Simplemente nos perdimos.

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Confusión.

Inseguridad.

Vulnerabilidad.


Eran las emociones que más predominaban en mi mente, sinceramente ya no sé que pensar sobre lo que en realidad paso aquel día en que decidimos terminar nuestra hermosa y "fuerte" relación.


Todo empezó un viernes al regresar de la universidad, a mi parecer las cosas marchaban a la perfección pero sentía que Alex estaba algo raro. Llevaba días analizando su comportamiento, rebuscaba en mi memoria para saber si había olvidado algo importante o hecho alguna cosa mal, pero nada, no recordaba nada. Llevábamos varios meses distanciados y sinceramente lo extrañaba y por eso pasadas las 9:00 pm cuando ya estábamos en la cama tratando de conciliar el sueño me atrevía a decirle.

- Te extraño – le dije levantando un poco la cabeza de su pecho para mirarle a los ojos.

- ¿A que te refieres Beth?, estoy aquí – Me dijo y note perturbación en sus ojos.

- Nos extraño Alex, ya no eres el mismo chico que un día fue a la casa de mis padres a la 1 am solo para darme un beso y decir que me extrañabas, extraño lo que eramos. - Dije lo ultimo en un susurro al borde de las lagrimas, pero no me permitiría llorar, no ahora que por fin había reunido el valor necesario para decirle aquellas palabras.


Él se elevo un poco y se recostó en la cabecera de la cama y con cuidado me alzo y me posiciono en su regazo con ese cariño y delicadeza que lo caracterizaba.

- Las personas cambian Annabeth, y no siempre es para bien. - Dijo al tiempo que suspiraba y con cariño acariciaba mi cabello.

Me tense en sus brazos y deje escapar un largo suspiro que delato todo lo que estaba pasando por mi mente en ese preciso momento. ¿Que demonios hice mal?.

- Cariño no pienses que lo que esta apunto de suceder es tu culpa, porque no lo es, simplemente ocurrió sin que alguno de los dos lo descubriéramos a tiempo para salvarlo. - Me recrimino leyendo mi mente, en nuestros 4 años de relación siempre ha tenido el don de leer todo lo que mi mundana mente registra, piensa y analiza. Puso un dedo en mi mentón y con cuidado elevo mi rostro para darme un casto beso en la frente.


Duramos dos horas hablando, dos horas en las cuales le hice demasiadas preguntas, él muy paciente y con cariño respondió a cada una de ellas. La más importante fue, el ¿por qué? de todo esto, si se suponía que todo iba bien. El me supo responder con unas bellas y hermosas palabras.

- Pequeña, a veces no siempre hay un porque. Simplemente el amor poco a poco se va apagando hasta el punto que amas a la persona pero no de la manera deseada, si no como alguien importante en tu vida, una persona que te ha ayudado a sobrellevar demasiadas situaciones suicidas. A veces simplemente los problemas de afuera hacen que descuidemos algo hermoso y estable hasta el punto de volverlo una rutina, y nosotros, Beth, lastimosamente hemos caído en eso. - Cerré mis ojos cuando sentí su tacto suave en mi mejilla. Era increíble como Alex estaba convirtiendo lo que se suponía seria un momento doloroso, en un charla tranquila y serena de algo tan común, amaba su manera de ver, explicar y hacerme entender las cosas.


Al acabar la conversación y llegar al acuerdo de que no dejaríamos de hablarnos y mucho menos tratarnos como unos completos extraños, porque nos apreciábamos demasiado como para hacer tal cosa, dormimos hasta al día siguiente. Decidimos darnos una despedida digna de recordar para nosotros y en medio de todo eso Alex me confeso algo que lo tendría presente para la el resto de mi vida.

- Annabeth cariño, quiero que siempre tengas presente que fuiste la primera en todo pequeña, jamás mentí en cada te amo que te decía, por lo tanto recuerda que siempre me tendrás ahí para ti pase lo que pase. Jamás dejare que un hijo de puta te haga daño y te trate como algo menos que una reina, te protegerá como si fueras mía aunque ya no lo seas amor, ten presente eso siempre. - Dijo mirándome fijamente a los ojos. comprendí que era sincero jamás dejaría que algo malo me pasara y aprecio mucho eso viniendo de el.

- Te creo Alex, lo mismo digo. Ninguna mujerzuela dañara a la segunda persona mas importante en mi vida. - Me acerque y me eleve de puntillas para darle un cariñoso beso en la mejilla, y después un largo abrazo, el cual el correspondió con el mismo afecto.


A las 10:00 am del domingo Alex termino de mudarse a su nuevo apartamento, sin antes volver a recordarme lo mucho que le importaba y el que termináramos no era motivo para alejarnos de manera permanente.


Ahora cuando mi mente viaja a ese recuerdo, ya no me siento tan abrumada. Alex se encargo de que esa decisión no fuese dolorosa para ninguno de los dos, y al cabo de unos días yo termine de aceptar que el tenia toda la razón y aprecio demasiado que me lo hiciera entender de la forma en que lo hizo. Hoy en día agradezco demasiado que no hayamos acabado ahí, si no que diéramos pie a una hermosa amistad que hoy, a los 3 años de haber terminado nuestro noviazgo, aun sigue fuerte y unida.


Ciertamente, como él dijo, a veces el amor no es suficiente y menos cuando los problemas juegan en contra. Si no reúnes el valor para aclarar ciertas cosas con tu pareja todo puede terminar mal, y perder la hermosa amistad que se construirá a raíz de eso. Después de estos tres largos años entendí que en nuestro hermoso noviazgo no lo perdí, ni el me perdió...


Simplemente nos perdimos.


WaningMoon☪

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