Capítulo V. Solo El Amor Duele Así

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Pasaron varias horas en las que Quinzel había intentado entender lo que había ocurrido. Recordó las palabras de Clark, al entrar a Malivore, los recuerdos de quien eras, desaparecen. Aunque no lograba entender cómo podía afectar a un original. O simplemente, Kol sólo la había utilizado para conseguir el diamante y obtener su arma contra Klaus. Ella se puso de pie y comenzó a buscar con desesperación una manera de salir de esa habitación, tomo una silla y la lanzó hacia la puerta, esta por supuesto salió y se rompió, ella intentó salir pero había una especie de portal que se lo impedía. Comenzó a lanzar varias cosas con rabia y desesperación, lo cual atrajo a uno de los hombres de mantenimiento.

—¡Señorita! ¿Qué demonios?—

Ella se detuvo y se le quedó mirando molesta. Cerró los ojos y alzó su mano haciendo volar al hombre hasta estrellarse contra el muro, cayó inconciente al suelo y le miró fijamente.

Lo lamento— dijo apenada mientras intentaba acercarse para ayudarle pero seguía sin poder cruzar.

Quinn se quedó varias horas esperando, el hombre se levantó y solo se fue asustado. Ella le vio irse, se sintio aliviada cuando lo vio despertar pero aún así se sentía muy culpable por haberlo lastimado, se levantó para empezar a buscar algo de ropa que usar, aunque le sorprendia bastante la ropa que se usaba ahora, parecía más cómoda que la que ella usaba. Decidió ir al baño para tomar un baño, abrió la llave esperando que la tina se llenara mientras se quitaba la ropa vieja dejándola caer al suelo, se metió lentamente a la tina y se sentó abrazando sus piernas, dejó que el agua cayera sobre su cabello y cuerpo. El ruido del agua le producía ansiedad, varias imágenes llegaron a mi cabeza. Todos los traumas y recuerdos llegaron de golpee a su cabeza, sus latidos se aceleraron, sus oídos zumbaban con fuerza, empezó a aruñar sus piernas una y otra vez esperando que las imágenes salieran de su cabeza, intentaba controlar su respiración pero le era imposible, sentía un fuerte dolor en su pecho, su vista estaba por completo nublada, se logró parar con algo de dificultad y aunque estaba sostenida de la pared y quería salir de ahí, sabía que si lo intentaba terminaría en el suelo, al sentir que iba a derrumbarse, no pudo hacer otra cosa que cerrar los ojos y gritar con una fuerza sorprendente sacando toda su frustración. Su grito fue lo suficientemente fuerte para lograr romper varias ventanas y diferentes objetos de cristal. Cuando terminó de gritar se deslizó hacia el suelo sin fuerzas, muy agitada.

Le tomó varios minutos tranquilizarse y controlar su respiración, pues se estaba se hiperventilaba. Era algo muy común en ella cuando se sentía desesperada, su madre y Kol eran los únicos que la habían visto pasar por eso y supieron como ayudarla. Mientras apretaba sus puños y respiraba profundamente, recordó la noche más triste de su vida, sin embargo, esa noche tenía mucho significado, pues fue la noche en la que no solo confío en Kol, sino que también se enamoro de él.

1914: El Accidente En La Guerra

Desde que Quinzel tenía memoria, su familia siempre se veía afectada por los compromisos y viajes de sus padres, en especial, los viajes de su madre

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Desde que Quinzel tenía memoria, su familia siempre se veía afectada por los compromisos y viajes de sus padres, en especial, los viajes de su madre. Ella siempre se despedía de ellos antes de que se fueran y se quedaba con la compañía de sus sirvientes. Es en parte por eso que ella apreciaba mucho a todos los sirvientes de su casa y los consideraba de su familia, ya que, ellos la cuidaban y nunca la dejaban sola ni un segundo.

El Legado Original (Kol Mikaelson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora