Abrió sus ojos lentamente, así despertando de su sueño debido al calor de estár con las sábanas. Las temperaturas han aumentado las últimas semanas y ahora era que se daba cuenta de ello. Cuando miró a sus alrededor se dio cuenta de que su compañera no estaba, se levantó y se dirigió a la sala, la cocina entre otros lugares del departamento y no la encontró. Justo cuando se le empezaba a hacer raro su ausencia, escucho la puerta principal abrirse y sin pensarlo dos veces, fue a recibirla.
- Oh, ya despertaste, buenos días dormilón - Dijo entre risas después de ver la cara de su novio - No te desperté porque parecías estar a gusto, así que fui a la tienda a comprar algo para refrescarnos, recientemente a hecho mucho calor
- Es cierto, sobre todo hoy que se a puesto horrible. Gracias por el helado - Agradeció luego de recibirlo de parte de Made - Genial, de chocolate
- De pequeño te encantaba todo lo que llevaba chocolate, supongo que eso no ha cambiado tanto - Sonrió confiada mientras lo miraba.
- Tienes razón
- ¿Tienes algo que hacer hoy? Tengo que salir más tarde para algo de mi trabajo, aparentememte una de mis cosas están allí y alguien estará disponible solo a esa hora - Explicó sin compilaciones.
- No hay problema, yo cuidaré la casa - Dijo seguro.
- Está bien. Por cierto, ¿Has llamado a tu madre ya? debe de estar preocupada, desde que le dijiste que ibas a independizarte conmigo
- Sabe que estoy contigo, no debería de preocuparse tanto - rió.
- Sabes, para los padres es difícil dejar ir a los hijos, así qie mantente en contacto con ella hasta que sépa que hay estabilidad, al fin y al cabo ella solo quiere lo mejor para tí - Dijo intentando no sonar desanimada - Yo hubiera querido que mi madre haga lo mismo por mí - Sonrió.
Bernard lo entendió y sin nada más que comentar, se dispuso a llamar a su madre.
...
- ¿Made? - Entró Bernard a la habitación en busca de su prometida.
- Estoy aquí, ¿Que pasa? - Preguntó volteandose, así apartando la vista de su pequeño boceto.
- Perdón, no quiero molestarte ya que estas trabajando, mejor vuelvo cuando termiens y‐ - Fue interrumpido por la misma Made.
- No, está bien. ¿Quieres hablar de algo que te molesta, verdad? Lo puedo ver en tu cara.
- B-bueno... Es que... ¿Que sentiste cuando supiste que había perdido la memoria? N-no hace falta que respondas si no quieres, yo solo...
- Está bien, no pasa nada - Intentó tranquizarlo - Veamos, no quiero contar algo tan largo, así que sólo lo resumiré lo mejor que pueda. Honestamente, en ese entonces era una época bastante difícilpara mí y lo único que me ayudaba a hacer als cosas de mi día a diá era mandarte cartas y esperar las tuyas. Cuando me enteré de lo que te pasó... No súpe reaccionar, estaba en shock y me sentía impotente porque no podía hacer nada ante ello - Ella contaba mientras el la veía de manera angustiante - Escuché tiempo después que ya habías salido del hospital y, en un intento desesperado, te envié una carta. En esa carta... Te decía lo importante que eras para mí pero... Nunca recibí una respuesta y fue ahí cuando súpe que todo lo que me hacía feliz se había destrozado en un abrir y cerrar de ojos.
Esas últimas palabras lo hicieron culparse, para el en ese entonces recibir esas cartas significaban nada, la carta de la que ella hablába nunca la abrió, nunca la leyó pero si recordaba haberla recibido, se sentía un ser despreciable.
- No te culpes por ello, Bernard. De nada sirve lamentarse por el pasado, aprecia lo que tienes ahora - Ella sonrió como siempre después de contar aquello - Me pregunto si tu viejo yo se hubiera enamorado de mí también. Aunque bueno, ahora no tiene mucho sentido pensar en eso jajajaj
- Yo estoy seguro de que lo hubiera hecho, así como lo hizo mi yo actual - Dijo seguro - Incluso si muero, yo te encontraré en otra vida y me enamoraría perdidamente de tí en ese ciclo sin fín
Made sorprendida lo miró, luego suavizó su expresión y le dedicó su típica sonrisa - ¿Ah si? Eso me alegra - Se sonrojó.
...
- Ya me voy a buscar mis cosas, no tardo - Anunció Made.
- Oh, ten cuidado ahí fuera - La acompañó a la puerta y le dio un beso antes de ella irse - Hasta dentro de un rato - Sonrió.
- No tardaré - Respondió con una leve sonrisa y rubor en sus mejillas. Salió tranquilamente dirigiéndose a su trabajo, las calles estaban tranquilas y eso le brindaba tranquilidad, escuchar el sonido del metro a lo lejos y escuchar el viento azotar los árboles, era otro nivel de tranquilidad. Su trabajo estaba a quince minutos caminando desde su casa, así que no iba a tardar mucho. Llegó, tomó su cámara, agradeció al personal y se fue de nuevo a casa. El camino de vuelta a casa sería prácticamente lo mismo, quería estar tranquila sin ningún problema pero como siempre, algo siempre tenía que salir mal.
Rápidamente se volteó para evitar el impacto del golpe, tan pronto como lo hizo derribó a su atacante dejando el bate lo suficientemente lejos de ella - ¿Sabes? Realmente te al vuelto demasiado molesta, mira que espiarme hasta el punto de descubrir y seguirme hasta mi trabajo - Joy intentaba safarse se su agarre, pero ella era más fuerte y en su lugar, colocó su rodilla en las costillas, apetandolas para que le duela - No intentes hacer nada o te perforaré los pulmones con tus propios huesos
- Es... tu culpa - Intentó hablar con dificultad - Tu me lo arrebataste... Siempre, estuvo contigo y... Cuando te fuiste siempre estaba... Tan deprimido
- ¿De qué mierda estás hablando?
- Lo hice... hice que perdiera la memoria... para que te olvidara y por fin... se fijara en mí... pero uncluso habiendo perdido la memoria... el seguía diciendo que alguien, alguien... Ya tenía su corazón... aún sin saber quién... era... PERO TÚ APARECISTE DE NUEVO Y ME LO QUITASTE OTRA VEZ... y sólo me quedó eliminarte... si tu mueres, el me amará, debes de desaparecer
- Ya... Ya veo, gracias por compartir esa información... Ahí lo tienen oficiales - De pronto, salieron dos hombres detrás de ella - ¿Sabes? Ya me había dado cuenta de que me acosabas, así que llamé a unos viejos amigos y bueno, ya no tienes por dónde escapar de esta situación - Uno de los oficiales tomó a la chica.
- ¿Estas herida, Made? Realmente hay gente loca, mira que intentar asesinar a alguien a tan corta edad...
- Estoy bien Fred, no te preocupes. Solo asegúrate de que no vuelva a pisar el mundo exterior nunca más. Tiempo sin vernos, David, buen trabajo
- Gracias a ti por reportar el caso, ya sabes que si necesitas ayuda ahí estaremos. Por cierto, eres buena defendiéndose, vaya reflejos tienes - Rió.
- Ya sabes, no puedo dejarme atrapar por los hombres de mi madre, así que tuve que aprender. ¿Has descubierto algo sobre eso?
- Pronto conseguiremos los papeles de firma, ya no serásparte de esa familia tan problemática y por fin dejaran de seguirte, por ahora solo podemos mantenerte fuera de su radar como siempre, tengo entendido de que te irás del país
- Si, he solucionado mis cosas aquí, así que me iré a Andorra, el y yo... hemos decidido casarnos
- Es genial escuchar que ya por fin hayas encontrado tu felicidad, no te preocupes, nosotros te cubriremos las espaldas
- Gracias chicos, antes de irme les presentaré a mi prometido y tomarémos algo los cuatro - Dijo ya finalizando la conversación - Me marcho ya, hasta pronto
- Bien... Frédéric, asegúrate de que esa chica no intente nada sospechoso, es una psicópata de primera - Dijo con disgusto.
- Si, ¿Made está bien?
- Ella está mejor que nunca - Dijo con una sonrisa y una leve sensación de orgullo.
...
- Ya llegué - Anunció.
- Hey, no pensé que te tomaría tanto - preguntó Bernard mientras la recibia con un abrazo.
- Ha pasado algo interesante, ¿Te parece si te lo cuento mientras hacemos la cena?
- Whoa, perfecto
Continuará...
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Aquello que no creí necesitar
Fiksi RemajaEsta historia nos cuenta acerca de dos mejores amigos que se vuelven a reencontrar después de diez años: Made, una chica amable y sociable, y Bernard un chico poco sociable que solo la tenía a ella como amiga, su mejor amiga fue llevada a estudiar...