ACCIDENTALLY IN LOVE ;; DAOMING SI |METEOR GARDEN|

07

DAOMING TOCABA SU MEJILLA Y SONREÍA EN SU LUGAR, NO SE HABÍA MOVIDO desde que Baimei se había ido, incluso, había perdido la noción del tiempo y sus mejillas comenzaban a dolerle y sus piernas comenzaron a dormirse, pero no importaba, se sentía como un niño pequeño orgulloso de ganar un sticker en forma de estrella.

—Buenas noches, nos vemos mañana—habló con emoción, repitiendo las palabras bajito y reírse.

Se sentía demasiado feliz, no sabía la razón, quizás porque realmente era reconocido como un igual o simplemente porque Chen era demasiado encantadora que dio lugar a hacerlo sentir en las nubes por un gesto simple... o bueno, para él no era simple.

—Bien, es hora de limpiar esto e ir a dormir—se habló, poniéndose de pie y caminó al lavaplatos sin antes, tomar las cosas sucias.

Miró por un segundo las puertas y notó que Baimei tenía la suya abierta, quizás se debía a la costumbre a vivir sola y le pareció un gesto adorable, sin embargo, se acercó para cerrarla por el ruido que podría generar al lavar los trastes y limpiar —aunque realmente no habían ensuciado más que las copas—, hasta que notó el lavavajillas, sonriendo luego por una nota en el refrigerador que decía "Como utilizar el lavavajillas y que detergente usar", siguió los pasos al pie de la letra y se sintió tranquilo al notar que realmente no hacía ruido.

Limpió con un paño la mesita de centro que habían utilizado para conversar y botó el envoltorio en el que habían solo huesos de pollo, limpiando luego sus manos e ir a lavarse los dientes, ansioso por que el día siguiente llegara.

BAIMEI SE ESTIRÓ EN SU LUGAR, BOSTEZANDO Y APAGANDO LA ALARMA de su teléfono, sin embargo, había algo extraño en el ambiente, fuera del hecho que nunca había recordado dejar junta su puerta, había un aroma bastante delicioso y bueno... vivía sola.

Se levantó y tomó el bat de béisbol que estaba a un lado de su cama, caminando hasta la puerta para abrirla con sigilo y caminar hasta la cocina, elevándolo hasta que vio como Si bailaba y cantaba de una manera desastrosa LMLY de Jackson Wang, haciéndola reír y apoyar el bate en la pared, haciendo al pelinegro voltear con gracia.

—Despertaste—sonrió quitando sus auriculares inalámbricos— ¿dormiste bien?

—Realmente si, ¿y tú?

—De maravilla—sonrió aún— ¿tienes hambre?, estoy preparándolo

—¿O quemándolo?—preguntó cuando el aroma cambió a algo comenzando a quemarse.

—Demonios—lo vió reaccionar rápido apagando la cocina.

Baimei soltó una risita sonora y caminó hasta la isla, notando como Daoming dejaba frente a ella un plato con unos hot-cakes en forma de osito —un poco deforme— y unas frutas cortadas de manera irregular simulando una flor, haciéndole sonreír con cariño.

—Que adorable—sintió su pecho cálido— ¿cómo hiciste la forma?

—Con cuidado, debes hacerle la carita con la salsa—dijo el chico, tomando salsa de chocolate y comenzando a dibujar los ojos y el hocico.

—Waoh, eres todo un artista, Daoming Si—sonrió ella, tomando luego el bote y hacer un osito panda en los de él.

Si también sonrió, sintiéndose mimado e incluso, podría jurar que infló su pecho con orgullo.

—¿Un panda?, ¿te gustan?

—Me encantan, son bonitos e inofensivos—admitió.

—Como tú

—Mmm... diría que como tú—la chica se encogió de hombros— aparentas ser un chico duro y malo, cuando por dentro, eres una masita

Tomó un tenedor y comenzó a comer su desayuno, sonriendo y soltando un "mmmm~", ganando una mirada de desaprobación del más alto.

—Aún no termino de servir el desayuno—hizo una mueca— falta el café con leche y el jugo de naranja...

—Oh, lo siento, puedes también comerle una orejita a tu osito, así, ambos estarán iguales

Si hizo caso, comiendo un trocito para traer las tazas y repetir lo mismo con el jugo, rodeando el mesón para sentarse junto a ella y comenzar a desayunar. Compartieron un momento único y adorable, donde realmente solo eran ellos dos, nadie juzgaba... y Si, pensó que quizás, su decisión no fue tan mala realmente, porque Baimei parecía ser demasiado opuesta a lo que buscaba en una persona, pero tampoco le importaba dejar de lado sus gustos por descubrir nuevos... al fin y al cabo, ambos eran polos opuestos destinados a colisionar.