Habían pasado varios días en los que Quinzel se había adaptado como podía a la escuela Salvatore. Era muy difícil, puesto que era una época muy diferente en la que ella se había crecido. Esa mañana se despertó temprano, apenas despertó bostezo con fuerza y se estiró viendo por la ventana la mañana, era un lindo día, bajo la miraba hacia su anillo de compromiso y pensó si debía quitárselo o no, decidió no hacerlo y se paro de la cama, Lizzie le había dado una habitación enseguida de la suya, era muy linda y espaciosa. Cuando se levantó de la cama, se acercó al espejo para ver su reflejo, acomodo su cabello y noto la horrible marca en su cuello, la tocó con lentitud y se quedó pensativa. Dejó salir un enorme suspiro y camino hacia el closet. Josie y Lizzie le habían dado alguna prendas que le parecían extrañas en verdad. Tomó un pantalón de mezclilla y una top negro, se vistió rápidamente y salió de la habitación colocándose una chaqueta de cuero mientras caminaba por los pasillos, unas chicas pasaron junto a ella, ella les sonrió saludandolas y ellas hicieron lo mismo, cuando llegó al comedor miró a Lizzie sentada en la mesa, por lo que se acercó a ella.
-Hola ¿Hay noticias sobre nuevos monstruos?-.
-Si, un monstruo nefasto que se alimenta de secretos-.
-Oh...- se queda pensativa y se sienta junto a ella en la silla de a lado -Creo que... Todos necesitan que Hope vuelva-.
-Ella no es tan necesaria ¿Sabes?- la mira y rueda los ojos hasta ver a Sebastián caminar frente a ellas y sonrie.
-¿Puedo preguntarte por qué la odias?- la mira confundida y luego a Sebastian.
-No la odio-.
-Parece que si- afirmó mientras me ponía de pie -Mira, se que no te conozco lo suficiente, pero te diré algo importante... No pierdas el tiempo despreciando a otros, a ellos no les importa y tu eres la única que saldrá herida porque ese desprecio lo acumulas y con el tiempo, te quebraras- le dedico una leve sonrisa y camino hacia la dirección. Llamo a la puerta esperando que le dieran el pase, cuando entró veo a Alaric Saltzman que al parecer había retomado su papel como el director, me acerco cruzada de hombros y con una sonrisa -Felicidades director-.
-Gracias, esto al fin terminó- admitió felizmente mientras le ofrecía asiento -¿Ocurre algo?-.
-Si, me gustaría saber como puedo colaborar o ayudar aquí-.
-No tienes que hacerlo- asenti tomando asiento y viéndola -Esta escuela se creó para ayudar a todos los sobrenaturales que son aeslados o excluidos-.
-Si, pero... Esto es extraño para mí, no creo poder adaptarme- dijo apenada mientras jugaba con sus manos.
-Mira, no puedo obligarte a quedarte, pero creo que es la mejor opción, no tienes a dónde ir. Estas ligada a Malivore y eres hasta ahora nuestra única arma contra el. Y por cierto, hoy es la Commonwealth. Es importante que vayas, será divertido-.
Ella solo guardo silencio, sabía que era verdad. No tenía a dónde ir y ciertamente, no sabía cómo comenzar desde 0 sola. Siempre había estado con su familia y ahora no tenía a nadie, más aparte. Hizo una promesa, se quedaría ahí hasta acabar con Malivore, por lo que volteo a verlo y asintió con la cabeza, el hizo lo mismo y le dedico una ligera sonrisa.
-Bienvenida a la escuela Salvatore-.
Ella sonrío levemente y se puso de pie para salir de la oficina, camino por el pasillo pensando en como podía ayudar respecto al nuevo monstruo. Cuando recordó varias historias que Clark le había contado.
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El Legado Original (Kol Mikaelson)
VampireHope Mikaelson ha tenido que sacrificarse por sus amigos entrando a Malivore, al ser olvidada, se encontrará con Quinzel Finch, quien fue la prometida de Kol Mikaelson. Ella fue "asesinada" por Rebekah en 1914 después de ver a Klaus Mikaelson apuña...