La primera cita

86 4 0
                                    

El sonido del timbre hace que me exhalte y me saca de mis pensamientos. Corrí a abrir. 
-Te ves hermosa, como siempre-sonrio, para él siempre estoy así. Bueno, sera por que es mi novio, lógico. Pero, hoy me vestí diferente, soy la típica adolescente que siempre usa pantalón y una blusa común. Pero hoy decidí usar un vestido rojo que no es muy escotado ni muy corto, con vuelo, con zapatillas negras poco altas, y como no me gusta usar maquillaje, no lo hago. Mi cabello esta suelto, a él le encanta que lleve suelto. Pero de vez en cuando se dedica a jugar con mi cabello, hacerme trenzas y cosas por el estilo- no se por que me gustas tanto, en serio no lo se-me sonríe y me abraza, me besa el cabello.
-Bueno, vámonos, por que si nos quedamos aquí nunca nos vamos a ir- solo de dedica a sonreirme y yo dejo las flores en la mesa y salgo antes de él. Espero a que cierre la puerta y me toma de la mano y caminamos hasta donde tiene estacionado su carro. Se lo acaban de regalar sus papás por su cumpleaños, es un MAZDA 3 blanco, es bonito para mi gusto. Su cumpleaños es en una semana a pesar de que ya tiene ese regalo, creo que sus papás quisieron sorprenderlo antes y valla que lo lograron. Y la pregunta en mi cabeza siempre es. Que le puedo dar en su cumpleaños? Ah! No lo se. Los cumpleaños son muy complicados en especial el de tu novio, pero en fin, algo se me ocurrirá.
Cuando llegamos a donde esta su auto me abre la puerta, y ya que subo se asegura de cerrarla y después sube el y enciende el motor.
-Nadie se había subido, eres la primera en hacerlo-me voltea a ver y sonrió.
-¿En serio?-pregunto algo incrédula. Alguien mas antes que yo debió haber subido, su mamá su papá o su hermana no lo se.
-Claro que es en serio-me toma la mano y la besa-yo no te mentiría-esas cuatro palabras hacen que sienta un hueco en el estomago. Si, él jamas me había mentido y yo aun no me perdonaba el hecho de ocultarle algo que hice, pero prefiero mil veces sentir esto a decirselo y destrozarle el corazón. La verdad es que pensándolo bien, yo nunca pude terminar con él a pesar de lo que hice. Me preguntaría por que, y no sabia que decirle, no tenia ningún pretexto que valiera la pena. Iba a ser inútil-ey, bonita-me toca el hombro- ¿estas bien?
-Si, claro-le digo ya un poco mas consciente-es solo que me quede pensando.
-¿No la estas pasando nada bien, verdad?
-No, ya lo sabes-agacho la cabeza-no quiero de hablar de eso, por favor-en ese momento detiene el carro y se estaciona ya estamos frente al estacionamiento de un restaurante. Rápidamente apaga el motor.
-Nunca quieres hablar de nada, a veces siento que ya no te conozco, siento que no confías en mi, a veces solamente siento que hago estorbo en tu vida-esto ultimo me dolió, eso jamas pasaría no de él. Él es quien me ayuda a poner los pies sobre la tierra, a sentirme mejor, a querer ser mejor persona cada día. Pero nunca se lo digo, tal vez por eso se siente así.
-Claro que no Andres, no sabes lo que dices, no sabes lo que siento, no sabes nada.
-¿Pero por que no se nada? Nunca te abres, nunca dices nada, a veces trato de hacer que "esto" funcione pero yo solo no puedo, el noviazgo es de dos no de uno Anjulisse, no se si estas de acuerdo conmigo, pero así son las cosas.
-Ya lo se Andres, pero no es fácil para mi nada de esto, te pido que me entiendas, y me des tiempo.
-Si, claro, respeto tus decisiones y lo sabes, pero ¿cuanto tiempo te voy a esperar? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Dos? ¿Tres? Dime.
-Andres no lo se, y esta conversación no esta ayudándose en nada-estoy algo exhaltada.
-Esta bien, como gustes.
Baja del carro y me abre la puerta. Creo que esta muy molesto, no tengo idea cual sera el tema de conversación que no implique peleas entre nosotros, últimamente solo eso hacemos. Y no seré orgullosa, acepto que es por mi culpa.
Cuando bajo del auto, noto que esta algo distante, no puede ser, no podemos seguir así, no se merece eso de mi parte.
-Andres-digo tratando de sonar paciente y dulce- lo siento, en serio perdoname por todo.
-Si, esta bien-me sonríe, pero no es una sonrisa como las que siempre me da. Entiendo que solamente es para cambiar de tema o algo así-vamos a entrsr-esta algo desanimado y eso era justo lo que no quería.
-Vamos-trato de sonar tranquila, no voy a ser yo quien inicie una discusión hoy.
Me abraza y me toma de la mano, entramos al restaurante y... No lo puedo creer... Es increíble. Ni si quiera me di cuenta en el camino que nos dirigiamos al restaurante en el que tuvimos nuestra primera cita hace casi tres años. Sonrió tan solo de recordar el momento. El restaurante es grande tiene unos grandes cristales como ventanas que permiten ver la ciudad, y de noche es definitivamente hermosa, en los techos hay faroles dorados colgando, tiene muros de marmol blancos, flores por todos lados, en cada mesa, que son de cristal. Arriba esta una terraza. Una meseta nos acompaña hasta arriba y nos indica en donde esta la mesa. Andres acomoda mi silla para que yo pueda sentarme y después se sienta él.
-¿Recuerdas ese día?-me pregunta, lo miro algo confundida-aquí fue nuestra primera cita-claro que lo recuerdo.
-Si, ese día, dentro de todo, fue increíble, pero-agacho la cabeza-fue el ultimo día que estuve con mis papás.
-Lo se-me toma la mano- se que ha sido muy difícil para ti estar sola, bueno sin tus papás, y que no tengas su apoyo. Los necesitas.
Se que los necesito, y puede sonar incrédulo pero ya van a ser tres años que no he visto a mis papás. A ninguno de los dos. A mi papá poco a poco deje de verlo en mi casa, no llegaba a cenar, a veces comíamos juntos pero casi nunca, y mi mama se ahogo en ese mar que la depresión te brinda. No fue fácil para mi nada de eso. Recuerdo bien ese día en que Andres me trajo aquí. Subimos y aquí estaban mis papás esperándome y supieron formalmente sobre nuestro noviazgo y me apoyaron, nunca me negaban nada. Pero si me hace mucha falta su presencia.
-No me he acostumbrado a estar sin ellos.
-Tranquila ¿Okay? No quiero que te sientas mal, es nuestra noche, por favor.
-Esta bien Andres, tienes razón-le sonrió y me besa la mano.
Cenamos platicando poco, ya casi entraremos a la universidad y yo aun no se que haré con mi vida, no se que voy a estudiar; ni si quiera tengo la más remota idea. Pero él siempre quiso estudiar medicina, solo que aun no sabe en que universidad. Y creo que es muy considerado al seguir apoyandome cuando sabe que no se que hare.
Cuando dan las 12 de noche, yo no aguanto mas el sueño. Andres paga la cuenta y me lleva a mi casa. Antes de bajarme del carro me sujeta con su muñeca el brazo y me hace voltear hacia donde él esta. Pero sin esperarlo si quiera, me besa tiernamente, nunca ha sido de las personas desesperadas o arrebatadoras, eso es una e las muchas cosas que amo de él.
-Te amo-me dice sin mas, mirándome con esos ojos tan hermosos que hacen que no quiera si quiera mirar otros. Jamas me había dicho eso, era la primera vez que mis oídos escuchaban eso de él. Y yo quería que así fuera siempre, no quería que me dejara de amar ni yo a él. Lo juro, en ese momento, cuando escuche esas simples palabras; todo mi mundo cambio.
Hola a todos los lectores de mi historia. Les pido una disculpa por no haber publicado, pero falleció un familiar y no había tenido tiempo de hacerlo. Y recuerden que estos capítulos son los improvisados. Y tengo que dedicarle mucho tiempo a cada uno, a veces las ideas se me van y tengo que pedir ayuda. O mejoro lo que ya tenia o a veces lo empeoro. Lo que importa es que al final el resultado me agrada y espero que a ustedes también.
Esta vez, este capitulo va dedicado a mi amigo Kevin, espero que te guste por que tarde mucho escribiendo y espero que les guste este al igual que todos los demás que ya comenzare a publicar uno por día.
Por ultimo, muchísimas gracias lector :)

Inesperadamente sucedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora