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— ¿En serio crees que puedes salir de la banca? — Dijo Maeve desde la cama de Scott con su usual sarcasmo.
— Que linda, pero contestando tu pregunta si, este año daré absolutamente todo de mí. — Contesta Scott arreglando su palo de lacrosse.
— Si tu lo dices. — Dijo Maeve dudando sobre las palabras de su amigo. — Oye, ¿Hiciste la tarea de quimica? Porque sino hazla ahora, recuerda que mañana tenemos con el profesor Harris a primera hora.
— Creo que no, pero fijate, mi cuaderno esta en el escritorio. — Dice Scott mientras se lava los dientes
— ¿''Creo''? Scott, ¿Crees? De verdad no pierdes la cabeza porque la tienes pegada al cuerpo. — Dijo Maeve mientras se acerca al escritorio de Scott y abre el cuaderno.
— De verdad es tan espeluznante como cada día te pareces más a mi madre.
— Quizás porque las dos siempre tenemos razón.
— Oh quizás porque las dos siempre quieren tener la razón. — Dice Scott resaltando el ''quieren"
— Si aja como digas, pero esta chica que siempre quiere tener la razón te acaba de hacer la tarea para que el profesor Harris no te repruebe a principio de año. —Le contesta Maeve haciendo la tarea de Scott.
— Que amable que eres.
De la nada Maeve escucho un ruido y dejó caer el cuaderno.
— ¡Maeve! ¿Estas bien? ¿Que paso? — Dijo Scott preocupado.
— ¿Oíste eso? — Pregunta Maeve con un tono un poco asustada.
— ¿Que cosa? — Le pregunta Scott.
— Ponte una remera y baja. — Le dice Maeve bajándose de la cama mientras se dirige a la puerta para bajar.
— Sí señora. —Obedece Scott mientras se ponía una camiseta y agarraba su bate.
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Scott y Maeve salieron con precaución de la casa.
— Puedo jurar que lo escuche acá. — Dijo Maeve acercándose hacia el pórtico mirando hacia todos los lados atenta.
De repente se volvió a escuchar un ruido y algo se descolgó del techo de Scott.
— ¡Ahhhhhh! — Gritó Scott con el bate en la mano.
— ¡Matalo! ¡Matalo por favor! — Le dijo Maeve a Scott gritando.
— Por favor calmense. Soy yo par de tontos. — Gritó Stiles moviendo exageradamente los brazos.
— ¿Que rayos haces aquí? Stiles casi nos matas del susto. — Exclamó Scott.
— Dios creo que morí por un segundo. — Dijo Maeve recuperando el aire con su mano en el pecho.
— Ninguno contestaba el teléfono ¿Que querían que haga y porque me miran así? — Dice Stiles colgando como un murciélago.
