Herida XIII

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Después de incendio Sabo fue obligado por sus padres nobles a tener prohibido salir de la casa, debía avisar en qué parte de la gran mansión estaba y debía siempre estar acompañado de dos guardaespaldas

El pequeño rubio extrañaba con Locura a Ace y Luffy pero si los volvía a ver sabía que los pondría en riesgo, así que Sabo optó por sacrificarse al mundo noble antes de que sus hermanos salieran perjudicados. Sin embargo el rubio jamás descartó la idea de volver a escapar e incluso lo intentaría una última vez el día de mañana, ya que en menos de 12horas vendrá alguien bastante interesante para los nobles que mantendrá tan ocupado a sus padres que olvidarán sus existencia, y así él podrá escapar para luego reencontrase con sus hermanos.

Durante la mañana todo salió como el Rubio predijo, sus padres lo dejaron en casa y el solo simuló que estaba estudiando como lo hacía todos los días, lo bueno de estar en esta asquerosa casa es que pudo memorizar sus entradas por ductos de ventilación y hasta por algunas ventanas que no estaban tapadas por acero

Este al notar la distracción de sus guardaespaldas logró escabullirse hasta una de los ductos y así poder salir a las calles.

Evidentemente todo estaba bastante vacío por la llegada de ese noble mundial, pero eso no evitaría para nada su escape. Se subió a su bote sin importar todo lo que le gritaban todos los nobles presentes y zarpó rumbo al mar, e incluso se cruzó con un barco bastante grande que supuso que era del invitado especial

Mientras miraba el horizonte, solo escuchó una bala de cañón ser disparada y todo se volvió negro... ya no podía escuchar a los nobles gritarle, ya no podía sentir el viento en su cara y ya no podía escuchar la voz de sus hermanos en su cabeza




Por otro lado dentro de la montaña Corvo estaba un Luffy llorando sentado esperando el regreso de Ace, habían pasado bastantes horas y aún no sabía nada de su hermano. El sentimiento era horrible y lo abrumaba pero sus pensamientos cesaron al ver a la figura de su hermano acercarse junto con Dadán

Luffy intentó no llorar desde que Ace llegó ya que este odiaba que él llorara pero no pasó mucho tiempo cuando las fuerzas de contención de lagrimas del pequeño llevarán a cabo la acción contraria

Luffy: ¡Ace!

Ace: ¡¿Pensaste que estaba muerto?!

Luffy: ¡Es que... yo...!

Ace: ¡Deja de llorar que no estoy muerto!

X: ¿Que paso la noche del incendio? ¿Por que no volvieron?

Ace: Peleamos con BlueJam y terminamos muy lastimados. Tuve que robar medicamentos en la ciudad y ocultarnos en el bosque ya que estaban buscando a los sobrevivientes del incendio

Dadán: Ace, debes saber cuando dejar de pelear. Si sigues así, vas a morir algún día

Ace: Me da miedo perder algo importante si salgo huyendo

Dadán: Puedes perder más si te quedas... pero contigo no hay remedio

Horas después de que Ace y Dadán llegaran, uno de los bandidos que había ido al pueblo por la mañana regresó a la casa con una mirada triste y horrorizada.

X: Ace, Luffy, debo decirles algo...

Ace: ¿Que sucede?

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