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El siguiente día comenzó, Astrid se había tomado muy en serio su plática con Roxanne, así que cuando llego fue junto a su club para entrenar en la pista de correr. En un momento se paró a descansar, ahí fue cuando el castaño se acercó a la rubia.

- No te vi en la entrada, supuse que estabas acá, ¿que haces? - preguntó Freddy a su contraria.

- Ayer le dije a Roxanne que podía ser mejor que ella en lo que sea, así que estoy entrenando mas fuerte aún para ganar la competencia del viernes. - dijo tomando de su termo de agua.

- Por eso también ella estaba entrenando entonces. - se dijo a si mismo en voz alta.

- ¿Cómo? - preguntó la rubia después de toser el agua un poco.

- Creo que Roxanne va a meterse a la competencia también, ayer pase por uno de los gimnasios de la ciudad y la vi entrenado con Foxy y Monty. - dijo haciendo una pausa al pensar en el de tez canela.

- Maldita sea... ¡Maldición! ¡No dejaré que me supere esa loba! Perdón Freddy pero debo entrenar más, no puedo perder esto. - dijo volviendo a la pista dejando al castaño confundido y preocupado por su amiga, no queria que se estresara por la competencia.

La chica seguía entrenando, se negaba a perder la carrera rotundamente por la oji ámbar. Para la hora del descanso estaba agotada, decidió tomarse por lo menos ese tiempo para descansar, se cambio al traje de baño y fue a recostarse a uno de los camastros de la piscina.

Estaba tan cansada que al momento de acostarse parecía que sus músculos dejaron de funcionar, al mirar directamente al sol decidió cerrar los ojos y tal vez con suerte quedarse dormida. Pasaron pocos minutos cuando ya se sentía somnolienta, cuando alguien movió el camastro y cae al agua. Ella era una experta nadadora, eso no lo dudaba, pero estaba tan agotada que sus extremidades parevian fallarle un poco, además que parecia el camastro estaba cada vez más pesado. Poco a poco se quedaba sin oxígeno y sus músculos no parecían cooperar, sentía que estaba a punto de ahogarse cuando el camastro dejó de aplastar su cuerpo y la tomaron para sacarla a la superficie.

- ¿Estas bien? ¡¿Astrid?! - exclamó preocupado el castaño mientras la rubia tosía el agua.

- ¿F-fred? - dijo la chica antes de desmayarse.

Freddy la saco del agua y fue directamente a la enfermería, mientras cierto pelirrojo salía de su escondite detrás del trampolín de la piscina, el había sido quien había tirado a la oji azul de su silla. La intención de Monty no era matarla, si hubiese pasado no estaría nada mal, pero tarde o temprano alguien la sacaría. Tal vez había atado una de las pesas pequeñas al camastro desde antes. Fue hacia la azotea donde Roxy habia visto todo y parecía molesta.

- ¿Y esa cara? - dijo el de tez canela mientras alzaba una ceja.

- Se supone que quieres que le haga bulling para que se suicide, ¿porque la arrojas al agua para que se ahoge? - exclamó la peligris.

- Mi intención no era esa, solo te doy material. - respondió el chico sin importancia.

- Ok... Estoy empezando a preocuparme por tus métodos. - dijo la oji ámbar mirando algo extrañanda a su amigo.

Al acabar el almuerzo regresaron a clases, mientras que la oji azul se envontraba en la camilla de la enfermería ya consiente. Por un lado estaba contenta de que Freddy se preocupara por ella, pues sin duda alguna que estaba enamorada de él, sin embargo no estaba feliz por el incidente. ¿Por qué el mundo se ponía en su contra en la semana más importante de su vida?

- ¿Se encuentra mejor señorita Rimmen? - preguntó la enfermera.

- Ya mejor, señorita Miyu. - dijo algo desanimada. - ¿Me permite ir al baño?

- Claro, pero debe regresar por unos medicamentos. - dijo la peli rosa para dirigirse a su escritorio.

Astrid fue hacia el baño para mojarse la cara, tal vez no debía pues ya habia tenido demasida por ese día pero se sentía muy agobiada y varios pensamientos empezaban a altararla incluso a hacerla sudar. Al levantar la vista del lavadero pudo encontrar el reflejo de la persona que menos quería ver en esos momentos.

- ¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato o porque dejaste de ser tan parlanchina de repente? - dijo Roxy apoyada contra la puerta de un baño.

- Pierdete Roxanne, en estos momentos no estoy de humor y siendo sincera eres la última persona que quiero ver. - dijo la bronceada intentando ignorar a su contraria.

- ¿Te afecto tanto tu caída? Siento que no tuviste una tarde excelente. - dijo rodando los ojos.

- ¿Que? ¿Tu.. Lo hiciste? - dijo primero en shock y después molesta.

- Obvio que no, estaba desde la azotea viéndolo .- dijo con incredulidad.

- Oye, sé que estoy linda pero realmente no tengo ese tipo de gustos. ¿O hay alguna razón por la que me estes viendo todo el tiempo? - dijo en un tono de sarcasmo para disimular su nerviosismo.

- No has bromas con eso. Ya tengo novia y la quiero mucho para soportar comentarios como los tuyos. - dijo con un ronco más serio.

- Como sea. Si estuviste viéndolo, entonces debes de saber quien me tiró, ¿verdad? - cuestionó.

- ¿Que te digo? Te apoyaste hacia el lado de la piscina cuando te acostaste en el camastro, ¿sabes como funciona la gravedad o te la tengo que explicar con dibujitos? - respondió la peli gris.

- ¿Que? - exclamó la rubia sorprendida, ella no recordaba que fuera así, pero estaba tan cansada... ¿Seria verdad?

- Bueno, es interesante que te hagas llamar la mejor o la más fuerte, incluso da risa. - dijo la oji ámbar.

- ¿Que insinúas con eso? - la miró molesta con una ceja alzada.

- Me refiero, sin ofender; que una persona que siempre exhibe su ego desmostrándose como según ella la persona más fuerte de la escuela, no pueda demostrarlo en momentos como estos, que no son tan extremos, ¿me explico? - dijo la chica morena.

- Estaba... Cansada. Estuve entrenado toda la tarde de ayer y la mañana para vencerte en los juegos olímpicos y estaba exhausta, ni si quiera me podía casi ni mover. - se excusó la chica bronceada.

- Como digas, realmente a mi me da igual, pero tú ne preguntaste. - dijo la chica con mechón verde.- Entiendo tus puntos, pero siendote sinsera, deberías marcar un propio límite de tu agotada en esta clase de situaciones. Además, esa excusa sigue sin responder el porqué te caíste.

- Yo.. Yo... - la rubia no sabia que decir.

- Cada quien con su vida, cada quien con sus problemas. Solo intento apoyar. - dijo Roxy para salir del baño e irse dejando sola a Astrid.

Se sentía derrotada, pero... ¡No! No podía dejarse vencer tan fácil. Salió del baño para volver a la enfermería y tomar el medicamento; la enfermera la notó un poco extraña pero decidió no preguntar y solo darle las medicinas.

La rubia volvió a clases y terminando estas, se dirigió a su casa junto con Freddy, aunque este la sentía algo distraída prefirió no hablar para no incomodarla. Mientras tanto, Monty escuchaba atentamente con sj inexpresivo rostro la historia de Roxy.

- ¿En serio no hizo nada? - preguntó el chico.

- ¿Debería de haber hecho algo? - cuestionó la oji ámbar.

- No, solo pense que se volvería loca por lo que le dijite y atacaría o algo, solo me sorpende que haya caido tan bajo. - dijo el moreno tomando de su botella dr agua.

- Bien bien, espero lo que tienes planeado para mañana. - dijo la peli gris.

- Apenas estamos comenzando. - dijo el pelirrojo. - Estará restregado por el suelo que seré capaz de pisar de orgullo.

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La única razón por la que no me he matado es porque quiero terminar esta historia, espero les guste.

1286 palabras.

Be Mine | Monty X Glam.Freddy | (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora