Naruto rápidamente me explico que desde la antigüedad su clan poseía una gran colección de libros y pergaminos de sellos, ya que ellos eran guardianes y expertos de dichos conocimientos, antes ya había visto a él y su abuelo utilizar sellados, como los que mantenían barreras o sellos de localización como la que uso para encontrarme cuando peleaba con Orochimaru.
Lo que explicaba la presencia de esos tres hombres esta noche, pues luego de la manifestación del sello que Itachi coloco en mi cuello, este contacto con ellos, para que le hiciera llegar a su abuelo algunos libros que Jiraiya necesitaba para encontrar el modo de deshacer el sello.
Tuve que resumir los acontecimientos nuevamente de mi vida y origen, para que ellos entendieran la verdadera situación, y por increíble que pareciera, se notaban de lo más emocionados por tener una buena pelea. No sabía si era parte de su naturaleza salvaje ser tan osados, o simplemente eran unos inconscientes del peligro que correrían de meterse en mi pelea. Incluso Shikamaru dejo ver un brillo de entusiasmo cuando mencionamos que habría más de un clan vampiro implicado en el problema.
Minutos más tarde Jiraiya apareció con unos libros en mano e inspecciono en detalle el sello de mi cuello. No tuve que voltear a ver su expresión para saber que no era buena, pues el suspiro derrotado que soltó me dejo claro que la situación era tan seria como había sabido desde el inicio.
-Solo quien te coloco el sello es capaz de levantarlo nuevamente- dijo resignado.
Ya lo sabía, y no me extrañaba, aunque mis conocimientos de sellos eran de lo más básicos, este en particular lo conocía porque durante mi clase de historia con el maestro Sasori, en varias ocasiones él mencionó sobre su uso en la antigüedad.
Naruto frustrado había bajado a la planta baja con la excusa de controlar que el local estuviera bien cerrado cuando su abuelo termino su explicación, pero yo sabía que tenía la esperanza de que este encontrara otra manera de liberarme lo antes posible de esta cadena.
Esa noche todos terminaron acomodados en la salita de mi casa, apenas me aceptaron una manta cada uno para dormir, alegando que preferían no estar tan cómodos y así mantenerse alertas, por lo que me vi obligada por Jiraiya a entrar en mi cama e intentar dormir aunque mis pensamientos constantemente iban a Naruto quien no volvió a subir desde que había bajado.
-Por el momento es mejor dejarlo solo, ya mañana estará de mejor humor para hablar- me dijo su abuelo cuando había intentado ir a buscarlo, mientras que los otros solo asintieron dándole la razón al abuelo.
Esa noche me costó varias horas dejarme ir por el sueño, pero cuando por fin caí en él, mi conciencia me alerto de que no era un sueño normal el que estaba teniendo.
Volvía a estar en el bosque cerca al territorio de los Hyugas, la luna estaba en lo alto oculta parcialmente entre las nubes, mis pasos me guiaron hasta en árbol fornido, donde sobre sus raíces se encontraba un bulto negro pulcramente acomodado, tal cual como la había dejado atrás hace tantos años atrás.
No necesite recogerlo para saber de qué se trataba, pero sabía a quién pertenecía, un aroma familiar llego a mis pulmones cuando en un abrir y cerrar de ojos unos brazos se envolvieron fuertemente a mi alrededor desde mi espalda. Temblé ante su toque tan familiar, y me dejé envolver por esa sensación de estar donde perecía que nublaba mis sentidos.
-Hinata mi Hinata, no sabes lo feliz que me hace tenerte por fin en mis brazos, aunque sea solo de esta forma- pronuncio en un susurro en mi oído, mientras me estrechaba más fuertemente entre sus brazos.
-Suéltame, por favor, déjame ir- le respondí mientras forcejeaba para liberarme de su agarre, el cual solo se aflojo lo suficiente para permitirme darme la vuelta y encararlo.
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CALIDA OSCURIDAD
RomanceSe suponía que no valía nada para ellos, que su sola existencia era una aberración que no podía ser posible, que al escapar de sus dominios y desaparecer por tantos años era suficiente para que se olvidaran de ella. Entonces... porque ahora nuevame...