Como un boomerang

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El día que tanto deseaba, mi querida alta para largarme del hospital y de California. Salimos del hospital, inspiré aire puro al fin y lo expulsé exageradamente.

Paula me veía feliz y tranquila y efectivamente, lo estaba. Nos dirigimos a nuestro hotel para preparar las maletas, al entrar, estaba nuestro amigo , Pablo. Me abrazó ,nos abrazamos...Le explicamos todo y que nos volvíamos a España, nos intercambiamos los números de teléfono para no perder el contacto.

Esperando el ascensor y a punto de entrar, Pablo me agarró del brazo y me empujo hacia él.

-Perdona por pillarte así , pero el fin de semana pasado tuve una pequeña aventura-decía sonriendo como un chaval de 16 años .

Yo me empecé a reír, pero no de él sino, de como estaba de contento...Me sentía orgullosa de él. Me contó que era también español y me lo describió tanto personalmente , físicamente y sexualmente...

Decidí preguntarle por el nombre y si tenía una foto del , lo último que me esperaba era pues, que fuera ESE TIO.

-A ver Pablo, mira ja, ja ,ja, es mi ex ese-le decía riéndome. Pablo se quedó en shock ,pero después se empezó a reír muchísimo.

-Debió de cansarse de las mujeres. Pablo y yo no parábamos de reírnos, era algo fuera de control.

Decidí subir ya a la habitación por el bien de los dos y preparamos las maletas, recogimos las cosas y apagué la luz.

Le di las gracias a Paula por estas vacaciones aun que no me hayan gustado mucho, el detallazo no lo niega nadie.

Volvimos al ascensor y al abrirse las puertas estaba Pablo esperándonos, nos abrazó, avisó que dentro de un mes cogía vacaciones y que nos íbamos a ver en España. Me regaló una botella de whisky ,por nuestra primera charla ,le di las gracias y nos despedimos.

Llegamos al aeropuerto a tiempo para tomar un café , rezábamos para no encontrarnos de nuevo al piojoso y ,tuvimos suerte. No estaba.

Entramos en el avión y nos sentamos, Paula se puso los cascos y yo...yo dormí, como no...

Pensaba que no iba a descansar como en el viaje de ida, pero me equivoqué y dormí casi todo el viaje, menos por una hora y media.

La verdad, es que me desperté por las voces que me torturaban y que no me dejaban en paz. Tuve una hora y media ,Paula se quedó sobada ,yo pillé el móvil y entré en WhatsApp, ahí abrí los grupos en cuales tenía mensajes sin leer. Después de echarles un vistazo a todos, busqué en mi lista de contactos y mandé un ''hola'' a Ángel, no estuve muy segura de mandarlo, pero yo lo hice.

Luego vi que Sergio estaba en línea, me acordé del comentario de Paula y del recuerdo que tuve hace unos días. Hacía mucho tiempo que no lo veía, ni se presentó en el tanatorio ni en el entierro de Diego... Muchas y muchos decían que le llegó a molestar que aceptara a Diego como marido. A mi me pareció una tontería en aquel momento. Decidí no rayarme más y salir del WhatsApp.

Serendipia  [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora