Un Comienzo Diferente

Salimos al Mar XIV

La mañana era hermosa, la marea estaba tranquila y el día soleado. Luffy recordaba este mismo día hace 3 años cuando su hermano se fue a comenzar su aventura, fue un poco doloroso ver como el barco de Ace se perdía en el horizonte tal y como fue doloroso el día en que Shanks también se fue de Foosha, pero el mundo de los piratas era como un pañuelo y sabía que los volvería a ver tarde o temprano.

Sin embargo hoy era un día especial para Luffy, ya que hoy comenzaba su aventura en el mar.

Luffy: ¡Chicos ya me voy!

Dadán: Ya era hora

X: Te deseamos suerte, Luffy

Y: Cuídate mucho y ten cuidado con el agua

Luffy: Muchas gracias por cuidarme todos estos años a mi y a mis hermanos

Dadán: Sisi, ya lárgate

Luffy: ¡Nos vemos Dadán!

En el fondo todos en aquella casa estaban tristes por la partida del más pequeño pero sabían que este debía empezar su aventura, y sería egoísta pedirle que se quedara.

Dadán observó como Luffy se fue hacia el pueblo, estaba orgullosa de él y tenía esperanza de que pudiera cumplir su sueño aún con todos los obstáculos que tenía delante

Dadán: Lo lograrás mocoso...

El Pelinegro llegó hasta el pueblo con la esperanza de comprar un bote para poder irse, sin embrago decidió pasar por el Bar de Makino una última vez. Luffy recorrió el bar como si fuera la primera vez, tocando las mesas, sillas y la barra, estaba tan perdido en sus recuerdos que una mano posada en hombro lo sacó de su trance

Makino: Luffy, ¿Ya te vas?

Luffy: Así es, vine para despedirme

Makino atrajo rápidamente a Luffy para darle un último abrazo, sin duda alguna la joven siempre vio al pequeño como su familia y le apenaba que se fuera de la villa, pero entendía que el joven debía partir. Al fin y al cabo él tiene un sueño y una promesa que cumplir

Luffy: Te prometo que volveré cuando sea el rey de los piratas

Makino: Se que lo harás, así que mucha suerte en tu viaje

Luffy: Adiós Makino

Makino: Buen viaje, Luffy

Luffy salió del Bar dirigiéndose hasta el puerto para agarrar un pequeño bote, comenzó a empacar todo lo que necesitaba para sobrevivir, como por ejemplo, comida, agua, y su tesoro más sagrado, su sombrero de paja.

Antes de por fin poner su navío en el agua toco su sombrero y respiro hondo mirando al horizonte, saboreando por última vez la brisa fresca que llegaba a Foosha. Este siempre será su hogar, y espera volver algún día con su promesa ya cumplida

Luffy: Hoy comienza mi viaje al mar Shanks, y también el inicio de lo que vendría siendo el próximo Rey de los Piratas... Espero llenarte de orgullo papá

Con Luffy ya lo suficientemente lejos de la villa el nuevo capitán decidió tomar una pequeña siesta en su bote, el curso estaba fijado hacia donde sea que lo lleve la corriente y el mar estaba tranquilo... ¿Que podría salir mal?

(Perspectiva de Luffy) —————
No sabía ni qué hora era ni donde estaba, solo escuchaba murmuros a mi alrededor que no me dejaban dormir tranquilo. El tema del sueño para mi es sagrado aunque no tanto como la comida, sin embargo ya estaba harto del ruido que se escuchaba afuera, así que decidí salir del barril donde me había escondido para dormir