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   Creo que los primeros besos siempre saben a nada y a todo, a nervios y euforia, al deseo de repetición, y los segundos saben a flores y a miedo, a curiosa complicidad

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   Creo que los primeros besos siempre saben a nada y a todo, a nervios y euforia, al deseo de repetición, y los segundos saben a flores y a miedo, a curiosa complicidad.

   El tercero siempre debería quedar con su labial estampado en la comisura de tus labios.

   El cuarto que sea fugaz, tan rápido que te provoque un subidón de adrenalina, y el quinto intenso, con un rastro de posesiva desesperación, que te deje mareada y con el cuerpo temblando, con ganas uno más o dos.

   Los besos con sabor a fresas y café deberían ser declarados una fantasía, los besos bajo la lluvia una promesa de amor, y los besos de despedida algo ilegal.

   Los besos en las hojas de los libros deberían ser considerados tesoros, y los besos en la frente, aquellos que destilan más amor que ningún otro, algo un poco más popular.

   Los besos en las hojas de los libros deberían ser considerados tesoros, y los besos en la frente, aquellos que destilan más amor que ningún otro, algo un poco más popular

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Para La Chica Con La Que Soñé Enamorarme - PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora