Mis espasmos, la taquicardia, y el ardor en el estomago junto con el amargor en mi boca solo le dieron la bienvenida al emesis y a sus fuertes embestidas. Mi dificultad al respirar, mientras el sudor, las lagrimas y ese malnacido dolor que me impide luchar para mejorar, ya son considerados parte de la rutina en mi día a día.
Mi nombre es Daniela Guerrero, y en este momento de mi vida, lastimosamente no puedo darle honor a mi apellido, me parece un enorme y mal chiste bizarro del destino, porque claramente ya no sé lo que es luchar, arrodillada pido clemencia a la vida para que me dejen ser miserable sin sentirme una traidora.
Hace menos de tres meses cumplí 21 años, y vaya suerte que me han regalado. Vivo en Panamá, soy natal de allí: de la capital, y en ese mismo lugar viví el pasar de los años, hasta que él apareció en mi vida y con la misma ímpetu, se me fue arrebatado.
...
-Javier por favor no creo que sea conveniente que vayas a verlos- su semblante se vio afectado, supe de inmediato que algún mal pensamiento había cruzado por su mente, pero no hizo ningún comentario al respecto, en cambio, sólo suspiró -Prométeme Javier, que volverás aquí a darme dolores de cabeza y montañas de amor, promételo.- le exigí en tono fuerte mientras lo tomaba por su camisa bruscamente y al mismo tiempo una lagrima rebelde jugaba en mi contra.
-Regresare mi amor- dijo apartando la molesta y vulnerable lagrima que corrió por mi rostro. Y en mi oído, casi como un susurro comentó -a darte jodidas montañas de amor, lo prometo.-
Me sobresalte tanto que casi caí de la cama, pase la mano por mi frente y pude sentir lo caliente y húmeda que estaba. Sus piernas entrelazadas a las mías solo lograron que el también despertara, me sentí realmente tonta, no era más mi deseo molestarlo por mis ridículas pesadillas de niña de cinco años.
-¿Te sientes mal hermosa?- se sentó mientras tallaba uno de sus ojos con su mano izquierda, al siguiente segundo ya tenía el dorso de su mano sobre mi frente y luego debajo de mi cuello -Dios mío Daniela estas que botas humo mierda- me aturdí por el tono fuerte con el que pronuncio las palabras, lo que hizo que mi mente se agitara por unos minutos logrando que me despistara, ya para cuando recupere la noción del tiempo el no estaba en la habitación.
Me sentía confusa, tenia un palpito dentro de mí, casi como una corazonada, en mis pesadillas era sorprendente ver la cantidad de escenas extrañas y muy creativas que se pueden desenvolver, pero esta vez fue ese repetitivo sueño en el que hasta ahora se ha sentido como una despedida. No me considero una chica escéptica, pero no era costumbre mía sentirme así luego de un mal sueño, aunque espero que sean tonterías de mi mente, como siempre jugándome sucio, mejor dicho: por supuesto que lo son. Pero así me lo creyera, el miedo persistía. No se sentía bien, era desesperante, casi rozando lo verdaderamente desquisiante, me sacaba de cordura, se podía sentir como estar debajo de una gran tormenta con rayos y todo incluido, pero con un sol despampanante, en el que desde la esquina donde estas observado todo el espectáculo las personas a tu alrededor están completamente secas y sin la mínima idea de lo que ocurre a su alrededor, excepto tú, que estas completamente empapada de esa cosa, esa cosa que no puedes describir y que nadie nota, eso claramente dejaría aturdido a cualquiera. No encontraba lógica alguna para aquello.
Deje atrás mis pensamientos y me arrope con mucha más fuerza que antes, la verdad es que sentía que estaba en el ártico, mi mandíbula ya comenzaba a tiritar del frío que estaba sintiendo. Cerré los ojos, y por un momento pude creer que iba a conciliar el sueño de nuevo pero algo húmedo y helado en mi frente me hizo temblar al tiempo que me traía de vuelta, era Javier, colocandome un pañuelo en la frente, imagino que para menguar la fiebre, lo observe con intriga y él al instante me devolvió la mirada.
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El comienzo de algo...
Short StoryAquí plasmaremos en letras los pensamientos más mundanos y fantasiosos que aturden nuestra mente; experiencias o simplemente cosas que creamos conveniente para compartir. Esperamos que todo sea de su agrado y le agradecemos de ante mano sus comentar...