El olor a lasaña se percibía por toda la cocina, sala y hasta donde el vecino chismoso de a lado.
YoonGi contemplaba con devoción a Hoseok, que este miraba fijamente el horno y luego al pelinegro.
—Pásame los guantes, Yoonie —pidió lamiendo sus labios ansioso por probar lo que habían preparado.
Como un resorte se levantó rápidamente y alcanzó el par de guantes alzados en una de las repisas de la cocina.
—Hoba, ten —dijo entregando lo pedido a su novio.
Hoseok los colocó en sus manos antes de abrir la puerta del horno, porque sabía que este también estaba caliente —más de una vez se quemó— Y sacó el pírex del horno y colocó en la estufa. La pareja aspiró el delicioso aroma de la lasaña y se deleitó ante la vista apetecible que les regalaba.
Sin esperar a que se enfriara, YoonGi intentó poder probar un poquito del queso fundido en la parte exterior de la lasaña, pero quedó en eso, intento. Porque debajo de esa costra había más queso derretido, pegajoso, delicioso y muy caliente.
— ¡Ouch! —se quejó al no poder resistir el calor del queso y quemarse sus dedos. El ladrido de su cachorro sonó lastimero, compartía el dolor con su dueño.
—Paciencia cariño —consoló Hoseok apartando los guantes de sus manos y revisando sus dedos. —No es nada, con un par de besos se aliviará.
El beso en sus dedos provocó un alboroto en su estómago y que su corazón latiera muy rápido.
—Ya está, ahora pásame el cuchillo, por favor —pidió.
YoonGi se apresuró a pasar un cuchillo del cajón donde se hallaban guardados, olvidándose de su reciente lastimado; mientras Hoseok tomaba una espátula que usaban para servir torta.
—Espera, ya traigo los platos —añadió YoonGi al primer corte que hizo Hoseok y caminó con cuidado, evitando golpear a Holly.
Con mucho cuidado, Hoseok colocó dos porciones en cada plato y ambos secaron la baba que caía por su boca ante la presencia del platillo. Llevaron lo restante a la mesa donde comerían, junto con un poco de refresco. No sin antes, llevar al cachorro a la sala y ponerle comida. YoonGi lo hizo en un parpadeo y volvió para lavarse las manos y acompañar a su novio.
El primer bocado lo dio Hoseok, gimiendo de placer ante tanta delicia que probaban sus papilas, cerrando los ojos para poder perderse en el sabor. YoonGi lo miró embobado y copió la acción de su novio, llenando su boca y masticando con dificultad, para después casi, por un pelín atorarse. No lo culpen, porque si el pudiera de un solo bocado acabaría con lo que tenía su plato.
—Toma refresco —Hoseok sirvió un poco en un vaso y se levantó para ayudarle —. Debes de comer despacio —decía dando palmadas en la espalda.
—Es que está muy bueno —respondió luego de beber un poco.
—Lo sé —esta vez las palmadas fueron reemplazadas por unas suaves caricias.
Hoseok iba a regresar a su silla y continuar comiendo, pero fue impedido por unos brazos que lo jalaron a unas piernas muy conocidas y usadas como su asiento. Las risas de ambos se mezcló y danzó como música para sus oídos. El beso que le dio YoonGi a su novio le causó más risas y se levantó de manera juguetona para poder terminar de comer.
—Deberíamos poner un restaurante juntos —sugirió YoonGi y a Hoseok le pareció genial la idea.
Hasta que vieron el desastre en la cocina, los platos sucios y salsa pegada en la estufa. La idea quedó descartada.
Aunque eso no impediría de seguir cocinando juntos, porque en ese proceso, las risas y la coquetería les dejaba un buen regusto en su corazón.
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Yoonseok week
FanfictionLa mitología afirma que el ser humano necesita otro para complementarse. Hobi y YoonGi lo pueden afirmar. 𔘓 Pequeños relatos de Yoonseok a través de una semana 𔘓 Escrito en colaboración con @chansungseokie 𔘓 Dedicado a @until3am, happy birthday...