Del Sol al Gris XI

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Los chicos ASL habían estado de maravilla en el último tiempo, estaban consiguiendo los materiales para los últimos detalles de su nueva base, al parecer BlueJam los había dejado en paz e incluso estaban más fuertes a nivel de entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo

El día comenzó de muy mala manera para Dadán ya que está estaba harta de los mocosos que vivían en su casa, pero por parte de Luffy este estaba feliz ya que hoy Makino iría a visitarlo a su nuevo hogar

¿Como se enteró de ello? Pues fácil, el mismo la invitó a que fuera a la montaña para que conociera a sus hermanos y por supuesto para pasar tiempo juntos

Luffy: ¡Makino!

Makino: ¡Luffy!

Luffy: ¡Alcalde, usted también vino! Pensé que no lo haría por el trabajo

Alcalde: ¡Luffy has crecido mucho en estos últimos meses! ¡Tenía ganas de verte al igual que Makino! El pueblo no es lo mismo sin ti

Makino: No le digas a Garp-san que vinimos Luffy ¿Trato?

Luffy: ¡Claro!

Alcalde: Así que es cierto que vives con Bandidos...

Dadán: ¡¿Algún problema abuelo?!

Alcalde: ¡¿Como que abuelo?!

Makino: Gracias por dejarnos ver a Luffy, Dadán-san

Dadán: Luffy, por este gran favor que te hago tendrás que traer la cena

Luffy: No hay problema

Makino: Traje regalos Luffy, no creo que a Garp-san le moleste esto... ¡Mira es ropa nueva!

Luffy: ¡Genial!

Makino: Voy a ajustar el talle, así que vengan ustedes también niños. -Mencionó la joven dirigiéndose hacia dos niños que estaban parados en el marco de la puerta de cierta casa

Sabo: ¡Genial!

Ace: ¡Sabo!

Makino: Acércate también, traje regalos para los tres...

Ace se acercó lentamente hacia la chica, el no confiaba en las personas a diferencia de Luffy. Pero de alguna manera está chica le daba buena espina

Pasaban las horas y en la casa de los bandidos había un banquete, comida por todos lados mientras los niños jugaban a ser piratas. Sin embargo Makino y el aclare ya debían retirarse a sus hogares en el pueblo por lo cual la fiesta tuvo que detenerse

Todos se despidieron de estos pero Luffy se ofreció a llevarlos al sendero más cercano y seguro hacia el pueblo. Evidentemente el pequeño no quería que se fueran pero entendía de que debían volver a sus hogares y que ya no se verían tanto como antes, aún así estaba agradecido de su visita

Makino: Luffy, gracias por habernos invitado

Luffy: ¡Gracias por venir Makino! ¡Y a usted también alcalde!

Alcalde: No fue nada chico, cuídate mucho

Makino: Alcalde adelántese porfavor, debo hablar unas cosas con Luffy. Además creo que su esposa lo está esperando

Alcalde: ¿Estás segura de que no quieres que te acompañe?

Makino: No se preocupe por mi, tengo a un valiente pirata conmigo ¿Verdad Luffy?

Luffy: ¡Alcalde yo la cuidaré, mis puños son como pistolas! No se preocupe

Alcalde: Confió en tu Luffy, nos vemos chico...

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