Serendipia [En Proceso]

Más vivo que nunca

Esa misma noche ,Diego volvió a invadir mi vida, pero esta vez de una forma más directa. Mientras Paula se recuperaba poco a poco después de la mala pasada en la discoteca, yo la animaba dentro de lo que cabía la situación, todo esto estaba siendo muy complicado para ella y para mi. Volver de nuevo a California para investigar un misterio que no muestra fin y además con un fantasma   no era para nada fácil , el estrés nos estaba jugando  malas pasadas últimamente.

Fui  a la despensa que había en la habitación, pasando del baño al lado izquierdo y allí fue donde volvió a aparecer el fantasma, esta vez se veía más realista, parecía estar vivo pero con la cara algo desfigurada, no se apreciaba esa sensación transparente en él.

-Diego, ¿Eres tú?-pregunté algo tímida, pero sin ese miedo que tenía todo este tiempo. Estaba mirándome fijamente ,enfrente de mi. Dio un  paso adelante y me toco por un segundo el brazo ,pero lo aparte y dejo su mano en el aire, fue un tacto rápido ,pero no brusco, como si estuviera vivo.

-Sofía, yo no he muerto por un accidente, a mi me mataron y quiero que hagas justicia y no por mi ,sino por ti ,quiero q tu nombre este limpio no manchado con el mío. Bastante sucio estaba cuando estabas a mi lado, no supe cuidarte y así me lo ha hecho pagar la vida. Ojalá haberte cuidado como te merecías ,aunque ningún mortal merece semejante joya de  mujer. 

Nunca había escuchado decir esas cosas a Diego, era como si le salieran del corazón.

-Diego, creo q todo esto es una alucinación ,de verdad ,¿cómo voy a estar escuchando a un fantasma el cual es mi marido?

Me senté en el suelo de la pequeña despensa a punto de llorar, Diego se sentó a mi lado y me miró.

-No estás loca Sofía, soy un alma que quedó aquí para hacer justicia y que salga a la luz la realidad de mi muerte.

-!Pues dime quien fue quien te mato¡-le miré a los ojos o lo poco que quedaba de ellos.-Y déjame vivir ya ,porque no puedo más ya. Estoy perdiendo amigos y vida, además de gente que ya piensa que estoy loca.

-Si piensan que estás loca o que esos amigos los estás perdiendo ,significa que no son amigos ,sino personas que solo estás por estar.-Al decirme eso ,me volvió a tocar ,pero esta vez en la mano, me la agarro muy suavemente. Yo no le solté ,se la agarré ,me sentía hasta protegida. Me miró y en su cara se mostraba una sonrisa corta pero bonita. 

-No me has respondido .¿Quién te mató?, dímelo ,por favor-le supliqué poniéndome de rodillas y agarrándole las dos manos llenas de arañazos.

-Eres un amor Sofía, pero prefiero que lo descubras tu ,con las pruebas suficientes que vayas consiguiendo además ,sé que no será fácil para ti. Y no por la dificultad de descubrirlo sino por la persona en cuestión.

-Sofía, ¿Dónde andas?, no sabes las ganas que me han entrado de repartir puñetazos en la discoteca , además que hay que llamar a Pablo a ver si se empachó ya.-Paula se estaba acercando al baño.

-Debo irme Sofi ,estaré a tu lado aunque no sea físicamente.

-Diego espera dime..-me interrumpió.

-Hasta luego Sof...te quiero-se despedía Diego atravesando la pared de la despensa.

Quería frenarlo ,seguir hablando con él y saber quien fue el desgraciado que lo asesinó, quería ..volver a estar...a su lado..

-Tía que pensé que te habías perdido entre el papel, ya me pasó ,bueno más o menos, quiero 

darle una paliza gitana y seguro que Pablo se une y tú también.

-Paula, así no se solucionan las cosas ,estaría guay ,pero si quieres ganar así no es vas bien.-Pensé en comentar6le lo de Diego ,pero aun no me lo creía yo.

-Lo que tenemos que hacer ahora es acabar con este misterio, descubrir quien asesino a mi marido-al decirlo muy convencida ,mi amiga empezó a  sospechar.

-Te veo muy convencida ,¿No? , tu marido eh, madre mía los aires californianos mueven  a uno-se reía de forma irónica.

Tragué saliva y miré para otro lado -¿Que dices? Lo que pasa es que quiero volver a mi vida aburrida y acabar con esta gran aventura que me ha sacado de mi maravillosa rutina diaria -le respondí irónicamente también.

Nos dirigimos a la cama para dormir algo y mañana juntar todas las pruebas que teníamos, estábamos a nada de descubrirlo, pero antes llamamos a Pablo, ya estaba en casa , a él le salió mejor que a Paula la jugada ,pero bueno, él era un experto .

Estuve la mayor parte de la noche pensando en la conversación que tuve con Diego, me sentía hasta con mariposas en el estómago, como una adolescente enamorada, como los primeros años de noviazgo con él.

Mientras intentaba dormirme, noté una ráfaga de viento, miré si quedaba alguna ventana abierta para que no diera corriente, pero no había ninguna, entonces supe que era él.

-Dime Diego- respondí a la nada.

Encendí la luz de la mesilla y había un sobre de pequeño tamaño, lo abrí y dentro estaba la pista que faltaba. Una tarjeta de una  ferretería que estaba cerca del pub de anoche.

-Gracias Dieg..-un aire cálido interrumpió mis palabras rozando mis labios ,era un beso lento y cálido, cerré los ojos y me dejé llevar.

-A ti cariño.

Abrí los ojos y la ventana estaba entre abierta sujetándola una rosa sin espinas, la cogí y cerré para que no hubiese corriente. Aquella noche fue la más bonita desde hace mucho tiempo. Estaba claro que la mañana siguiente iría a esa ferretería.