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- ¡No me hagas cosquillas Alfred!- Decía Bill entre risas.
- Está bien, está bien... Oye mira ésto.
- ¿Qué es?
- Un diente de león, pide un deseo.
- Mmm... Deseo poder estar contigo siempre y que algún día cumplamos nuestros sueños juntos.
- Ahora yo deseo también estar contigo siempre y que algún día formemos esa familia que tanto deseamos.
- ¿Lo soplamos?
- Sí.- Ambos soplaron juntos aquel diente de león con la esperanza de que sus deseos se cumplieran a pesar de todo.
...
- Yo Bill, amo a Alfred porque él me saca siempre una sonrisa incluso en mis peores momentos, no sé cómo lo hace pero lo hace.- Decía mientras miraba con amor a Alfred.
- Yo Alfred, amo a Bill porque siempre ve en mí todo eso que yo no logro ver y porque me ha hecho ver la vida de una perspectiva diferente pero hermosa.
...
- Eres mi hogar.
- Y tú el mío.
Se dijeron, Bill se acercó y le dió un lindo beso a Alfred.
...
- El sonido de las olas me recuerda a ti.- Se escuchó su voz decirlo mientras grababa las olas del extenso mar.
...
Solo grabó unas flores silvestres.- Si vuelves... Te daré todas las flores que quieras... ¿Por qué te fuiste así?
...
- Estoy... Sentado en la banca en la cual estaba sentado cuando te ví por primera vez y allá está el puente donde estabas- Dijo mientras enfocaba con la cámara aquel puente para después proceder a grabar el cielo.- Justamente es la misma hora en la que te ví... ¿Ahora tú estás allá o ya has regresado? ¿Me estás esperando desde donde sea que estés?... Falta poco, ya no esperarás más, ya inició octubre.
...
Tocando el piano, aquella canción llamada Je te laisserai des mots, de repente se detuvo en seco y comenzó a llorar.- ¿Dónde está mi hogar?
