𔘓 Martes

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La escena resultaba sacada de una película romántica, donde la pareja de enamorados se hallaba tomando un baño de burbujas. La diferencia era que la pareja constaba de dos hombres y muy guapos, por cierto.

No podrían decir quién entraba primero a la bañera. En ocasiones YoonGi encontraba a Hoseok cuando llegaba del trabajo, en otras Hoseok preparaba la bañera cuando YoonGi llegaba demasiado cansado de su día o, como la gran mayoría de veces, que ambos decidían tomar un baño de espuma. El resultado al final era el mismo.

Por eso, al menos, una vez por semana, Hoseok y YoonGi ocupaban la bañera por más tiempo del normal. Y no piensen mal, que para eso tenían todo el tiempo del mundo, así mismo para consentirse.
Cómo lo estaban haciendo justo ahora.

YoonGi utilizaba solo su ropa interior y con los pies dentro de la bañera con su novio en medio de ella y de espaldas. Hoseok recargaba sus brazos en las piernas blancas del más pálido.YoonGi tomó el shampoo con aroma a coco, colocando una pequeña cantidad en su mano y luego untando en el cabello húmedo de Hoseok. La yema de los dedos de YoonGi relajaban por completo a su pareja.

Pero para ser honestos. ¿Quién no se relajaría si acariciaran tu cuero cabelludo como si fuera lo más delicado del planeta? Exacto

Hoseok bajó sus brazos y cerró los ojos mientras hacía ruiditos de placer. No, de ese placer no. De esos que salían de su boca al ser mimado por su lindo novio. A veces pensaba que si fuera un hermoso gatito de seguro ronronearía de gusto. Pero no lo era y si Holly lo escuchaba, de seguro le gruñiría y empezaría a ladrarle.

El silencio que se formaba de vez en cuando no era incómodo, es más, lo utilizaban para poder escuchar sus propios latidos y recordar lo mucho que estaban enamorados el uno del otro.

Unos minutos más tarde, el cuerpo de YoonGi entró por completo a la bañera. Hoseok estaba un poquito somnoliento y su cabeza casi tan llena de espuma como su cuerpo, que del susto se giró para saber que sucedió.

La sonrisa más hermosa que había visto en la vida fue lo que vio y no pudo resistir en besarla. Las mejillas de YoonGi se tiñeron de rosa y aceptó el beso muy entusiasmado.

— ¿Tienes sueño? —preguntó el mayor preocupado, entre besos.

—Los masajes me dan sueño —se excusó el menor —. Te amo —murmuró con los labios pegados de YoonGi con los suyos.

—Te amo —respondió pasando sus manos por la cintura desnuda de Hoseok, ocasionando que este riera.

—Espera, es mi turno de lavarte tu cabello.

Y Hoseok tomó el lugar de YoonGi, acariciando el cabello negro y usando el mismo shampoo con aroma a coco. Pasaban el tiempo necesario, hasta que sus dedos se arrugaran como pasas.

Yoonseok weekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora