GaaraLee 8.12 🔞

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Había pasado un mes desde que le había propuesto matrimonio a Lee, aun recordaba su reacción y me era inevitable sonreír.

Podía ver Suna completo desde mi nube de arena, podía ver a la gente ir y venir por las calles y el barullo de la ciudad. El calor era ligeramente abrumador, pero era un momento de paz, últimamente los necesitaba con más frecuencia. Extrañaba a Lee, unos días después de nuestro compromiso, él se tuvo que ir a una misión y yo tenía que regresar a mis labores como Kazekage. Temari había tenido suerte de tener que quedarse en Konoha, seguro lo estaba pasando de lujo con Shikamaru. Me ponía un poco celoso. Extrañaba a Lee... recordé nuestra ultima reunión...

"Vamos Gaara-kun, nos estan esperando." Dijo Lee con su inagotable entusiasmo. Me rehusaba a entrar, no quería que nadie supiera sobre nuestro compromiso, pero sabía que era puro nervio. Lee había organizado una reunion para contarles al resto de los chicos la maravillosa noticia, y ahora, por mi culpa, se nos estaba haciendo tremendamente tarde.

Di un paso adelante indeciso. ¿Y si la gente se oponía? Me volví a detener, no quería reaccionar a ese rechazo de la misma manera que solía reaccionar antes, no quería lastimar a nadie. Lee se acercó a mí y me envolvió en un abrazo apretado.

"Gaara-kun, no hay de qué preocuparse bonito, ellos estarán tan felices como nosotros. No tienes que pensar en el qué dirán porque ya sabemos que nos han apoyado desde siempre." Dijo como si me hubiese leído la mente. Miré sus grandes ojos, el amor con el que me miraba me invadió el pecho, nada más importaba, mientras Lee estuviese a mi lado. Mi Lee. Sonreí, y le di un suave beso en los labios.

"Gracias. Te amo."

Asentí, tragué saliva, cuadré los hombros, respiré profundo, lo tomé de la mano y entramos al restaurante. Dentro, estaban Naruto y Hinata, estaban sentados juntos y se veían sonrojados, Kankuro, Kiba, Shino, Tenten y Neji, Shikamaru y mi hermana, Ino y Sai, y Sakura con Sasuke, me sorprendí de ver a éste ultimo, pero me dió gusto verlo tan feliz a lado de Sakura. Choji no estaba, Lee me había comentado que tenía un compromiso familiar, y que lamentaba muchisisisisimo no poder asistir, y más porque era su restaurante favorito.

Cuando entramos Lee y yo, Lee se encargo de hacer evidente nuestra llegada.

"!Hola a todos! ¡Gracias por venir! ¿Nos regalan un minuto de su atención antes de seguir consumiendo tan deliciosos manjares?" Gritó. Yo me puse colorado de inmediato. "¿Quieres decirles tu?" Me dijo en un susurro al oído. Asentí, después de todo soy el Kazekage, dirigí un ejercito entero en la guerra, ¿Qué tan difícil podría ser? Respiré hondo.

"Le propuse matrimonio a Lee, y ha aceptado." Dije. Levantando la voz lo suficiente para que me escucharan todos. Lo que siguió nunca lo esperé.

Todos se levantaron al unísono, gritando de alegría, felicitándonos, y yendo hacia nosotros para abrazarnos y darnos sus buenos deseos.

La sensación fue abrumadora, al punto que me tuve que cubrir el rostro con las manos. Lee me abrazó.

Nunca había sentido tanto cariño al mismo tiempo, o tal vez sí, pero ahora sabía y entendía que era merecedor de ese cariño, no era un monstruo, nunca lo había sido, ni cuando Shukaku estaba dentro de mi. Volteé a ver a Naruto, estaba hablando animadamente con Lee, le agradecí mentalmente y de todo corazón su amistad, y el cambio que provocó en mí.

Lee les mostró el anillo a todos y se veían encantados de que fuese hecho por mí. Después de un rato, nos sentamos a comer, nuestros amigos exigiendo detalles de la propuesta, que di con gusto, y más tarde terminamos contando historias.

Lee y yo caminamos de regreso a casa tomados de la mano, admirando las estrellas.

"Lee..."

"Gaara-kun..." Dijimos al mismo tiempo, y nos reímos. "Tu primero." Dijo.

"Aunque no quiero, tengo que regresar a Suna mañana, ya me tomé demasiados días y mi aldea necesita su Kazekage." Dije.

"Justo te iba a decir que Kakashi sensei necesita al equipo Gai para una misión rango A. Salimos mañana antes del amanecer." Me platicó un poco de su misión, lo suficiente para tener un panorama general, sin tener que revelar ningún secreto de la misma. Le compartí estrategias que conocía y que podían serle de utilidad.

Llegamos a su apartamento en ese momento. Abrió la puerta y me dejó pasar, el olor a Lee y a hierbas me invadía la nariz y me calentaba el corazón. "Preparé todo mi equipo anoche mientras dormías." Dijo mientras dejaba la comida que había pedido para llevar en el refrigerador.

"Excelente. Eso nos da tiempo para estar juntos." Dije, me desnudé por completo mientras estaba distraído, solo de pensar en él, mi excitación se hizo evidente. Finalmente levantó la mirada y me vió. Se sonrojó muchísimo, me sonrió y se acercó a mí, solo con el calor de su mirada intensificó la llamarada en mi entrepierna. Por un segundo creía que me tomaría en brazos, pero se hincó y me tenía en su boca en menos de un segundo.

Podía sentir su lengua haciendo presión, estimulándome, sus manos agarraban mi trasero, me apretaba entre sus dedos. Mis dedos enredados en su cabello, jalando hasta el límite. Una de sus manos bajó lentamente por en medio, rozándome el ano en su camino, hasta llegar al punto exacto detrás de mis testículos y comenzó a masajear, la sensación de placer hizo que los gemidos se me escaparan de la boca, las rodillas se me doblaron y arqueé la espalda en espasmos de placer, había eyaculado en su boca, no me di cuenta cuando se había desgarrado la ropa para liberar su erección, me tomó por la cintura y me llevó a él, me penetró con fuerza, y después de un par de embestidas también él se dejó ir, gritando mi nombre al mismo tiempo.

Estábamos jadeando, había sido muy rápido, pero más intenso que nunca. Una fina capa de sudor me cubría completo.

"Mi Lee. Mi prometido." Lo besé. "Te amo tanto. Gracias a ti he podido saber lo que significa la palabra amor." Le dije. Pude ver como se le acumulaban las lágrimas en sus ojos, hasta que comenzaron a caer. Su sonrisa decía todo, no eran necesarias las palabras.

"Yo también de amo, mi osito, mi bonito, mi futuro esposo..." El sonido de un halcón me sacó de mi ensimismamiento.

El calor del sol y del aire desértico me invadió los sentidos devolviéndome a la realidad.

Sonreí.

Era hora de volver.

GaaraLeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora