levantando su cetro.

Esto hizo que la habitación desapareciera y nos encontráramos sobre el cielo, a gran altura del nuevo mundo al que seriamos enviados.

Podía verse todo como si fuera una imagen satelital del planeta.

- Ya que el título al que aspiran es el de Rey demonio no es posible que gente honesta y de buen corazón alcance este objetivo. - Continuó la diosa. - Por ello, decidimos que ustedes serán privados de su "sentido de moralidad", solo para que no se vean limitados a la hora de alcanzar su objetivo.

Los seres humanos creamos limites en nuestro comportamiento para garantizar, o al menos intentar, vivir pacíficamente sin matarnos entre nosotros. Cada persona maneja estos límites a su manera, siendo vulnerados cada vez que decidamos prescindir de ellos u optemos por modificarlos dado nuestro contexto social.

- Pero no se preocupen, cuando ganen se les regresara toda la esencia de su ser. De esta forma podrán disfrutar de su deseo a plena consciencia.

Alguien entre los presentes levanta la mano. Es una mujer que no pasaba los veinte.

- ¿Quiere decir que nos podremos valer de cualquier canallada para lograr nuestro objetivo, por muy ruin que sea?

- Así es. - Asintió la divinidad. - Otro cambio que seguramente ya notaron en sus cuerpos es la sanación de sus heridas y enfermedades. Llegaran al nuevo mundo con sus capacidades físicas y mágicas potenciadas, para que así no pierdan tanto tiempo en mejorarlas desde cero, tal como tendrían que hacerlo la gente oriunda de esa tierra.

- Espere... dijo ¿magia? - Replico la joven.

- La magia, propia de los dioses, es algo natural en este mundo. No tendrán la necesidad de estudiarla intensivamente por décadas, pues sus capacidades de aprendizaje les permitirán aprender hechizos y encantamientos bajo ciertos requerimientos no muy exigentes.

- Y todos esos seres inocentes afectados por nuestras acciones... ¿Qué pasara con ellos? - Dijo otro participante.

- No deben de preocuparse por eso. La naturaleza del mundo al que llegaran no es la misma a la del suyo. Esta tierra posee ciclos inmutables de paz y prosperidad, así como ciclos de guerra y destrucción. La llegada del Rey demonio augura, irónicamente, el fin del ciclo de la guerra, pues es necesario que él se encargue de detener el conflicto globalizado que afecta a este mundo y cree la unión entre los distintos reinos. La diosa hizo girar su cetro y ahora estábamos en lo que parecía ser el espacio profundo.

- Aclaradas ya las principales dudas, deben saber que toda consulta que quieran hacer durante su viaje pueden hacerla mediante sus sueños. Yo estaré encantada de despejar cualquier curiosidad que tengan, mientras no afecte a los demás participantes.

Todos y cada uno de los participantes comenzamos a desaparecer, como si fuéramos teletransportados a otro lugar.

- ¡Espere! ¡Mis armas! ¡¿Dónde están mis armas?! - Gritaba, desesperadamente, el participante que estaba detrás de nosotros.

- ¡Mucha suerte, aventureros! - Dijo la diosa, con una gran sonrisa en su rostro. -¡Que este ciclo de muerte y destrucción sea un buen augurio de tiempos mejores!

Perversión: Mi nueva vida como aspirante a Rey Demonio (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora