𔘓 Sábado

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Si había algo de lo que Hoseok se sentía genuinamente orgulloso, ese algo era su jardín. Había puesto su empeño, tiempo y por supuesto amor en el, cuando se mudó junto a YoonGi le pareció que el patio trasero era un poco aburrido, entonces aprovechó que siempre había querido tener su propio jardín, y cuidar de hermosas flores para poner su plan en marcha, percatandose del potencial que tenía ese espacio. No fue facil, hizo falta mucha dedicación y esfuerzo, pero a pesar de todo se sintió recompensado cuando notó la belleza que había creado. Lindas flore de diferentes especies y colores decoraban su hogar, también pequeños arbustos que de vez en cuando intentaban podar de diferentes formas, aunque no dominaba ese arte por el momento.

Limpió el sudor de su frente con el antebrazo y se sentó sobre la grama verde, en su mano estaba el rociador que colocó también en el suelo y a su lado una pequeña pala cubierta de tierra igual que el overall que estaba usando. Seguía sin ser fácil conservar todas sus plantas en buenas condiciones, pero se sentía satisfecho de ver su trabajo terminado.

Ese sábado se había hecho un tiempo en la tarde para cuidar del jardín, era una de sus actividades favoritas después de todo y la que más satisfacción le traía, aunque de vez en cuando le agotara. Había quitado la maleza, podado algunos pequeños arbustos y ahora estaba haciendo un espacio porque planeaba sembrar nuevas planta, aunque aun no decidia cuál, su objetivo era tener la mayor cantidad de flores posibles.

Observó al pequeño Holly correr de un lado a otro, jugando en los montones de tierra que había dejado y mordió sus labios echando la cabeza hacia atrás, ahora también tendría que lavar al revoltoso perrito. Se supone que le hacía compañía, no sé percató en que momento se había separado, pero no pudo molestarse al ver lo feliz que estaba, divirtiéndose con la suciedad.

Se distrajo un poco mirando a su perrito jugando que no escuchó el momento en el que la puerta fue abierta, pero si los pasos acercándose. Desvió su mirada, su novio caminaba hasta la puerta trasera, había algunas bolsas en sus manos, y la curiosidad se hizo presente.

—Rubio —saludó el mayor con el nuevo apodo que había adoptado.

— ¿Qué trajiste? —preguntó interesado, levantándose con las cejas subiendo y bajando.

—Interesado —le dijo el de pelo negro, haciéndolo soltar una carcajada.

—Interesado no, curioso tal vez —respondió sin dejar de ver la bolsa.

YoonGi rió por su respuesta y levantó ambas bolsas, como queriendo mostrar su contenido y le extendió una a Hoseok, que la tomó inmediato, no pesaba nada. Metió la mano y sacó un sobre, y en este se podía ver la imagen de una hermosa flor, era un paquete de semillas, sus ojos se iluminaron al notar de que flor se trataba.

—Sé que querías agrandar tu jardín, ¿y que mejor que unos hermosos girasoles? —le dijo el mayor —. Siempre te he dicho que me recuerdan a tí, simbolizan el sol, radiante y transmiten felicidad y energía, al igual que tú.

Enseguida abrió la otra bolsa, sacando de ella una maceta, necesaria para plantar la flor, venía preparado lara todo.

—Tambien creo que es significativo, no te estoy regalando la flor, sino la semilla, juntos la veremos crecer al igual que nuestro amor —siguió diciendo, golpeando directamente al corazón de Hoseok.

Emocionado saltó a su hyung, como todos los días, adoraba enredar sus brazos al rededor de él, demostrarle su cariño y afecto.

—¿Nuestro amor puede crecer más? —preguntó enternecido.

—Yo creo que lo nuestro no tiene límites —contestó, besando su mejilla.

Y Hoseok estaba tan de acuerdo, que conectó sus labios en un apasionado beso.

Yoonseok weekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora